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El Gobierno intenta frenar el choque con la Generalitat rebajando el alcance del pacto sobre inmigración de Junts

Los responsables de la cartera de Presidencia hablan telefónicamente después de que la consellera Laura Vilagrà (ERC) exigiera conocer la letra pequeña del acuerdo

La consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, en declaraciones a periodistas, este jueves.
La consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, en declaraciones a periodistas, este jueves.EUROPA PRESS

Después de que este jueves el Gobierno de la Generalitat exigiera públicamente al Ejecutivo central que explicara la letra pequeña del acuerdo con Junts para transferir competencias de inmigración a Cataluña, una llamada durante la pasada noche de los titulares de Presidencia ha comenzado a encarrilar el choque. El Govern de Pere Aragonès critica que se llegara a un acuerdo de ese calado a sus espaldas. Pero las explicaciones dadas por el ministro Félix Bolaños a la consejera Laura Vilagrà han añadido incluso más tensión: en una entrevista a RAC-1, Vilagrà ha asegurado que La Moncloa insiste en que se usará la figura de la delegación de competencias y no de traspaso, es decir, no se modifica la titularidad. La nota de Junts siempre ha hablado de delegación pero en sus intervenciones públicas en ocasiones usan de manera indiscriminada los dos términos. Esa “delegación de competencias”, ha aceptado Bolaños, será través de una ley orgánica y al amparo de la Ley Fundamental, y en el marco de la política migratoria europea.

La llamada de Bolaños busca transmitir calma al Govern, que llevaba horas insistiendo en la necesidad de conocer primero la letra pequeña para poder dimensionar el pacto. Tras un día en que ni en Junts ni en La Moncloa se dieron detalles claros sobre el alcance de la medida y voces de Junts hablaban de traspaso, Vilagrà ha especificado que será vía delegación, aunque no ha explicado sobre qué parte de la competencia en inmigración.

Desde Madrid, el ministro de la Presidencia ha insistido en que el acuerdo “sano” alcanzado con Junts se concretará mediante el desarrollo de una ley orgánica para poder hacer esa “delegación de competencias” en materia de inmigración. Esa norma se redactará al amparo del artículo 150.2 de la Constitución —ha explicado Bolaños—, y en el que se menciona expresamente que “el Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación”. Eso sí, sobre el margen de maniobra que pueda tener la Generalitat a futuro, Bolaños ha incidido en que cualesquiera que sean esas “competencias” tendrán que ejercerse bajo las condiciones marcadas por el pacto migratorio fijado por la UE a finales de diciembre.

“Quién ejerce la competencia es importante, pero tiene que ejercer la competencia dentro de las orientaciones que marca el pacto de la migración europeo y la Comisión Europea. Y dentro de ese marco es en el que se despliega el pacto al que hemos llegado el Partido Socialista y Junts, que es básicamente impulsar una ley orgánica para delegar la competencia de inmigración”, ha dicho Bolaños en declaraciones a los medios antes de reunirse con el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro. La falta de concreción de Bolaños obedece en parte a que dentro de los propios departamentos del Gobierno central que han de abordar el asunto hay muchas dudas sobre cómo aterrizar el acuerdo sellado entre ambas formaciones.

Por otra parte, Bolaños ha restado importancia a la conversación mantenida con Vilagrà en la noche de este jueves, y a la que ha enmarcado en una relación de ”colaboración” y “cooperación” “institucional” entre el Gobierno central y la Generalitat. “Esa conversación es de total normalidad. Yo hablo con la consellera, con el president, con Esquerra Republicana con mucha frecuencia siempre buscando acuerdos que puedan beneficiar a la ciudadanía”, ha remachado el ministro. Y en esa línea ha recordado la reunión celebrada entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat el 21 de diciembre.

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Al acuerdo sobre migración se ha referido también la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, desde Santiago de Compostela, donde ha respondido a preguntas sobre si teme que Junts pudiera aplicar esas competencias bajo parámetros “xenófobos”. Aunque en este momento la Generalitat está gobernada por ERC. “Para nosotras el respeto de los derechos fundamentales es crucial, no vamos a alimentar ninguna posición que genere desigualdades en España, que genere políticas que no sean de los planteamientos del Gobierno de España, de respeto absoluto a los derechos fundamentales y con discursos que son de inclusión y defensa de las personas”, ha asegurado la líder de Sumar.

Vilagrà pide quie las delegaciones “vengan con recursos”

Vilagrà ha aceptado que el Govern también aspira el traspaso de la competencia en inmigración —”por eso queremos ser un país independiente·”, ha recordado—, pero ha dejado claro que la prioridad es que “se nos nos respeten las que tenemos” y que las que se puedan dar en el futuro “estén bien trabajadas” y, sobre todo, financiadas. “Unas delegaciones sin recursos son un peligro”, ha alertado.

Por su parte, el portavoz de Junts, Josep Rius, ha acusado este viernes al Govern de intentar “menospreciar la delegación integral de competencias en inmigración” que asegura que acordaron con el Gobierno esta semana. “No sorprende”, ha sostenido Rius en un mensaje en las redes sociales, y ha añadido que ERC ya votó en contra del traspaso de las competencias sobre esta cuestión en el Debate de Política General y ha añadido: “Renunciar a las competencias en inmigración es renunciar a gobernar”.

La noticia de la transferencia competencial, que había sido materia de negociación entre el PSOE y Junts para la votación de los decretos leyes, causó sorpresa en el Palau de la Generalitat. Sentó mal en los republicanos que el Gobierno se adentrara en hacer cesiones sobre una materia de cariz estatutario sin que se le tuviera en cuenta. Junts, además, se apuntaba un tanto en su carrera por intentar mostrarse como una formación política que “negocia mejor” que sus exsocios en el Ejecutivo y no da “sus votos gratis”.

El miércoles, tras conocerse la nota de prensa de Junts sobre las contraprestaciones arrancadas a los socialistas a cambio de inhibirse en la convalidación, en Palau se decidió por un bajo perfil y, aunque celebraron que se negocien mejoras en el autogobierno. La decisión de optar por pasar a la crítica directa se tomó después de, a su parecer, ninguna primera espada de Junts explicará los detalles del pacto, y se lanzaran ideas como que se aspiraba a poder controlar los flujos migratorios o incluso poder expulsar a los inmigrantes multirrencidentes.

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