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Votar en ‘la Estepa’ de Soria, un pueblo con solo 10 habitantes censados

Los vecinos de esta pequeña localidad maduran si apoyarán a fuerzas nuevas o tradicionales en las elecciones de este domingo en Castilla y León

Elecciones Castilla Leon 2022
Encarnación García, una de las vecinas de Estepa de Juan (Soria, 10 habitantes), junto a la Mesa electoral de su pueblo.Nacho Izquierdo

Desde que cerró su única escuela en los años 70, la población en Estepa de San Juan no ha dejado de caer. Entonces había algo más de 50 habitantes: ahora solo quedan 10, todos adultos, aunque solo uno duerme en el pueblo durante la semana. Es José Ramón Ruiz (59 años), teniente de alcalde de la localidad por el Partido Popular —aunque no es militante de la formación—. Trabaja en su propia empresa de alquiler de coches en Soria capital. No ha seguido la campaña electoral a las Cortes de Castilla y León con mucho interés, aunque se considera informado y recalca la importancia de acudir a las urnas. “Hay que intentar votar a la opción que parezca menos mala, pero no es fácil”, reconoce. No desvela su voto, pero cree que el panorama en el pueblo será similar al de otros años. “Podría haber un empate entre PSOE y PP y algún voto que vaya Soria ¡Ya!, pero no creo que vaya a haber mucho cambio”. En los últimos comicios autonómicos, en la Estepa —como llaman a Estepa de San Juan— PP, PSOE y Ciudadanos recibieron dos votos cada uno, y Podemos-Equo cosechó uno.

El desencanto de Ruiz hacia la política institucional es compartido por otros habitantes del pueblo, que han visto decepcionadas sus expectativas muchas veces, especialmente a nivel nacional. “Ha habido varios representantes importantes como Juan José Lucas [ministro de la Presidencia con el popular José María Aznar y presidente de la Junta regional hasta 2001, entre otras cosas], y no han hecho nada por la provincia”, valoran Encarna García (49 años) y su marido, Isidro Gómez (52 años), otros dos vecinos. Ambos trabajan en la capital soriana, ella en una fábrica de coches y él en el mantenimiento de un hospital. Cuando cerró la escuela y las oportunidades laborales desaparecieron, el padre de García se fue a Soria a buscar trabajo. Ahora su hija no ve la hora de mudarse definitivamente con su marido a la Estepa.

Si la nueva formación localista Soria ¡Ya! ha conquistado a alguien, es a ellos. “Se lo han currado mucho, han ido por todos los pueblos y ha funcionado mucho el boca a boca”, comenta Gómez, que deja entrever su voto aunque evita confirmarlo: “Por lo que oigo, creo que va a pegar un sorpresón”. Gómez es concejal por el PSOE en la Estepa, pero no milita en el partido. “Yo lo tengo clarísimo”, mantiene sin miramientos Encarna García, en referencia a Soria ¡Ya!: “Estoy muy, muy ilusionada”. Soria elige en total cinco procuradores para las Cortes de Castilla y León. En las elecciones de 2019, el PSOE se llevó tres y el PP, los otros dos. En esta ocasión, los mejores pronósticos contemplan que Soria ¡Ya! le arranque tres de ellos a las formaciones tradicionales, algo que supondría la mayoría absoluta a nivel provincial.

“Si ahora no es el momento, a ver cuándo”, dice García. El matrimonio acudió con sus familias a la “Revuelta de la España Vaciada”, la marcha de protesta que organizó en la capital madrileña en 2019 la plataforma, todavía incipiente. José Ramón Ruiz cree que la formación va a tener “muchísima dificultad” para conectar con los grandes partidos y con las instituciones: “Si su voto sirve para alcanzar una mayoría, me imagino que intentarán conseguir algo importante para Soria, pero solo en ese sentido. Si su voto no sirve para constituir Gobierno, va a ser un altavoz para decir cosas, pero los núcleos grandes probablemente seguirán llevándose los privilegios y el dinero”, argumenta.

Laureano Fuentelsaz (70 años), en la antigua Calle Mayor de Estepa de Juan, ahora en ruinas.
Laureano Fuentelsaz (70 años), en la antigua Calle Mayor de Estepa de Juan, ahora en ruinas. Nacho Izquierdo
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Laureano Fuentelsaz, de 70 años, pasea junto a Gómez y García por unas calles desdibujadas y una vía Mayor ya irreconocible hasta llegar a la antigua casa en la que nació y vivió hasta que tuvo que marcharse con 22 años. “Yo he visto todas estas casas abiertas. Aquí también vivía la maestra, que era toda una institución”. Fuentelsaz trabajó durante muchos años en una fábrica de Zaragoza y, aunque ahora vive con su mujer en el municipio de al lado, Villares de Soria —donde votará este domingo—, cada día vuelve a su pueblo natal para rehabilitar su antiguo hogar, que espera que ahora disfruten sus hijas. “Yo siempre he votado socialista, como trabajador que he sido”, conversa Fuentelsaz. Esta vez, sin embargo, también optará por Soria ¡Ya!: “Hay que darle una oportunidad a los nuevos”.

La decepción con los partidos clásicos ha hecho mella. “El famoso Plan E de [el expresidente José Luis Rodríguez] Zapatero para cambiar tres farolas en el pueblo se anunció con un cartel que costaba más que las propias farolas”, continúa, con ironía, Gómez. Tanto él, como Encarna García y Laureano Fuentelsaz ven pocas salidas institucionales. No rechazan el plan de incentivos fiscales para el mundo rural que proponen casi todos los partidos que aspiran a la Junta, pero creen que son “parches”. También aplauden la descentralización de organismos, aunque de momento solo han visto instalar una gran prisión en Soria que remodela la existente. “No es lo ideal”, critican con sorna, “nos han dado lo que nadie quiere”.

A escasos kilómetros de distancia de sus casas, aparecen enfilados en el horizonte una hilera de molinos de viento: la gran promesa de repoblación. En 2018 se opusieron a la construcción del parque eólico, que pretendían situar a 650 metros del núcleo urbano, pero solo consiguieron que se edificara un poco más lejos, explica José Ramón Ruiz, teniente de alcalde de la localidad. Auguraban muchos puestos de trabajo, pero la realidad es otra. “Al final solo requiere cierto mantenimiento, puede venir cualquiera de la capital una semana a hacerlo e irse, no fija población”, sostiene Ruiz.

Encarna Gómez coincide. Asume que el pueblo “está perdido”, al menos a corto y medio plazo, y mantiene la esperanza de que sean las próximas generaciones quienes lo resuciten porque no cree que haya políticas capaces de revertir la situación.

Estepa de San Juan (Soria).
Estepa de San Juan (Soria).Nacho Izquierdo

Para intentar hacer más atractiva la vida en el pueblo, próximamente van a instalar una red wifi en los espacios públicos del municipio gracias a la iniciativa WiFi4EU de la Comisión Europea: un bono de hasta 15.000 euros en un municipio con un presupuesto anual de en torno a 45.000. Son los pequeños avances, sostiene Ruiz, que pueden servir para que alguien que busque vivir en un pueblo acabe eligiendo la Estepa. Pero las competencias de un municipio tan pequeño no abarcan mucho más que la gestión de las aguas y las basuras: reciben mucho apoyo de la Mancomunidad de las Tierras Altas y de la Diputación.

El problema no solo es del pueblo, apunta Gómez, también ocurre con la capital soriana: “No tenemos infraestructuras y por eso no hay gente. Y, como no hay gente, no construyen infraestructuras. Es la pescadilla que se muerde la cola”, se lamenta. A pesar de las dificultades, están dispuestos a pelear por el porvenir de su tierra. “Si no tuviéramos esperanza, no estaríamos aquí”, remata optimista Gómez.

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