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Una tranquilidad insólita en Madrid durante la primera manifestación virtual del Orgullo LGTBI+

Más de 7.000 personas se han congregado este sábado a través de Internet para reivindicar los derechos trans

Vecinos de la plaza Pedro Zerolo celebran el día del Orgullo en su casa, mientras siguen la manifestación por Internet desde sus teléfonos moviles.
Vecinos de la plaza Pedro Zerolo celebran el día del Orgullo en su casa, mientras siguen la manifestación por Internet desde sus teléfonos moviles.Olmo Calvo

No se recordaba un Madrid tan tranquilo en estas fechas desde hace décadas. La capital, acostumbrada a celebrar este fin de semana (el primero de julio) la manifestación estatal del Orgullo, no pudo hacerlo este año por la pandemia de covid-19. En su lugar, las entidades organizadoras (FELGTB y COGAM) decidieron celebrar su cita reivindicativa de manera virtual la tarde del sábado, a la que asistieron más de 7.000 participantes, según los responsables del evento.

El Orgullo de Madrid se ha convertido en los últimos años en una de las citas LGTBI+ más importantes del mundo, atrayendo a miles de visitantes que todos los años tomaban el barrio de Chueca, el fortín del colectivo en la ciudad, y que este año presentaba una estampa diferente: solo unas pocas personas tomando algo en terrazas. Una de ellas era Álvaro. “No tengo pensado conectarme porque de esta forma virtual solo nos visibilizamos entre nosotros, pero quienes nos tienen que ver son otros, esos que niegan constantemente nuestros derechos”, lamentaba el joven.

Sí se sumaron a la cita online Antonio, Jesús, Cristina y Almudena. “Si no hay Orgullo en la calle ya nos lo montamos nosotros en casa”, contaban los cuatro amigos recién salidos de una tienda donde habían comprado todo tipo de prendas del arcoíris un poco antes de que comenzase la manifestación.

“Bienvenidos y bienvenidas a esta atípica manifestación del Orgullo LGTBI+ que por las circunstancias tiene que ser virtual”, decía desde su casa la cómica y actriz trans Elsa Ruiz, encargada de retransmitir el evento. Los participantes se congregaron virtualmente en la plaza de España tras acceder a una plataforma creada específicamente para esta cita y que permitía interactuar con otros miembros a través de un chat. Con mensajes desde distintas partes de España y de varios países latinoamericanos, la nota negativa la pusieron, sin embargo, algunos usuarios con comentarios de odio hacia el colectivo LGTBI+. Cualquier persona podía conectarse anónimamente.

Esta edición del Orgullo 2020, cuyo lema es “sororidad y feminismo para TRANSformar. ¡Mujeres lesbianas, trans y bisexuales en acción! Por las más vulnerables”, buscaba principalmente proteger a las mujeres trans, sobre las que se ha cargado en las últimas semanas con comentarios que cuestionan su condición de mujeres. La propia Elsa Ruiz renunció en junio a ser la pregonera del Orgullo de Alcalá de Henares. Un documento interno del PSOE –fechado el 9 de junio– que se publicó en las redes sociales provocó el rechazo de asociaciones LGTBI+ por contener argumentos que atentan contra las personas trans. Una línea de pensamiento a la que, según Ruiz, el Ayuntamiento de Alcalá, en manos de ese partido, no ha manifestado su oposición.

“Los derechos de las personas trans son derechos humanos”, remarcaba Ruiz durante el directo de este sábado. Una de las principales reivindicaciones de esta atípica edición es el derecho de autodeterminación de género de las personas trans para que no se exija, como hasta ahora, informes o tratamientos médicos para modificar en el Registro Civil su nombre y sexo. También se pide la aprobación urgente de una legislación estatal que garantice los derechos de las personas trans y del resto del colectivo LGTBI+. “La línea roja del colectivo en cualquier nueva ley es la autodeterminación del género, que no se negocia”, apuntaba Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM durante una rueda de prensa celebrada por la mañana.

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Esto mismo reivindicaba desde la Puerta del Sol Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans, una de las asociaciones que conforman la Confluencia Trans y responsable de la convocatoria de una manifestación presencial en la plaza madrileña una hora antes de la virtual. “No hay que negociar nada más sobre la ley trans, ya está trabajada”, se quejaba Cambrollé en referencia a la reunión que mantuvieron el pasado lunes con la ministra de Igualdad, Irene Montero, que invitó a la asociación a participar en una mesa de trabajo para consensuar el texto del proyecto de ley. “Lo que hace falta es que se apruebe ya y que de una vez se empiecen a respetar los derechos trans”, añadía.

Está edición virtual del Orgullo también tuvo representación de organizaciones LGTBI+ de distintas partes de España, de organizaciones sociales y partidos políticos. Aunque faltaron las carrozas de marcas y otras asociaciones que dinamizaban el evento con música, en su lugar, la versión virtual contó con las actuaciones musicales de mujeres LTB.

Al contrario que otros años, esta vez no hubo lectura del manifiesto del Orgullo, pero sí visionado. La organización presentó un último video donde se podían leer todas las reivindicaciones del colectivo, poniendo punto y final a esta edición online, la primera en este formato en los 42 años que lleva celebrándose.

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