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Familias de una escuela de Coma-ruga (Tarragona) denuncian los fuertes olores en los barracones

Educación sustituirá en verano el suelo tras detectar un defecto de construcción que hace que el pegamento no se seque y supure, y que afecta a dos centros más

Escuela de Coma-ruga
Una escuela en módulos prefabricados, en una imagen de archivo.CARLES RIBAS

El instituto escuela de Coma-ruga, a diferencia de lo que sucede en otros municipios, está en pleno crecimiento a raíz del traslado de personas de la ciudad a pueblos desde la pandemia. El centro, inicialmente de una línea, tiene actualmente tres en varios cursos. Este repentino movimiento lo han salvado con la colocación de módulos prefabricados. Pero profesores y familias se encontraron que los que llegaron en noviembre de 2022 desprendían un fuerte olor. Los alumnos se quejaban constantemente y los padres pudieron comprobarlo en las reuniones con la escuela. “Se notaba un fuerte hedor y vimos que el pegamento supuraba del suelo”, explica Noemí Castro, madre del centro y una de las portavoces del AFA.

Las familias explican que empezaron a indagar y descubrieron que se trataba de un error de construcción, “que el pegamento no se secaba y que estaba dejando escapar compuestos volátiles”, detalla Castro. “Entonces pedimos garantías de que no era tóxico y nos enseñaron unos informes de un estudio que habían hecho en un centro de Mollerussa. Decía que no era perjudicial, pero que abriéramos las ventanas y que no pusiéramos personas vulnerables. Pero aquí hay criaturas”, espeta la madre, quien también lamenta que han tenido que pasar en invierno “con las ventanas abiertas y la calefacción a tope”.

Las madres hablan de posibles efectos nocivos, aunque se muestran cautas. “La gente se queja de sequedad de la piel, de bronquitis muy largas o pulmonías en personas que antes no las sufrían. Pero no tenemos ningún informe médico que lo vincule”, admite Castro. Con todo, las familias aseguran estar preocupadas y piden que se solucione el problema lo antes posible.

El Departamento de Educación se comprometió a cambiar el pavimento de los módulos el pasado verano, pero no se llevó a cabo “porque era necesario estudiar diferentes opciones”. El departamento asegura que las obras de sustitución se llevarán a cabo este verano. También trabajan para hacer lo mismo en los otros dos centros educativos afectados por este problema -el instituto escuela Vilafranca 2 de Vilafranca del Penedès y el instituto Salt del Duran de Mollerussa-, pero todavía no tiene cerrada la contratación.

Los tres centros tienen en común que recibieron los módulos prefabricados a finales de 2022. “Parece que son todos de la misma remesa”, apuntan desde el instituto escuela Vilafranca 2. El centro también detectó la anomalía, pero aseguran que ha tenido menos impacto porque durante todo un año ocuparon solo una pequeña parte del módulo. “Tuvo tiempo de ventilarse y el pagamento, de secarse. Pero si hace calor o la calefacción está muy fuerte, la cola sobresale. El primer año el problema era más grave”, explican desde el centro.

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