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Así es la prueba de coronavirus que hace el Gobierno a las familias: “Mi mujer ha dado positivo y yo negativo”

Sanidad inició el lunes el estudio a 36.000 hogares para conocer la expansión real de la pandemia

Manuel Viejo
Uno de los test rápidos de diagnóstico a los miembros del equipo sanitarios del Suma durante su guardia de 24 horas en el Centro de Salud Las Águilas en Madrid.
Uno de los test rápidos de diagnóstico a los miembros del equipo sanitarios del Suma durante su guardia de 24 horas en el Centro de Salud Las Águilas en Madrid.Rodrigo Jiménez (EFE)

A las cuatro de la tarde del miércoles sonó el teléfono fijo de un vecino de Getafe: “Buenas tardes, Nacho. Estamos elaborando un estudio nacional sobre el coronavirus y ha sido seleccionado. ¿Quiere formar parte de él?”. Nacho, abogado de 46 años, pensó que aquello era una broma, que seguro que era algún teleoperador de Jazztel que tenía el día gracioso. Pero no. Tras escuchar lo del sondeo, se incorporó rápidamente del sofá y consultó a su mujer, de 40 años. “Sí, queremos”. Los dos aceptaron formar parte de los 36.000 hogares con los que el Gobierno está testando desde el lunes la expansión real de la pandemia en España. Tras la afirmación, vinieron tres preguntas más: “¿Cuántos son en casa?, ¿cuántas habitaciones tiene?, ¿cuántos metros cuadrados?”. Y la hora de la cita: “¿Qué horario le viene bien?, ¿mañana o tarde?”.

Además del pinchazo en el dedo para el test rápido, se pide, de manera voluntaria, la participación en otro informe que requiere la extracción de más sangre

A las 15:37 de este jueves suena el telefonillo de casa. Una furgoneta de una empresa de transporte, una camioneta de la Cruz Roja y un turismo blanco de la marca Peugeot aparcaron en su puerta. El Estado vestido para el sondeo. Nacho, perplejo, observa todo desde el alfeizar de la ventana del salón. Dice que de los tres vehículos salieron cinco personas: una coordinadora, dos enfermeras y dos conductores. La encargada forma un corrillo y ordena a una de las sanitarias que se vaya enfundando el traje de protección (EPI), un uniforme blanco que parece un disfraz de astronauta. A continuación, la enfermera se ajusta unos guantes, unas gafas protectoras, una mascarilla y coge con una mano un estuche con los test y el material sanitario y con la otra un taco de folios: “Ya subo”.

Es una joven de unos 25 años. “Buenas tardes, vengo a haceros un pinchazo en un dedo". También les dijo que, de manera voluntaria, están elaborando otro informe que requiere la extracción de más sangre. El matrimonio acepta. Los dos se sientan en el sofá observando cómo la enfermera coloca un empapador de bebés en la mesa y comienza a sacar los materiales. La mujer de Nacho es la primera en pasar la prueba. Mientras, él lee en voz alta los documentos para ir adelantando el tiempo: el objetivo de la prueba, el consentimiento, la protección de datos y una novedad de la que no habían sido informados. Si quieren, el test se repetirá dos veces más con una separación de tres semanas entre muestra y muestra. Aceptan.

El domicilio de Nacho ha sido seleccionado al azar por el Instituto Nacional de Estadística. Los hogares están representados por todos los grupos de edad, sexo y localización geográfica. El tamaño muestral elegido por provincia varía entre las 900 personas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y las 6.000 en la Comunidad de Madrid. “Con los datos, se podrá hacer una estimación del porcentaje de población española que se ha visto afectado por este virus”, según explicó el lunes Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III, que ha diseñado el estudio.

15 minutos después, Nacho y su mujer ya conocen los resultados. La prueba ha durado una media hora. Él ha dado negativo. “Pero a principios de mes tuve un fuerte dolor de lumbares y un picor de ojos durante un día”. Su mujer, positivo: los anticuerpos han detectado que lo ha pasado. “Tuvo fiebre a mediados de marzo durante 48 horas. Pero después, ni rastro”. La sanitaria sale de casa con todos los materiales utilizados y los tira en un contenedor que ellos mismos han traído:

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Jaime Villanueva.
24/04/20. (DVD 998). Agustin Utrilla, director medico del Hospital Ramon y Cajal. Jaime Villanueva.©Jaime Villanueva

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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