Yolanda Díaz desdeña el cara a cara de Sánchez y Feijóo: “Dos señores que miran al pasado”
Sumar recala en Andalucía, donde apela al voto “decepcionado” con el socialismo, en una campaña en la que busca abrirse paso
Sumar busca abrirse paso en una campaña, de partida, compleja. La coalición que encabeza Yolanda Díaz, la opción más joven de las principales en disputa en las generales del próximo 23 de julio, se afana estas semanas en explicar su proyecto, hablar de propuestas y robar protagonismo a los dos grandes, PP y PSOE. En su primera parada en Andalucía, este domingo ante más de mil personas en un auditorio de la Cartuja de Sevilla, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha aprovechado el que será el tema central de mañana lunes, el debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, para cargar contra un ”bipartidismo” que Sumar considera ya caducado. “La política es demasiado seria para convertirla en un cara a cara de zascas de dos señores que miran al pasado”, ha criticado Díaz, que no tendrá oportunidad de discutir con el presidente de los populares en toda la campaña porque Feijóo ha rechazado los formatos a cuatro bandas en los que habría coincidido con Vox, su potencial aliado. En Sevilla, una provincia que ha sido feudo tradicional de los socialistas durante casi cuatro décadas, la líder de la coalición de izquierdas ha llamado también al voto de los electores “decepcionados” con el PSOE.
“Va a haber un debate que mira al pasado, un debate propio de los años noventa, que no mira a la España del futuro, a la España que quiere más derechos, felicidad, tiempo para vivir, más salarios, más sanidad pública y no hacer negocio con ella, ratios decentes en la educación pública...”, ha enumerado Díaz, para quien el duelo de este lunes representa una “España del pasado, que mira al bipartidismo” y que dejará fuera “los problemas de los andaluces y de las mujeres”. “Han convertido la política en un cara a cara de zascas”, ha insistido.
La encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la SER muestra un leve repunte de Sumar en los últimos días, estrechando el margen con Vox. La pelea por el tercer puesto con el partido de Santiago Abascal, fundamentalmente en las circunscripciones de tamaño medio, que reparten entre cinco y siete escaños, puede marcar la diferencia en el mapa tras el 23-J. El llamamiento al voto indeciso y específicamente al electorado desencantado con el socialismo, remarcando las diferencias con Sánchez y reivindicando a Sumar como el “auténtico voto útil”, se ha incrementado en un arranque de campaña intenso. Díaz está haciendo uno o dos actos cada día, frente a la limitada agenda del presidente del Gobierno, una contención que, por otro lado, preocupa a Sumar por el riesgo de que derive en una inframovilización de la izquierda.
“Sé que hay muchos andaluces que están decepcionados con el PSOE. [Los socialistas] Han gobernado muchos años y no han aprovechado para mejorar vuestras vidas”, ha subrayado Díaz antes de referirse a la elevada tasa de desempleo en la autonomía, la segunda más alta de España. “Os pido a los que tenéis dudas que votéis a Sumar. Que tengáis esperanza”, ha reclamado. En una legislatura marcada por la pandemia y la crisis de la guerra de Ucrania, muchas de las “pocas buenas noticias” que ha dado el Gobierno las ha promovido el socio minoritario —Unidas Podemos, ahora integrado en Sumar—, ha dicho Díaz en referencia a medidas como la subida del salario mínimo. La batalla de Sumar, consideran algunas fuentes de este espacio, es también una pelea contra el tiempo. El que falta para el 23-J y el que tiene para consolidarse ante la opinión pública.
El sueldo de Feijóo
Junto al cabeza de lista por Sevilla, el catedrático Francisco Sierra, y otros miembros de la lista, Díaz ha acusado a Feijóo de mentir sobre el número de horas de trabajo extraordinarias o la reforma laboral, y le ha afeado que pidiese en una entrevista en La Razón este domingo una auditoría sobre los fijos discontinuos. “Señor Fejijóo, empiece haciendo una auditoría, y la quiero transparente, sobre el sueldo que usted percibe. Y que lo conozcamos antes de que se presente a las elecciones”, ha retado la vicepresidenta antes de volver a instar al líder popular a que se “siente a debatir” con ella.
En plena ola de calor, con una previsión de 40 grados este domingo en Sevilla, las políticas climáticas también han ocupado un espacio. “Pido el voto para que salgamos a defender Doñana. Señor Moreno Bonilla, retire la ley para legalizar regadíos”, ha clamado la candidata.
Trabajadores del metal irrumpen en el mitin de Díaz en Cádiz
Medio centenar de trabajadores del metal han irrumpido este domingo poco después de las ocho de la tarde en el mitin de Sumar en Cádiz. Al grito de “Ni un paso atrás en la lucha del metal”, los participantes en la protesta han entrado en la Plaza de la Catedral durante la intervención de la líder de la coalición de izquierdas, Yolanda Díaz, para “visibilizar su lucha”, en palabras del portavoz, Israel García, que posteriormente, sin embargo, ha pedido “disculpas” y ha matizado que no se trata de una protesta contra la ministra de Trabajo, aunque reclaman que atienda sus demandas.
Los representantes piden que la empresa pública Navantia "presione" a las subcontratas, de las que dependen, para que “se cumpla el convenio” y se “mejoren” así sus condiciones laborales, que definen como “precarias”, además de asegurar una carga de trabajo “digna, duradera y real” para la bahía de Cádiz. Un poco antes, Díaz había mantenido una reunión con los principales sindicatos del sector.
Desde el atril de oradores, en un breve discurso que ha finalizado antes por la protesta, la vicepresidenta ha pedido “empleo de calidad” para la comarca y ha abogado por convertir la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en una agencia que cree “tejido industrial sostenible” y “no dependa del Ministerio de Hacienda”, esta legislatura en manos del PSOE. El acto en la ciudad, donde Sumar compite en estas elecciones con Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez y el exalcalde José María González, Kichi, ha sido más breve de los previsto, con tan solo media hora de duración, debido a la presencia de los manifestantes.
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