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Igea y Mañueco se disputan los logros de su coalición de gobierno fallida en el debate electoral de Castilla y León

Tudanca reprocha al candidato del PP que convocase elecciones en plena crisis sanitaria, en el primer debate con un candidato confinado por positivo en covid

Elecciones Castilla y León
El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se prepara para participar esta noche en el debate desde el salón de su casa, por ser positivo en coronavirus.Nacho Gallego (EFE)
José Marcos

Los debates son uno de los momentos más solemnes de las campañas electorales. Al menos esa es la teoría. En la de Castilla y León para los comicios del 13-F, el mayor interés del primer debate televisado con un candidato telemático estaba en comprobar hasta dónde llega la inquina entre el confinado Francisco Igea (Ciudadanos) y Alfonso Fernández Mañueco (PP), antiguos socios en el Gobierno regional. Ambos han mostrado su tono más duro con su antiguo aliado y ambos se han disputado como propios los logros del Ejecutivo regional, mientras achacaban los fracasos a Pedro Sánchez. En ese particular duelo, Luis Tudanca, el candidato socialista ha reprochado a Igea y Mañueco la gestión de la pandemia en la comunidad, mientras cuestionaba a sus adversarios por hablar más del Gobierno central que de los problemas de Castilla y León.

Los reproches y justificaciones por la convocatoria electoral sin previo aviso, y que el PP completó con la expulsión de Ciudadanos del Ejecutivo de coalición, no se han hecho esperar. Confinado en su domicilio tras dar el viernes pasado positivo por covid, el cabeza de lista de Ciudadanos y exvicepresidente autonómico había adelantado que iba a instar, vía plasma, al presidente de la Junta para que aclarase con quién pactaría si le dan los números tras las elecciones del 13 de febrero. Es decir, si estaría dispuesto a gobernar con Vox o como mínimo a depender de la extrema derecha, que ahora tiene un escaño y según los sondeos subirá con fuerza.

Igea ha llamado “tránsfuga” al presidente regional, a quien ha reprochado que convocase las elecciones regionales en pandemia. El candidato socialista, Luis Tudanca, también ha considerado desafortunado para la región que Mañueco llamase a las urnas en plena crisis sanitaria. El aspirante del PP ha defendido que ya se han convocado otros cinco comicios en España en estas circunstancias sanitarias.

El candidato de Ciudadanos ha puesto en valor la gestión que hizo de la Sanidad regional su partido mientras permanecía en el Gobierno. “Durante la pandemia estaba usted escondido, al igual que [Pedro] Sánchez”, le ha dicho Igea a quien hasta la convocatoria de elecciones era su socio en el Gobierno. Los antiguos socios han reclamado para sí la gestión de la pandemia y de la vacunación en Castilla y León, pero se la han negado al otro.

Mientras Mañueco ha buscado mostrarse como el candidato tranquilo que garantiza la continuidad y ha prometido rebajas de impuestos, Igea ha insistido en que solo la llegada de Ciudadanos al Gobierno regional ha hecho que el PP cumpla sus promesas. Tudanca, por su lado, ha asegurado que la pretensión del presidente castellanoleonés con la rebaja fiscal es convertir Castilla y León en “un paraíso fiscal para los ricos. Pero esto no es Madrid”, le ha dicho. Y por eso ha pedido el voto para el PSOE como la opción del cambio para la región.

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El popular ha prometido un cheque-bebé para fomentar la natalidad y corregir la despoblación mediante, lo que Tudanca ha aprovechado para reivindicar esa ayuda como una creación socialista y para atacar al candidato del PP con el dato de que Castilla y León es la comunidad que más población pierde de España. “No, es que ahora está de moda porque lo ha prometido en Madrid Isabel Díaz Ayuso”, ha bromeado Igea: “Y ya sabemos que lo que promete Ayuso, Mañueco lo hace al día siguiente”.

Luis Tudanca, a la izquierda, Alfonso Fernández Mañueco, esta noche justo antes de comenzar el debate.
Luis Tudanca, a la izquierda, Alfonso Fernández Mañueco, esta noche justo antes de comenzar el debate. Europa Press/Photogenic/Claudia Alba. POOL (Europa Press)

El debate se ha celebrado en la sede de las Cortes de Castilla y León, con la única presencia física del candidato del PP y del socialista Luis Tudanca. Los aspirantes de Unidas Podemos y de Vox no han participado porque, según la normativa autonómica, solo pueden hacerlo las formaciones que tiene grupo parlamentario propio. Pablo Fernández, cabeza de cartel de Unidas Podemos, ha reconocido que era un “inconveniente” quedarse fuera. “Para ver falsas peleas quizás mejor me centro en otra cosa”, ha afirmado el de Vox, Juan García-Gallardo, que ha asegurado que no seguiría la retransmisión.

Mañueco es, con diferencia, el que más se juega en el debate por mucho que parta como favorito en todas las encuestas excepto el CIS. Sus apelaciones en lo que va de campaña a una movilización “masiva” refuerzan la incertidumbre que, en privado, reconocen otros partidos debido a la complejidad que implica estimar cuál será la participación el 13-F. Nadie lo tiene claro por las circunstancias inéditas, en invierno y plena sexta ola. Y, por primera vez, sin unas elecciones autonómicas y locales simultáneas en la comunidad más extensa y con más municipios (2.248, uno de cada cuatro de los que hay en España).

La gran fortaleza del PP es al mismo tiempo su mayor debilidad. Los 35 años de gobiernos consecutivos del PP dejan a Mañueco poquísimo margen de maniobra frente a Tudanca e Igea. La defensa de la gestión de la Junta ante problemas que se arrastran desde hace décadas como la despoblación o el estado de la sanidad pública -sobre todo la rural- sin una alternancia en el poder, no le resultará sencilla. Poco podrá decir a la cifra tremebunda de 196.000 habitantes que la comunidad ha perdido desde 1987, cuando José María Aznar inició el ciclo de victorias de la derecha. Y la sangría va a ir a peor según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que calcula que entre 2020 y 2035 Castilla y León el saldo negativo se acelerará y será de 239.000 personas. Esto es, la décima parte de los 2,38 millones de residentes registrados a 1 de enero. Lo mismo le sucederá a Mañueco con la sangría de jóvenes que año tras año, tras formarse en las universidades de Salamanca o Valladolid, terminan por irse a Madrid y otras comunidades en busca de las oportunidades que no encuentran en su tierra. Los datos tiran para atrás: Castilla y León ha perdido 308.952 jóvenes de entre 15 y 40 años en el siglo XXI. Este sector de la población se ha reducido un 35% en solo dos décadas.

Mañueco, y a la izquierda Igea en una pantalla, durante el debate de esta noche.
Mañueco, y a la izquierda Igea en una pantalla, durante el debate de esta noche.Europa Press/Photogenic/Claudia Alba. POOL (Europa Press)

En semejante contexto, la estrategia del presidente castellanoleonés en campaña ha consistido en elevar el foco y cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Sus advertencias, vinculando el cambio en Castilla y León con la “plaga sanchista”, no incomodan al PSOE. Tudanca aprovecha cada oportunidad, sean mítines o debates, para repasar el legado de las tres décadas y media del PP a los mandos de la Junta.

El PP confía en que el PSOE, vencedor en 2019, no tenga la misma capacidad de movilización —a fin de cuentas, no ganaba desde 1983— y que no sume más procuradores que los populares con una amalgama de fuerzas formada. La integrarían Unidas Podemos, Ciudadanos —si no se hunde y logra representación—, Unión del Pueblo Leonés y la plataforma de la España Vaciada, que salvo en Soria no parece consolidada en el resto de provincias donde se ha presentado. En Madrid la izquierda logró menos diputados que el PP, y eso facilitó el Gobierno en solitario de Isabel Díaz Ayuso, que tira de los apoyos externos de Vox. Pero la extrema derecha ya ha advertido que solo contempla gobernar en Castilla y León.

El certamen lo ha organizado finalmente RTVE y moderado el periodista Xabier Fortes. Aquí también ha habido polémica, tras la decisión inicial de la Comisión de Profesionales de los Medios de Comunicación de Castilla y León de que la producción del debate se encargara a la cadena autonómica privada. La resolución de la Junta Electoral dando la razón a la cadena pública, y también en el reparto de los bloques temáticos, provocó la dimisión del presidente y la mayoría de miembros de la comisión. Entretanto, la próxima semana aguarda el segundo debate. Será el 9 de febrero. En ese ya debería estar Igea. A no ser que la campaña se le vuelva a torcer a Ciudadanos.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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