La Copa del América exige a los equipos introducir un sistema de reciclaje de agua en sus bases de Barcelona

La Copa del América de vela navega sobre el agua, pero observa con preocupación el cielo. Sin episodios de lluvia previstos, la organización estudia la manera de limitar el consumo de agua en las bases portuarias de los equipos participantes en Barcelona. Como primer paso ha pedido a los equipos que implementen sistemas de reciclaje hídrico para reducir su uso. La Agencia Catalana del Agua considera que la competición se engloba en los usos lúdicos recreativos asimilables al uso urbano, por lo que las medidas deben reducir un 25% el consumo habitual, según aseguran fuentes de la entidad a EL PAÍS.

ACE, la entidad organizadora, mandó el pasado 2 de febrero, un día después de que la Generalitat decretara la fase 1 de emergencia, una carta a todos los equipos firmada también el Puerto de Barcelona en los que instaba a los participantes a implementar medidas para limitar el consumo. La misiva exponía la “severidad” de la sequía y recordaba la necesidad de cumplir con las obligaciones de la legislación catalana. “Los competidores tienen que cumplir las regulaciones de cualquier ciudad (…) que tenga jurisdicción sobre parte de la competición”, señala el artículo 69 del protocolo de la Copa del América. El Puerto ofreció la posibilidad de que Agbar trasladara agua tratada desde la desalinizadora de El Prat de Llobregat hasta las bases o que los equipos crearan su propia desalinizadora, además de abrirse a nuevas propuestas de ahorro. Los equipos tendrán que concretar qué sistema implementarán antes del 31 de marzo.

La organización no ha establecido de momento un máximo hídrico por equipo. La magnitud de los seis participantes es diferente por el volumen de trabajadores. El consumo también varía y dificulta imponer un máximo común. Como parámetro comparativo, en todo caso, el Alinghi Red Bull Racing, el conjunto suizo establecido en la ciudad desde 2022 con unos 130 trabajadores, consume unos 5.000 litros al día, según calcularon miembros del conjunto a EL PAÍS en un reportaje reciente.

El cálculo del equipo suizo se dividía en dos aspectos: el uso corriente del día a día en la base (cocina, consumo, mantenimiento...) y la limpieza de los barcos que salen casi cada día al mar para entrenar. Limpiar el AC75 (el tipo de modelo de barco de la competición) requiere unos 1.500 litros de agua diarios, mientras que los chasing boats (embarcaciones que siguen al AC75 y toman al minuto sus datos de rendimiento) y el spy boat (que comparte información con el resto de los equipos para evitar el tradicional espionaje) algo menos. Limpiar con agua salada no es posible porque la sal oxida la superficie de las embarcaciones.

La mayoría de los equipos ya tomaron medidas antes de que la organización ordenara la instalación de los sistemas de reciclaje. El Alinghi Red Bull Racing instaló una desalinizadora capaz de potabilizar 15.000 litros diarios de agua salada bombeada directamente del mar que se alimenta de la energía solar. “Nosotros no consumimos energía no renovable ni agua corriente”, celebran desde el equipo suizo. Desde su puesta en marcha, la desalinizadora ya ha ahorrado unos 600.000 litros de agua, equivalente al consumo máximo diario de 3.000 personas. El Orient Express francés ya anunció a finales de 2023 la creación de sistemas de gestión de agua para “reciclar aguas grises y tratar las aguas negras”, según anunciaron en un comunicado.

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