Trazos inconfundibles

Banderolas, autobuses y marquesinas han sido soporte de sus dibujos. También briks de cartón o calcetines. José A. Roda nunca imaginó que le llegarían encargos así. “De un tiempo a esta parte me siento mucho más cómodo cuando tengo que resolver algo que me piden otros”, explica. Llegó a Madrid hace siete años y se siente un privilegiado por poder vivir de sus inconfundibles trazos. “La forma en la que dibujo es la forma en la que veo las cosas, o por lo menos en la que quiero verlas”. Ahora comparte de manera gratuita dibujos para que niños y niñas puedan colorear, en homenaje a quienes trabajan a destajo estos días. “Es mi manera de agradecerles lo que hacen".

Libre descarga. Una científica, un médico, una reponedora, una profesora y un mensajero son algunos de los protagonistas de The New Super Heroes. En la página web del artista, joseantonioroda.com, están los dibujos, de libre descarga. “Para mí es importante contribuir de alguna manera a lo colectivo. He trabajado con niños durante muchos años y me siento muy próximo a ellos. Al comenzar el confinamiento, me parecía que para que entendiesen lo que estaba pasando no había mejor manera que a través del juego y de la creatividad”. Le ha entusiasmado la respuesta a su propuesta. “Me han mandado muchas fotografías de niños coloreando los dibujos. Sé que los han usado en varias escuelas como deberes de plástica”.

Soy metódico, rutinario y obsesivo. Ya lo era antes y lo sigo siendo ahora. Madrugo como si no estuviera confinado

En casa. Cada día se levanta sobre las 6 de la mañana. “Soy metódico, rutinario y obsesivo. Ya lo era antes y lo sigo siendo ahora. Madrugo como si no estuviera confinado”. Bien temprano se pone a trabajar. “Ahora lo hago en la única mesa que tengo en casa, en el salón. Estoy acostumbrado a hacer muchas cosas en un mismo espacio. Creo que es un mal habitual en una ciudad grande para gente con bolsillo pequeño”. José A. Roda está deseando volver al estudio que comparte cerca de Puerta de Toledo. “Estoy allí desde hace poco más de dos años. Lo alterno con bibliotecas, aulas de estudio…”. Antes del encierro, solía cambiar de lugar de trabajo con frecuencia, incluso en el mismo día. “Hay sitios estupendos, como la quinta planta de Centro Centro, en Cibeles. Tiene unas mesas muy majas para trabajar, buenas vistas, enchufes y mucha luz”.

Volver a pasear. Lo que el ilustrador ha llevado peor del confinamiento ha sido no poder salir a pasear. Desde hoy podrá hacerlo, dentro de esta fase de la desescalada. “Me muero por pasear. Nunca he sido de salir ni de pandillas de amigos, he sido siempre algo solitario así que he paseado muchísimo, desde adolescente”. Cuando tiene tiempo, se escapa al Paseo de las Delicias y Madrid Río, sus lugares preferidos para caminar. En sus recorridos le vienen ideas. “Paseando se me ocurre todo. Cualquier cosa la escribo en el bloc de notas del móvil o me dejo a mí mismo una nota de audio”. Siempre que puede va de un sitio a otro andando. “Me ayuda a tener profundidad de campo en la mirada y también dentro de la cabeza”. Pasear le ayuda a estar mejor. “Soy una persona muy nerviosa y lo necesito y lo disfruto”.

Sueño madrileño. Hace dos años le llamaron del Ayuntamiento de Madrid para encargarle la imagen de Mira Madrid, la campaña que ponía el foco en lugares poco conocidos de la capital. “Fue un proyecto increíble. Recuerdo toda la Gran Vía con mis banderolas, pantallas en Callao… Me tiré dos semanas persiguiendo autobuses con los carteles para hacerles fotos y vídeos”. ¿Es Madrid fuente de inspiración para José A. Roda? “Más que una inspiración formal es un escenario imaginario para mí, como algo aspiracional, una conquista que no termina. Más que la ciudad me inspira la gente que admiro y que ha venido a esta ciudad a buscarse la vida mucho antes que yo. Es el Madrid de las películas de cine español que veía de adolescente y que me hicieron venir hasta aquí a luchar por lo que quiero”.

Sin parar. Nacido en Cornellà de Llobregat en 1987, desde hace tres años se dedica exclusivamente a lo suyo. “Al principio no vivía, sobrevivía. Afortunadamente tengo la sensación de que poco a poco lo voy teniendo todo mejor armado y que cada vez trabajo más y mejor”. En los últimos meses ha recibido encargos como el cartel para el Día de las Bibliotecas. “No todos los días le llaman a uno por teléfono del Ministerio de Cultura. Me hizo mucha ilusión”, reconoce. Líneas sencillas y colores primarios, muy vivos, que plasma a mano y digitalmente lo mismo en un cartel que en un brik de cartón, como hizo para Cabify. Le encantaría recibir más encargos de ese tipo, tan inesperados. A través de su web vende risografías y serigrafías, firmadas y numeradas, e incluso calcetines, que hizo en colaboración con PeSeta. En su Instagram comparte viñetas, en las que ironiza sobre ser autónomo, los odiadores que habitan en redes sociales y otros asuntos de la vida moderna. “Me divierte mucho”.

Capa a capa. Su nombre se asocia a la técnica del papercut, que consiste en ilustrar con papeles recortados, en lugar de hacerlo con lápices o acrílicos. Es un maestro de ese tipo de composiciones volumétricas. De hecho, ha dado cursos en distintos lugares, como en Domestika, donde más de 1.300 personas ya han asistido a sus clases virtuales. El número del alumnado ha crecido con el confinamiento. “Creo que este tipo de cursos han resultado una opción muy válida como entretenimiento para este encierro. El curso salió en enero del año pasado y nunca se había apuntado tanta gente como en estos meses de marzo y abril”. Sin necesidad de conocimientos de dibujo, enseña a realizar paso a paso una ilustración con distintas capas de papel cortadas a mano. Absolutamente autodidacta, José A. Roda empezó a dibujar de manera instintiva. “Frente a otras artes, para dibujar no necesitas grandes medios y puedes hacerlo en soledad”.