Podemos advierte de que ejercerá “autonomía política” en Sumar la próxima legislatura
El partido reclama estar en la comisión negociadora con el PSOE, presencia en el Consejo de Ministros y elegir a sus representantes
Podemos quiere hacer valer sus cinco diputados la próxima legislatura. El partido de Ione Belarra, que ya el lunes rompió la tregua impuesta durante la campaña con la organización liderada por Yolanda Díaz al señalar que la estrategia de “renunciar al feminismo e invisibilizar a Podemos” —en referencia a la exclusión de Irene Montero de las listas y al papel secundario de su formación— no había funcionado, advierte ahora de que ejercerá “autonomía política” dentro de Sumar en el Congreso. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha puesto voz a esta reclamación el miércoles, después de realizar la que previsiblemente será su última intervención en la Cámara baja. El dirigente de Podemos, que no concurrió en las listas el pasado 23 de julio y también denunció un “veto” a su candidatura, tiene previsto regresar a su puesto de científico en el CSIC. “Los partidos de ámbito autonómico como Més, Chunta o Compromís van a ejercer su autonomía y también la va a ejercer Podemos”, ha señalado en declaraciones a los medios. Desde el partido piden también un sitio en la comisión negociadora con el PSOE, presencia al más alto nivel en el próximo Gobierno y capacidad para elegir a sus propios representantes en ese Ejecutivo de coalición.
Fuentes de la formación defienden que así se hizo hace cuatro años, cuando cada una de las familias políticas de UP fue la encargada de definir los nombres del Gabinete. La reclamación tampoco es nueva en el grupo. Compromís exigió esa autonomía y voz propia para “representar a los valencianos” cuando el pasado junio cerró el acuerdo con Díaz. Pero Podemos es ahora explícito en sus aspiraciones.
El partido de Belarra obtuvo el domingo cinco escaños, la mitad que Movimiento Sumar, la formación de la vicepresidenta segunda, y el mismo número que Izquierda Unida y Catalunya en Comú. “Podemos es un proyecto político indispensable para que en este país pueda haber ciertas transformaciones profundas que requieren confrontar con los poderes establecidos”, afirmó Echenique rechazando que la organización pueda quedar “diluida” esta legislatura. El partido considera que tras el recuento la noche electoral su peso les hace merecedores de un puesto en el Ejecutivo y aunque oficialmente nadie quiere entrar en detalles, voces dentro de la formación insisten en que Podemos debería tener un ministerio. La autonomía política, explican, pasa también por definir el nombre de sus representantes en el Consejo de Ministros o que, en determinados asuntos, la disciplina de voto pueda llegar a romperse, como ocurrió hace meses en el caso de la prostitución, por ejemplo.
Aunque la gobernabilidad no está asegurada —PSOE y Sumar tienen solo 153 escaños y los votos de Junts per Catalunya resultan decisivos para decantar la mayoría—, el entorno de la vicepresidenta segunda ya apremió el lunes al socio a comenzar cuanto antes los diálogos para, primero, “actualizar el programa de Gobierno” y, después, definir la estructura de la coalición. Con visiones no siempre coincidentes sobre la situación catalana, de momento, los socialistas han enfriado las prisas del equipo de Díaz, que a comienzos de semana también avanzó que el exdiputado Jaume Asens había iniciado los contactos con el partido de Carles Puigdemont para facilitar la investidura y la posible reedición del Ejecutivo. Ninguna de las dos fuerzas contempla un escenario de repetición electoral, pero, de momento, apelan a la discreción sobre las negociaciones.
Así lo expresó Díaz en una entrevista en La Sexta el martes y en esa misma línea, fuentes de su equipo descartaron un día después posicionarse públicamente sobre las intenciones de Podemos. Reiteran que están “centrados” en sacar adelante las negociaciones para “revalidar” el Gobierno y seguir llevando a cabo “políticas que mejoren la vida de la ciudadanía”.
Pese a que está previsto que los principales líderes políticos se tomen un descanso las próximas dos semanas, los equipos deben negociar los repartos dentro del grupo parlamentario antes de la sesión de constitución de Cortes, el próximo 17 de agosto. Más allá de la distribución de los recursos establecidos ya en el acuerdo de la coalición y que otorga a Movimiento Sumar un papel preponderante, quedan numerosas cuestiones por decidir, como los puestos en la Mesa, los representantes en cada una de las comisiones o los nombres de las portavocías adjuntas. Asuntos que definirán, en buena medida, la visibilidad de cada partido y el desempeño de Sumar la próxima legislatura.
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