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DISEÑO

El concepto ‘Naranja valenciana’ que no hace falta traducir como marca

El diseñador Nacho Lavernia explica la marca registrada para promocionar el crítico en una nueva campaña lanzada por la Generalitat

El País
La marca Naranja valenciana, del estudio Lavernia & Cienfuegos.
La marca Naranja valenciana, del estudio Lavernia & Cienfuegos.

Cuando empezaron a trabajar sobre un producto tan popular y arraigado, los profesionales del estudio Lavernia & Cienfuegos, se percataron rápidamente de que el concepto naranja valenciana es tan conocido que había que trabajar en un símbolo muy potente visible y directo. “Incluso los operadores fuera de España prefieren no traducirlo a sus idiomas para que se vea su origen que ya de por sí es un reclamo”, explica Nacho Lavernia, Premio Nacional de Diseño 2012. También se dieron cuenta de la importancia de destacar precisamente ese concepto en los puntos de venta y por tanto, en las etiquetas de las naranjas, en las cajas, allí donde es visible para distinguirlas del resto.

Así surgió la marca propia, colocando la palabra valenciana con una tipografía muy clara dentro de un círculo en forma de cítrico. Mientras la tipografía ayuda a leer fácilmente la palabra, la división de la misma dentro de este espacio limitado “requiere un mínimo esfuerzo” para interpretarla, lo que “propicia que se te quede grabada”, apunta el diseñador del estudio valenciano, que comparte con los socios Alberto Cienfuegos y Juan Cervera. Cuentan con una contrastada experiencia en el diseño de productos, por ejemplo, para el fabricante RNB de productos cosméticos y colonias para Mercadona.

Con la marca registrada Naranja Valenciana, la Generalitat destinará este año medio millón de euros en una campaña de promoción en los mercados de la Comunidad Valenciana que se ampliará a España y Europa, próximamente La campaña publicitaria de la Generalitat, en colaboración con el Consell Regulador Indicación Geográfica Protegida (IGP), lleva por lema Tria sentiment. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, encabezó la comitiva política que presentó la campaña el pasado martes en el Palau de les Comunicacions de Valencia (antiguo Correos). Destacó la “gran oportunidad” de promoción porque, a pesar de que hay que mucha oferta de frutas que hacen la competencia, se trata de un “producto que une calidad, sabor y beneficios nutricionales” reconocido internacionalmente. En países, como Singapur, a las naranjas se les llama “valencianas”, apostilló.

La iniciativa promocional persigue dos objetivos: aumentar el consumo de naranja y reforzar la identificación de la naranja con la Comunidad Valenciana para que al final “se consiga que el agricultor valenciano pueda vivir con dignidad”. El territorio valenciano cultiva el 2% de los cítricos en el mundo y concentra el 14% de la exportación global.

El presidente de la Indicación Geográfica Protegida Cítricos Valencianos, José Barres, señaló: “Se pueden producir naranjas y mandarinas en cualquier parte, pero el sabor de las de aquí en ninguno”. Por ello, recalcó que hay que “recuperar el prestigio y que los mercados lo reconozcan y los consumidores las demanden”. Agradeció el apoyo de la Generalitat, pero incidió en que estas acciones “deben tener un retorno al productor para que reciba un precio justo”. El bajo precio que se paga a los agricultores es uno de los principales problemas. Recordó que la citricultura “forma parte de nuestros paisajes y entramados económicos” y recordado que “los agricultores son el primer eslabón de una gran cadena”.

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