Ayuso se muerde la lengua ante la cita de Feijóo y Casado: “Las cuestiones del PP las trato en el PP”

Hay silencios que lo dicen todo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha evitado este jueves opinar sobre la comida que compartieron el miércoles el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y su predecesor en el cargo, Pablo Casado. Un momento de contención que no esconde que Ayuso no es favorable a impulsar la reivindicación de la figura del antiguo líder, con el que no se habla desde que su enfrentamiento provocó una guerra civil en el partido conservador hace justo un año.

“Yo las cuestiones del PP las trato en el PP”, ha dicho Ayuso durante la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del consejo de gobierno, celebrada esta vez en el castillo de Manzanares el Real con motivo del 40° aniversario de la firma del Estatuto de Autonomía de la región, que se produjo en ese monumento. Y ha añadido: “Tengo poco que decir aquí en el consejo de gobierno”.

La excusa de separar los asuntos del partido de los del ejecutivo está en el núcleo del enfrentamiento que mantuvieron Casado y Ayuso. El entonces presidente del PP, y su equipo, encabezado por el secretario general, Teodoro García Egea, estaban en contra de que Ayuso acumulara todo el poder en Madrid, sumando al poder institucional inherente a la presidencia regional el orgánico vinculado al liderazgo del partido en Madrid. En consecuencia, retrasaron todo lo que pudieron la convocatoria del congreso autonómico que debía decidir la presidencia del PP regional. Y en el entretanto, dieron alas a una polémica para debilitar la posición de Ayuso: que un contrato de 1,5 millones de euros entre la Administración que ella preside y la empresa Priviet había permitido ganar una comisión de más de 55.000 euros a su hermano, Tomás Díaz Ayuso.

Que Núñez Feijóo y Casado se vieran exactamente un año después del fin de aquella guerra, en la que se impuso la baronesa, ha sido juzgado como un error de cálculo por el entorno de la presidenta autonómica. En la política profesional, nadie cree en las casualidades. Y menos el equipo de Ayuso, lleno de veteranos, y del que este jueves fue cesada, por petición propia, la hasta ahora directora general de medios autonómica, Sandra Fernández. De esta manera, Francisco García será el cuarto profesional que ocupe ese puesto desde que la líder del PP ocupa la presidencia regional.

Aunque fuentes de la confianza de la presidenta insisten en no dar más trascendencia a la cita (“ni fu ni fa”), el encuentro entre los dos últimos presidentes del PP, agendado en pleno debate sobre la posibilidad de recuperar la figura de Casado de cara al ciclo electoral de 2023, produjo algo más que sorpresa en la Real Casa de Correos, sede del gobierno de Madrid. A nadie le ha pasado desapercibido que Ayuso prefiera afrontar el tema en un foro del partido, puramente del PP. No es una cosa cualquiera. La última vez que Ayuso hizo algo así fue en una Junta Directiva de marzo de 2022, y pidió que rodaran cabezas por haber puesto a su hermano en la diana.

“Lo que sí que pido es que todo el que haya formado parte de esta campaña [sobre su hermano] sea inmediatamente puesto en la calle”, dijo entonces.

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