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Ayuso impide al ministro Bolaños acceder a la tribuna del desfile del Dos de Mayo y cede a Feijóo un lugar de honor

El titular de Presidencia, que no estaba invitado al acto, sí pudo seguir en primera fila la ceremonia oficial en la sede del Gobierno autonómico

En el centro, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a quien una responsable de protocolo impide el acceso a la tribuna.
Juan José Mateo

El equipo de protocolo de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso (PP), ha impedido este martes el acceso del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a la tribuna principal que ha presidido el desfile cívico-militar celebrado por el Dos de Mayo, día de la región madrileña. El incidente, ocurrido a pie de escalera y con dos empleadas de la Administración regional cortándole el paso a un ministro del Gobierno de Pedro Sánchez, ha cerrado una jornada marcada por la tensión entre el Ejecutivo central y el autonómico.

Como adelantó EL PAÍS, Díaz Ayuso había arrancado la jornada con una rectificación a medias, al asumir la presencia de Bolaños en el acto político pese a que el PP había empleado los tres días previos en denunciar que el ministro no tenía invitación —sí la tenía la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que no asistió, y también acudió la ministra de Defensa, Margarita Robles, por la participación de militares en el desfile—. La Comunidad consideraba que la decisión de Bolaños de “autoinvitarse” era una “provocación” y le acusaba, además, de alentar manifestaciones en contra de los intereses de Madrid.

Así, de un lado, el equipo de la presidenta madrileña había optado en el último momento por ceder a Bolaños un lugar destacado para seguir la ceremonia en el interior de la Real Casa de Correos, sentándole en primera fila junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Pero, del otro, había decidido impedirle que se uniera al resto de autoridades para ver desde los lugares de honor de la tribuna principal el desfile cívico-militar posterior. En esa tribuna sí han estado, además de Robles, Alberto Núñez Feijóo (líder nacional del PP), José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la capital), Enrique Ossorio (vicepresidente regional), Eugenia Carballedo (presidenta de la Asamblea de Madrid), y el jefe de los ejércitos, Teodoro López Calderón. Además de la propia Isabel Díaz Ayuso, que ha presidido el acto. El veto a Bolaños ha provocado una insólita escena de tensión cuando el ministro ha intentado acceder a la tribuna, pese a saber que su presencia no estaba prevista.

—”Le rogamos que cumpla la normativa”, ha pedido la responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid al ministro cuando este intentaba seguir al resto de autoridades.

—”El ministro de España tiene que subir”, ha replicado insistentemente el jefe de protocolo de Bolaños.

—”Estáis incumpliendo el decreto de protocolo [que regula la presencia de autoridades]”, ha terciado otro colaborador del ministro.

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—“La representación institucional está perfectamente establecida con una ministra de España, estamos cumpliendo toda la normativa con respecto a la representación institucional”, le ha contestado la empleada de la Comunidad. Y ha añadido: “Si hubiera 23 ministros aquí, no subirían los 23 ministros”.

El Gobierno central ha acusado al PP de actuar de mala fe, con las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo como telón de fondo. “La Comunidad de Madrid incumple el Real Decreto 2099/1983, en el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, no dejando a un ministro del Gobierno de España subir a la tribuna de la parada militar que conmemora la Fiesta del 2 de Mayo”, ha argumentado una fuente del Ejecutivo de Sánchez, que ha recordado que en 2018 no hubo ningún problema para que dos ministros coincidieran en el mismo estrado (en ese caso, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santa María, del PP, cuando Ángel Garrido era presidente). “El PP se ha saltado las normas más básicas de nuestro Estado democrático y de derecho”, ha insistido este interlocutor. “Lamentamos la instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid, faltando, incluso, al deber básico de lealtad institucional”.

Para justificar que un ministro del Gobierno de España no tuviera sitio en un estrado en el que sí estaba presente el líder nacional del PP, como jefe de la oposición, la Administración regional se remite al Real Decreto 2099/1983. Sin embargo, la relación de autoridades recogida en ese documento concede preferencia a los ministros (en plural) por delante de, en este caso, Núñez Feijóo (líder de la oposición) o de José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la capital), ambos presentes. Una contradicción que la Administración autonómica ha querido justificar alegando la falta de espacio en la tribuna y el carácter cívico-militar del desfile.

“Son sitios contados”, ha explicado una fuente que cuenta con la confianza de la presidenta regional. “Un representante del Gobierno [Margarita Robles, titular de Defensa] y el JEMAD [Esteban López Calderón] es suficiente”, ha añadido. “Feijóo ocupa su puesto como jefe de la oposición”, ha rematado en referencia a una presencia de la que no hay precedentes hasta que Díaz Ayuso llegó al poder y empezó a dar un papel principal a Pablo Casado, entonces también líder del PP y de la oposición, en los actos institucionales de Madrid.

Todo ha ocurrido así. Tras acabar el discurso de Díaz Ayuso, y justo antes del desfile, Bolaños ha hecho una declaración ante los periodistas sin responder preguntas. “Lamento decepcionar a los crispadores, a los odiadores, a los que generan odio, a los que se inventan mentiras para generar lío, a los que viven cómodos en el enfrentamiento, porque no voy a dedicar ni un segundo al tema que se ha puesto de manera artificial encima de la mesa”, ha dicho tras releer unas notas llenas de frases subrayadas en amarillo fosforescente. Inmediatamente, el ministro ha arremetido contra Feijóo por la reunión que este celebró con fiscales conservadores el 18 de abril, que ha calificado de “hecho gravísimo”, y a continuación se ha marchado a la calle para asistir al desfile. Y allí, justo antes de que comenzara a sonar la fanfarria de la orquesta militar, ha intentado acceder a la tribuna, con el revuelo consecuente, que se ha ampliado con una intensa conversación posterior entre la ministra Robles y la presidenta Díaz Ayuso, ya en la tribuna.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, atiende a medios durante el acto cívico militar con motivo del Día de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, atiende a medios durante el acto cívico militar con motivo del Día de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol.Diego Radamés (Europa Press)

El choque se produce tras varias jornadas de tensión entre las dos Administraciones. Durante los días previos a la ceremonia, el PP decidió un cuidadoso reparto de papeles. De quejarse en público de la presencia de Bolaños se ocupó el partido, con el secretario general Alfonso Serrano a la cabeza. Sin embargo, del Gobierno regional no se escuchó nada oficial, lo que dejaba margen de acción para que Bolaños participara en el acto con normalidad. Un objetivo que no se ha alcanzado. Incluso antes de que Bolaños intentara acceder a la tribuna, la polémica había acabado por desdibujar el acto institucional, centrando todos los focos.

“Es una polémica completamente artificial, que les interesa a un 0% de los madrileños”, se ha quejado Mónica García, la líder de Más Madrid. En la misma línea crítica con el PP de Díaz Ayuso ha hablado Rocío Monasterio, líder de Vox: “Los partidos no son los dueños de las instituciones”, ha dicho. Un argumento que también ha empleado Juan Lobato, el líder del PSOE en Madrid: “La polémica es un ejemplo más de la artificialidad de Ayuso y de la busca de conflictos de la nada”.

Críticas de Núñez Feijóo

Díaz Ayuso ganó las elecciones de 2021 basando gran parte de su campaña en la confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez. A las puertas del 28-M, el PP de Madrid intenta repetir esa estrategia. La situación, no obstante, es distinta, porque ahora hay elecciones en otras 11 comunidades autónomas, por lo que no puede acaparar los focos de los choques con el Ejecutivo central.

“Es evidente que llevamos un par de años con una falta de institucionalidad por parte del Gobierno central con relación a las comunidades”, se ha quejado Núñez Feijóo. “Ya se da por normal lo que es una falta de respeto institucional, como que el presidente o los ministros visiten una comunidad y no tengan la delicadeza de ponerlo en conocimiento del presidente de esa comunidad”, ha añadido. “[Pero] Me parece bien que, a pesar de ser un gobierno faltón, el ministro tenga su espacio en esta fiesta institucional”.

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Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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