¿Cuáles son las restricciones de agua en los municipios de Barcelona que entran en emergencia por sequía?

El Govern declarará este jueves la fase de emergencia por sequía extrema en Barcelona y otros 201 municipios de su entorno, que concentran más de seis millones de habitantes, casi el 80% de la población catalana. La fase de emergencia (que tiene tres etapas: emergencia I, emergencia II y emergencia III) prevé ampliar las restricciones en el uso de agua para los ciudadanos, administraciones, industria y sector primario en Barcelona y prácticamente toda su provincia, el territorio que se abastece de los embalses del sistema de los ríos Ter y Llobregat. Las que siguen son las afectaciones, que entrarán en vigor cuando se publique la declaración de emergencia I en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC).

Caída de presión en los municipios que superen los 200 litros por habitante y día. Los municipios que superan los 200 litros de agua por habitante y día son los primeros que sufrirán restricciones de agua en los domicilios. Una restricción que en ningún caso comportará cortes de suministro, sino una reducción de la presión. De entrada, se aplicará la habitual presión nocturna en horas de día.

Los tres primeros municipios donde las restricciones llegarán a los grifos domésticos. Son Corbera de Llobregat, Cervelló y La Palma de Cervelló. Estos tres municipios del entorno de Barcelona, prácticamente pegados entre ellos, serán los primeros donde habrá restricciones de agua. Suman 28.000 habitantes y son estas poblaciones porque son las que registran mayores consumos de agua del área de Barcelona: entre 262 y 282 litros por persona y día en noviembre. La paradoja es que, en parte, los consumos récord se registran por las pérdidas de agua en su red de abastecimiento, larga para llegar a decenas de urbanizaciones y envejecida. El Govern, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA), ha multado a estos tres municipios, cuyos alcaldes reprochan a la propia Generalitat que no les otorgue ayudas para mejorar la situación de su red.

¿Y los grifos en la ciudad de Barcelona? En el peor de los escenarios, si no llueve, las restricciones no llegarían a los grifos de los vecinos de la ciudad de Barcelona hasta verano. Porque no será hasta la fase de Emergencia III cuando la ciudad superaría el consumo máximo previsto en el plan, de 160 litros por persona y día. Es entre junio y septiembre cuando la ciudad suele gastar más agua potable, por encima de los 170 litros, con datos del año pasado.

Prohibido lavar el coche. Está prohibida la limpieza de cualquier tipo de vehículo, excepto si se realiza en establecimientos comerciales específicos que utilicen recirculación de agua.

Limpieza viaria y de mobiliario urbano solo con agua freática. Está prohibida la limpieza urbana con agua potable, como el baldeo de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas o similares, sean públicos o privados. Las únicas excepciones son la limpieza después de un accidente, un incendio o si hay un riesgo sanitario o para la circulación. Los ayuntamientos sí podrán utilizar agua regenerada o procedente de las balsas subterráneas, el agua freática. Sí está permitida la limpieza de escaparates y ventanas con cubo y esponja.

Riego de zonas verdes y jardines, tanto públicos como privados: el mínimo indispensable. Está prohibido regar jardines y zonas verdes, tanto si son públicos como privados. Las excepciones son el riego de supervivencia de árboles o jardines botánicos si se hace con agua regenerada o freática. El riego, además, debe hacerse en horas “de baja insolación”.

Instalaciones deportivas: riego indispensable y menos duchas. El riego de campos deportivos se podrá realizar, con el mínimo de agua indispensable, solo en deportes federados y si no se hace con agua potable y también en horas de baja insolación. El mismo ahorro en el riego se debe aplicar en otros usos deportivos, como las duchas. Los gimnasios catalanes han propuesto duchas de tres de minutos.

Piscinas públicas, privadas y turísticas, solo llenado. Está prohibido llenar total o parcialmente cualquier tipo de piscina. Solo está permitido rellenar utilizando la cantidad indispensable para garantizar la calidad sanitaria y con sistemas de recirculación de agua en las piscinas cubiertas de equipamientos del censo de la Generalitat, siempre que apliquen medidas de ahorro del agua utilizada para rellenar en las duchas. Las piscinas descubiertas donde entrenan federados también se podrán rellenar, pero deben cerrar las duchas para compensar el gasto de agua. También se podrán rellenar piscinas de uso terapéutico en equipamientos públicos y piscinas que utilizan agua de mar siempre que no estén conectadas a la red de saneamiento. Los campings han pedido poder utilizar el uso de agua de mar.

Sin duchas en las playas. Está prohibido, ya desde el verano pasado en muchos municipios, utilizar duchas e instalaciones para la limpieza de los pies en las playas.

Fuentes ornamentales, cerradas hace meses. Está prohibido llenar total o parcialmente las fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua. Solo se salvan los refugios de fauna en peligro de extinción o destinados a la recuperación de especies, con el agua mínima indispensable.

Nada de pistas de hielo y uso recreativo del agua. Se prohíbe el uso de agua para actos lúdicos, sean públicos o privados, con agua susceptible de ser consumida por la ciudadanía: ni pistas de hielo, fiestas de la espuma o juegos de agua.

Obras que levantan polvo. También se prohíbe la utilización de agua para eliminar polvo en obras. En Barcelona, los vecinos del estadio del Barça, que está en obras, han pedido que sí se pueda reducir con agua el polvo en suspensión que provocan los trabajos.

Multas de hasta 3.000 euros a los incívicos. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) impondrá sanciones a las actuaciones “incívicas con el agua”, por ser contrarias al Plan Especial de Sequía de la Generalitat. Son actuaciones como lavar el coche, regar el jardín o llenar la piscina con agua potable: en estos tres casos las multas serán de 30, 50 y hasta 200 euros, respectivamente. En conjunto, las infracciones se califican en leves (hasta 750 euros), graves (hasta 1.500) y muy graves (entre 1.501 y 3.000 euros).

Actividades económicas y agrícolas, hasta un 80% de reducción. En la fase de emergencia se reduce el 80% el riego agrícola, en un 50% el uso de agua para la agricultura, y un 25% para el uso industrial.

Moratoria de nuevas actividades. El plan también comporta una moratoria para la autorización de nuevas actividades económicas que requieren un uso intensivo de agua, como nuevas granjas o ampliaciones de las existentes, industrias o actividades turísticas y nuevos planes urbanísticos.

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