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La policía localiza nueve muertos en el edificio de Valencia destruido por el fuego y busca a un desaparecido

El juzgado inicia la investigación del origen del devastador incendio, mientras la asociación del poliuretano niega que este material estuviera en el revestimiento de la fachada del inmueble

Bomberos y policía nacional trabajan en el edificio que fue devastado el jueves por las llamas. Foto: MÓNICA TORRES | Vídeo: EPV
Ferran Bono

La policía científica y los bomberos pudieron entrar este viernes por fin al edificio devastado por las llamas en el barrio valenciano de Campanar y hallaron los restos de 9 personas. Entre ellas, una pareja con dos hijos de corta edad que se quedaron en el interior de su vivienda. La siniestra mole negra de hormigón en que ha quedado el complejo de dos torres con 138 viviendas unidas por un ascensor se enfrió lo suficiente para poder acceder y realizar la primera inspección ocular que elevó el número de cuatro a una decena de fallecidos en unas horas. Además, cuatro personas ilocalizadas dieron señales de vida y no se contabilizaba oficialmente ninguna persona desaparecida. No obstante, a última hora de la tarde se reconoció una, tras reducirse el número de fallecidos a nueve. Los datos fluctúan. El estado de los cadáveres, el hecho de que muchas viviendas estuvieran en régimen de alquiler, la presencia de inquilinos extranjeros y el gran número de escombros acumulados aconsejan ser prudentes.

Solo dos heridos de los 15 contabilizados permanecen en el hospital. Los dos son bomberos. La pareja formada por un belga y una portuguesa, que estuvo a merced de las llamas durante dos horas y medias en un balcón, agradecían ayer a los bomberos que “arriesgaran sus vidas” para rescatarlos. Una mujer que perdió su casa en el incendio rompió a llorar cuando se acercó para pedirles algo de ropa a los jóvenes falleros que no dan abasto recogiendo donaciones de la gente para los afectados. 38 vecinos están alojados en un hotel de la ciudad y los otros repartidos por domicilios de familiares, amigos o segundas residencias. Es el caso de una vecina que estaba en la población alicantina de Dénia y vio a través de las cámaras de seguridad de su vivienda el momento exacto en el que las llamas se adueñaron de ella. Se estima que en el edificio vivían cerca de 450 personas. El día después del devastador incendio, cuyas imágenes dantescas han dado la vuelta al mundo, fue dramático y también el inicio de las actuaciones para esclarecer el origen del incendio.

El aspecto del edificio siniestrado, este viernes por la mañana.
El aspecto del edificio siniestrado, este viernes por la mañana.Mònica Torres

La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia abrió diligencias para investigar las causas y circunstancias y decretó el secreto de las actuaciones a fin de proteger las pesquisas y la intimidad de las víctimas y sus familiares. Se sabe que se originó sobre las 17.30 en un piso de la séptima planta y algunas versiones, como la del conserje, que tanto ayudó avisando a los vecinos de las llamas, aseguran que estaba vacío.

Los expertos coinciden en que los materiales de construcción de la fachada fueron los que provocaron la rápida propagación de las llamas. Son placas de aluminio que contienen un material sintético combustible. Además, entre estas y la estructura del edificio se colocó un aislante. Una ingeniera que peritó el edificio años atrás dijo el jueves que la fachada contenía poliuretano, al igual que algunos arquitectos. Ayer rectificó e indicó que se precipitó en sus palabras, en declaraciones a El Confidencial. La Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido (IPUR), por su parte, señaló que “no hay evidencias” de que la fachada del edificio, que se acabó de construir en 2008, tuviera poliuretano en su revestimiento, según confirmó la administradora y el libro del edificio, añadió la entidad. Se apunta ahora a un material termoplástico, como una resina para adherir el aluminio, como acelerante de las llamas, unido al fuerte viento, que se extendieron en menos de una hora a todo el edificio, salvo a los bajos comerciales.

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Un equipo multidisciplinar, formado por varias unidades policiales de identificación, análisis científico e investigación de delito se ha desplazado a Valencia para hacerse cargo de las pesquisas. Son las unidades que ya se ocuparon del incendio que mató a 13 personas en dos discotecas de Murcia el pasado mes de octubre. Por su parte, la Unidad Militar de Emergencias (UME) dio este viernes por finalizadas las misiones asignadas y se replegaron a sus bases.

Carlos Mazón y Pedro Sánchez, este viernes, en el lugar del incendio, en el barrio de Campanar.
Carlos Mazón y Pedro Sánchez, este viernes, en el lugar del incendio, en el barrio de Campanar.Mònica Torres

En torno al esqueleto de hormigón se ha establecido un amplio perímetro de seguridad por donde solo transitan los profesionales vinculados a las distintas labores de emergencia, extinción, vigilancia e investigación, además de los políticos. El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, se trasladó al lugar del incendio, donde se reunió con los servicios de emergencias y el resto de autoridades, entre las que se encontraban el presidente valenciano, Carlos Mazón, y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ambos el PP, presentes desde bien temprano, entre otros. “La prioridad ahora es la búsqueda de víctimas y sin duda tratar de salvaguardar con ello la seguridad de los servidores públicos”, manifestó Sánchez.

Los dirigentes valencianos anunciaron una serie de ayudas de entre 6.000 y 10.000 euros para productos de primera necesidad —ropa, taxi, comida, bebidas, etc.— destinadas a las familias afectadas en su vivienda habitual. El Ayuntamiento de Valencia ha ofrecido un edificio de 131 viviendas que adquirió por el derecho de tanteo para los vecinos.

Muy cerca del puesto de mando, se está montando una carpa fallera para las próximas fiestas de la ciudad. La vida continúa en el barrio. Los vecinos se acercaban este viernes a sacar fotografías de la siniestra mole, pero en un número muy inferior al del gentío que se agolpó el jueves en torno al cordón policial mientras las llamas devoraban el edificio.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.
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