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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Todos apuestan al voto útil

Vamos a asistir a una ofensiva muy especial de socialistas y populares a los que les gustaría evitar a toda costa ver condicionadas sus políticas por incómodos socios que les hacen parecer más radicales frente a los votantes más centristas o moderados

El president de la Generalitat, Ximo Puig (i), saluda al presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (d), en presencia del presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) y vicepresidente de la CEOE, Salvador Navarro.
El president de la Generalitat, Ximo Puig (i), saluda al presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (d), en presencia del presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) y vicepresidente de la CEOE, Salvador Navarro.Biel Aliño (EFE)
Bernardo Guzmán

Estamos a seis meses del inicio de la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas, éstas últimas siempre que el President Puig decida hacerlas coincidir algo que, por cierto, se daba por seguro hasta hace poco pero que ahora de vez en cuando ponen en duda desde oposición, socios del Consell y hasta dirigentes del PSPV. Comienza por tanto el sprint final y, una vez más, se empieza a recurrir a los clásicos. Uno de los más destacados es la llamada al voto útil algo que no es exclusivo de las dos fuerzas que ansían los tiempos del bipartidismo sino que se extiende absolutamente a todos porque partidos como Compromís, Podemos o Vox centran buena parte de su discurso en presumir que gracias a ellos los máximos responsables de los distintos gobiernos se ven obligados a no traicionar las políticas de izquierdas o derechas según el caso.

Sin embargo, a partir de ahora vamos a asistir a una ofensiva muy especial de socialistas y populares a los que les gustaría evitar a toda costa ver condicionadas sus políticas por incómodos socios que les hacen parecer más radicales frente a los votantes más centristas o moderados. A pesar del difícil equilibrio de no intentar enfadar demasiado a los que muy probablemente necesiten después de los comicios para alcanzar el poder, creo que vamos a asistir más pronto que tarde a discursos tanto de Ximo Puig como de Carlos Mazón diciendo, con más o menos convicción, que quieren y pueden llegar a alcanzar la mayoría absoluta en un evidente e indisimulado intento de captar el voto útil.

Puig buscará el apoyo de todos los que se identifiquen con conceptos como justicia redistributiva, solidaridad, apoyo del Gobierno para cubrir necesidades básicas, reconocimiento de derechos e impulso de la administración para mover la economía. Mazón busca su cliente entre los que persiguen libertad ante el control del Estado, defensa de los símbolos frente a presuntas agresiones catalanistas, bajada de impuestos, libre mercado y reducir el peso de la administración para que sea la empresa la que pueda generar empleo.

El problema es que las expectativas marcadas por las encuestas conocidas hasta ahora dejan a ambos muy lejos de esa mayoría absoluta en les Corts otorgándoles como máximo 35 de los 50 escaños necesarios. Estos tiempos tan convulsos y con tantos y tan rápidos cambios les invita al optimismo pero hace falta mucho más.

La nueva política surgió con el desencanto de la gente por la crisis de 2008. Entonces el romanticismo ideológico se sobrepuso a la eficacia en la gestión. Pero cuando la nueva política se incorpora a la gestión los ciudadanos comprobamos que utilizan los mismos parámetros. Con la crisis de la Covid parece que la ciudadanía reclama más gestión que ideología, hay que resolver los problemas. Esto puede favorecer a los partidos con más experiencia directa al frente de las instituciones. De hecho, las encuestas desvelan una bajada notable de las expectativas de Unides Podem, Vox y, sobre todo, Ciudadanos.

Así las cosas, no duden como les decía al principio que el llamamiento al voto útil va a ser cada vez más intenso. Eso sí el resultado de esos discursos es una auténtica incógnita. No me gusta apostar a nada y menos a esto así que si me preguntan por el resultado les diré que esperemos a la noche del 28 de Mayo de 2023.

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