Operación BIC: así se detuvo la salida de España de 13 dibujos y un poema manuscrito del poeta Federico García Lorca
Tras recibir la propietaria una oferta para exhibir las piezas “excepcionales” en una feria de arte de Nueva York, Cultura prohibió la exportación y Madrid acabó declarándolas bien de interés cultural este año
Carmen de Piniés-Hassel se sube a su coche y se dirige a uno de los muelles del río Hudson como si fuera un día cualquiera de su vida en Nueva York. Pero no lo es. Transporta tres dibujos de Federico García Lorca de su propiedad para que la galería Max Estrella los exponga en la feria The Armory Show de 2019. Los marchantes le han pedido que se los preste tras sufrir un contratiempo. De las paredes de su estand debían colgar otras piezas, 13 dibujos y un manuscrito del poeta que han localizado en España. Durante largos días han negociado con su propietaria para que los venda, o al menos los exhiba en Estados Unidos. Y en el último momento, la operación ha saltado por los aires, dejándoles con el hueco que cubrirán gracias a ella. ¿La razón? Ni la propietaria del lote que está en España quiere finalmente vender ni prestar, ni tampoco el Estado permite sacar del país los dibujos, “excepcionales”, o el manuscrito, de “gran valor” para entender el proceso de creación de una de las obras cumbre de la literatura (Poema del Cante Jondo), según los expertos.
Acaba de comenzar un largo proceso administrativo que culmina tres años después, en abril de 2022, cuando la Comunidad de Madrid declara Bien de Interés Cultural (BIC) un conjunto en el que destaca un retrato de Salvador Dalí, y que ya no podrá venderse fuera de España.
“Nosotros, si podemos vender, vendemos, pero en este caso nunca hubo la posibilidad de hacerlo”, asegura Alberto de Juan, de la galería Max Estrella, que solicitó a Cultura una autorización para exportación y posible venta de los bienes, según detallan oficialmente en el Ministerio. “Algo como estos dibujos, de los que apenas hay, siempre es atractivo. Y si se puede vender, pues genial… pero la propietaria no lo tenía claro, y al final no llegó a tener la tentación”, añade. “Como no querían vender, la propuesta pasó a ser la de exhibirlos”, sigue. “Hicimos la gestión de la autorización porque esa información es valiosa para todo propietario: en función de que sea exportable o no, el valor es muy distinto, porque si no puede salir de España el valor es mucho menor”, explica. Y subraya, para que no queden dudas: “En ese estand no vendimos nada de Lorca ni había nada suyo a la venta”.
¿Cuánto valen esas cuartillas dibujadas con tinta china sobre papel verjurado? ¿Qué precio alcanzaría en una subasta ese Pavo Real, o ese San Sebastián, que dibuja García Lorca influenciado por Dalí, según los expertos? ¿Y ese manuscrito con dos tachones que reescriben el poema Lamentación de la muerte y desvelan el proceso creativo del genio asesinado en 1936?
Sobre el cielo negro culebrinas Amarillas - Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos ¡Señor del mayor dolor! ... y luego... un velón, y una manta en el suelo. - Quise llegar adonde
Limoncito amarillo limonero Echad los limoncitos al viento ¡Ya lo sabéis! ... porque luego... ¡un velón y una manta ¡en el suelo.
Sobre el cielo negro culebrinas amarillas.
Aunque una tasación inicial valora en 10.000 euros cada una de las piezas dibujadas, según documentación a la que accedió EL PAÍS en aplicación de la ley de transparencia, ninguno de los expertos consultados por este diario se atreve a dar una cifra, y todos coinciden en que esta sería más alta.
“Hay muy pocos dibujos, y se han vendido muy pocos”, asegura Laura García Lorca, sobrina del poeta y cara visible de la fundación que reúne la mayor parte de su legado. “Nuestras tasaciones de los dibujos que tenemos son más altas, y no hay mucha diferencia entre ellas y las del manuscrito”, sigue sobre unos trabajos de evaluación con la firma, entre otras, de la casa Durán. “Lo último que ha salido a subasta de García Lorca ha sido El romance de la luna luna”, remata.
Ese manuscrito fue vendido en París por 48.000 euros en 2021. Entonces, Patricia de Fougerolle, comisaria de la venta en Sotheby’s, resumió a Efe que la escasez de obra a la venta del autor hace que se revalorice de forma exponencial, provocando lo que ella definió como un “duelo de coleccionistas”.
“Desde los años ochenta solo tenemos constancia de una docena de manuscritos y cartas de Lorca que han sido vendidos en subastas”, resumió De Fougerolle.
No abundan, pues, los ejemplos recientes. El Ministerio de Cultura gastó 31.000 euros en adquirir en 2007 el manuscrito del poema Crucifixión, que se subastó en Londres. Ese mismo año, una carta de García Lorca dirigida a Melchor Fernández Almagro, en la que habla de su misión poética y de su amigo Dalí, fue adjudicada por unos 28.400 euros en una subasta celebrada por la casa Christie’s. Y en 2011, el Estado adquirió por 100.000 euros 10 figurines que el poeta realizó para La Zapatera Prodigiosa, estrenada por Margarita Xirgu en el teatro Español de Madrid en 1930.
Sin embargo, fuentes conocedoras de la calidad del lote protegido por España advierten de que las cosas han cambiado. Primero, porque esas cifras de hace una década han quedado desactualizadas por el paso del tiempo. Y segundo, porque el valor de las piezas no solo crece en función de que vayan sumando antigüedad: el primer centenario de la Generación del 27, a la que perteneció García Lorca, ya aparece en el horizonte, lo que en el mercado del arte se considera como un augurio de que habrá un aumento drástico de los precios. Y también, potencialmente, de los problemas.
“Ese tipo de dibujos de Lorca están en cuartillas de distintos tamaños que caben en un libro que uno lleve bajo el brazo en un avión”, dice una fuente conocedora de la obra pictórica del poeta, que así alerta de la fragilidad de la malla de seguridad con la que la Administración intenta detener la salida de este tipo de bienes del país.
De las razones artísticas e históricas por las que se ha impedido la exportación del manuscrito, elaborado en 1921, y de los 13 dibujos, pintados entre 1927 y 1928, da cuenta el expediente administrativo correspondiente.
“El grueso de la obra plástica de García Lorca se encuentra custodiado en la Fundación que lleva su nombre, saliendo el resto al mercado en contadas ocasiones, y casi nunca en conjuntos de esta entidad”, se lee en el documento. “Es un excepcional conjunto de 13 dibujos, nada frecuente en la producción de Lorca (…). Rara vez se puede ver un conjunto de tal entidad”, se insiste. Y se recalca: “Se trata de un conjunto de excepcional interés para el Patrimonio Histórico español (…). El artista demuestra su vinculación y conocimiento de las vanguardias contemporáneas, con numerosas referencias al cubismo, Miró y Dalí”.
Sobre el manuscrito, un borrador del poema Lamentación de la muerte escrito del puño y letra del autor, se subraya: “Constituye un patrimonio valiosísimo. Fue escrito por el autor como parte de un conjunto, el Poema del Cante Jondo. La singularidad de este manuscrito es alta por tratarse de un documento original y ser, sin lugar a dudas, una fuente primaria imprescindible para conocer la obra del escritor. Se trata del borrador de un poema que presenta algunas diferencias con el texto finalmente publicado y, por ello, posiblemente inédito. Tiene un muy elevado interés desde el punto de vista histórico y literario (…) y resulta esencial para el estudio del Poema del Cante Jondo, así como para el conjunto de la obra de Federico García Lorca”.
EL PAÍS contactó con la propietaria de los 13 dibujos y el manuscrito, que obtuvo el lote a través de una herencia familiar. Sin embargo, reclamó no ser citada ni identificada en este artículo.
Otros implicados en la operación detallan varias reuniones con la galería de arte que no llegaron a buen puerto, y que incluyeron, supuestamente, la idea de ofrecer el manuscrito a la biblioteca pública de Nueva York. Este extremo ha sido desmentido tanto por la galería como por la institución estadounidense.
“Que no hubiera acuerdo nos dejó un hueco que no era solo espacial, sino también intelectual, en la exposición”, lamenta De Juan sobre su estand en la feria de Nueva York. “Ahí nos faltaba obra de Lorca”, añade sobre el fiasco en el intento de sacar los 13 dibujos y el manuscrito de España.
Y así, una mañana de 2019, Carmen de Piniés-Hassel, residente en Nueva York y descendiente de una pareja a la que Lorca le regaló otros seis dibujos en 1929, se subió en su coche para prestar los tres que conserva durante unos días para la exposición. Tres años después, cuenta desde Estados Unidos, siguen en sus manos.
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