Sin etiquetas

Lo veía como algo completamente inalcanzable. No creía que algún día podría grabar un disco, idear videoclips o hacer conciertos. La Dani no tenía a nadie cerca que se dedicase a la música. “Era algo absolutamente alejado de mi mundo. Nunca pensé que haría mis canciones y la gente las bailaría. Era una fantasía que nunca pensé que se haría realidad”. Se equivocaba. Banana Split, su primer EP, lleva semanas sonando en sitios como Radio 3. “Quiero que con mi música cualquiera se sienta libre”, clama. Su álbum demuestra que otro reguetón es posible.

Letras propias. Todas las letras de Banana Split son de La Dani. “Las letras son lo único que depende exclusivamente de mí. La música al final depende de un productor, de un músico, pero las letras no”. Desde su primer tema escribe lo que canta. “No soy capaz de cantar cosas que no tienen que ver conmigo. Son cosas que he vivido, que siento. Hay un punto de fantasía, pero son mis vivencias”. Son letras muy sexuales, muy explícitas. “Son un canto a la libertad”. Escribe las ideas siempre en el móvil, en el bloc de notas. “Cuando se me ocurre cualquier cosa la apunto. Puedo estar haciendo lo que sea, en cualquier sitio. Luego en casa desarrollo esas notas con tiempo”. El confinamiento le ayudó a trabajar en el álbum. “Si no hubiera sido por la cuarentena obligatoria no habría podido”.

Burbuja particular. Banana Split está formado por siete temas que son tan pegajosos como el postre que le da nombre. El disco entero dura 16 minutos. “Cuando yo empecé a salir siempre bailaba reguetón. Mi primer disco no podía ser de otro estilo musical”. Un estilo que se asocia a la homofobia y al machismo. “No creo que el reguetón o el trap sean más homófobos y machistas que la propia sociedad”, defiende. “Yo vivo en una burbuja, todos mis amigos son queer, pero la realidad es otra”. La Dani tiene 29 años. “Me va bien cualquier pronombre al referirse a mí. Alterno de forma natural el femenino y el masculino”, señala. “La gente necesita todo el rato poner etiquetas. A mí jamás me ha hecho falta ponerme una”.

Sin dinero. “Tengo seis euros en la cuenta”, compartió un día en su Instagram. Sigue sin tener ahorros. “Soy pobre. Vivir en Madrid no es barato. Curro 30 horas a la semana como dependienta en una tienda y esos son mis ingresos. Vivo al día. Lo de la música ahora es imposible que dé pasta porque no hay bolos. No soy influencer, no genero dinero de otras cosas”, explica. “En el reguetón y en el trap, a pesar de venir de gente bastante humilde, se alardea mucho de marcas. Yo no hablo de Prada porque nunca he tenido nada de Prada. Además, si algún día tengo dinero, tampoco tengo ningún tipo de interés en tener algo de Prada. Yo compro en Humana”. La Dani acaba de fichar por la discográfica Subterfuge. “Para avanzar en esto hace falta equipo, infraestructura, gente que te empuje”.

‘Peep show’. No puede tener más ganas de subirse a un escenario. “Al principio rechazaba hacer directos en esta situación. Yo lo que hago es levantar a la gente, hacerle sudar y bailar, y ahora no se puede”. Pese a las limitaciones, decidió probar. “Presenté el disco en la sala Maravillas y la verdad es que el recibimiento fue muy guay”. Repetirá en febrero. “Hago una especie de peep show. Salgo medio desnuda, aprovecho mi vis cómica e interactúo con el público. Necesito seguir haciéndolo, lo disfruto mucho”. En sus apariciones no hay ni rastro de timidez. “Me da vergüenza pedir un vaso de agua en un bar, pero a la hora de subir a un escenario y desnudarme no tengo ningún pudor. Tengo mis complejos, como todo el mundo, pero no voy a dejar que me coarten”.

Lágrimas de cera. “Tú no me supiste valorar / tú no me supiste valorar”, repite en Dew, primer single de Banana Split, con un videoclip dirigido por Raúl Rosillo en el que llora lágrimas de cera. “Nos apetecía una cosa como folclórica”. En unos días saldrá otro videoclip, dirigido por Alejo Serra y Jorge Colomer. “Como las canciones son tan cortitas hemos juntado dos, El proceso y Metatrans, para contar una misma historia”. Lo han grabado entre Carabanchel y Lavapiés. A La Dani le gustaría mucho colaborar con Bad Bunny, Dellafuente, Chencho Corleone, Ivy Queen o La Cebolla. “Ahora que ya me he demostrado que puedo hacer un disco, quiero ponerme un poco más rara, quiero probar otros estilos, quiero jugar. Siempre con autotune, por supuesto”.