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Piden cuatro años de prisión y nueve de inhabilitación por acceder al historial clínico de su hija que la denunció

La trabajadora del Sergas reitera que hubo consentimiento en el juicio que ordenó repetir el TSXG después de ser absuelta

La trabajadora del Sergas denunciada por su hija que la acusó se acceder hasta 68 veces a su historial clínico, se sentó por segunda vez en el banquillo este viernes después de haber quedado absuelta del delito de revelación de secretos hace un año. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anuló la resolución y ordenó repetir el juicio al advertir errores en la valoración de la prueba.

Ante el tribunal de la sección quinta de la Audiencia de Vigo, la acusada, María Josefa O.A. ha admitido los hechos por los que afronta una condena de 4 años de prisión y 9 de inhabilitación. Dijo que accedió al sistema informático del Sergas, entre 2012 y 2014, aunque volvió a reiterar que lo hizo con el consentimiento de su hija y denunciante que le reclama una indemnización de 15.000 euros por los hechos.

En su defensa, la funcionaria también alegó que su hija tenía varios problemas de salud por lo que le pidió que consultara citas o resultados de pruebas médicas. Así, María Josefa mantuvo su declaración inicial y dijo que siempre tuvo una buena relación con su hija hasta que esta la denunció. Explicó que el origen del caso está en los problemas que ella tenía derivados del consumo de estupefacientes y como víctima de violencia de género, por lo que su situación era delicada cuando ella accedió a su historial clínico. Reiteró que detrás de la denuncia, podría estar la “manipulación” y “anulación” de su hija por parte de su pareja.

Llegado el turno de la denunciante, esta desmintió nuevamente la versión de su madre y sostuvo que entre ambas “siempre hubo mala relación” y en el momento de los hechos era nula. Además, la hija calificó a su progenitora como una madre “controladora y manipuladora”.

Explicó la denunciante que se dio cuenta de que su madre espiaba su historial cuando se marchó de Vigo y pidió el traslado de su expediente médico. Entonces constató que “la historia clínica estaba manipulada, con anotaciones manuscrita hechas por ella”, afirmó. “Nunca le pedí que entrara en mi historia clínica, no tenía relación con ella, nunca le conté cuál era mi estado, ni qué medicación tomaba”, añadió.

Sin embargo, su versión fue desmentida por responsables del Sergas que han aclarado que el historial electrónico no se puede manipular ni modificar, salvo en caso justificado y por personal facultativo o de enfermería. Sin embargo, han corroborado los informes que certificaron los numerosos accesos al historial de la perjudicada, con la clave de su madre, informa Europa Press.

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La denunciante negó también que hubiera sido víctima de violencia de género (pese a que la defensa aportó documentos en sentido contrario), y declaró que padece trastornos de ansiedad por la “mala infancia” que pasó por los intentos de su familia de internarla sin su consentimiento, y que se agravaron por la actuación de su madre.

Antes de que el caso quedará visto para sentencia, la acusada ha ejercido su derecho a decir la última palabra para subrayar que vive una situación “muy dolorosa y triste”, y ha lamentado que su hija haya mentido al acusarla y al denunciar que tuvo una mala infancia. “No es verdad y me da mucha pena que llegue a esto”, añadió.

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