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TV3, campanadas y cháchara

Laura Escanes y Miki Núñez presentaron el programa para despedir el año en la televisión autonómica

Laura Escanes y Miki Núñez, durante el programa de Nochevieja de TV3.
Laura Escanes y Miki Núñez, durante el programa de Nochevieja de TV3.
Tomàs Delclós

Para dar las campanadas no hace falta que nadie esté de cháchara todo el rato. Bastaría con dar las pertinentes indicaciones sobre cuartos y horas y desear un feliz año con cuatro frases amables. La prueba más contundente de eso la dio la noche del 31 de diciembre TV3. Fueron los minutos, pocos, en los que la pareja Laura Escanes y Miki Núñez estuvo callada durante el espectáculo de música, pirotecnia y drones y dejaron verlo sin entrometerse, como saben hacer otros colegas en el piromusical de la Mercè. Antes se habían pasado un rato sobreponiendo a la exhibición un rosario de comentarios banales, sin la menor gracia: “el pulpo es un animal muy inteligente, como los catalanes. Algunos”, “a ver cuándo se acaban las obras de la Sagrada Familia”, etcétera. Enmudecieron tras una pausa publicitaria. ¿Hubo algún aviso?

Su intervención estuvo precedida por el ruido que provocó el anuncio promocional. A la pobre Escanes, que ha aprendido y está más suelta ante las cámaras de TV3 que cuando La Travessa, la vistieron con un modelo escotado, como si el canal catalán anunciara un taimado intento de emular a la Pedroche. En las redes sociales se despertó un debate sobre si una televisión pública debía vestir a una presentadora sin sostenes, si al chico no le hacían lucir extravagancias o si los reproches a la indumentaria eran rancios aspavientos moralistas. A la hora de la verdad, el modelo de fin de año era de una elogiable discreción. Eso sí, con una cola inmensa. Los dos presentadores no se callaron el nombre de sus modistos. Al terminar se marcharon contentos porque no hubo errores (nos habían mostrado una pesadilla de Núñez recordando malos tragos de presentadores en otros años). Hubo la habitual publicidad en el plató y en el grafismo de las campanadas, que estuvo bien resuelto.

El espectáculo, un encargo del Ayuntamiento de Barcelona a un grupo francés, demostró que se han abandonado los intentos de crear una iconografía propia de la ciudad para la ocasión. Se intentó en 2013 y 2014 con la Fura dels Baus y el Ésser del Mil·leni. Ayer, la compañía francesa también colgaba sus drones en capitales de Francia, Emiratos Árabes y Serbia. La pirotecnia ganó a los drones.

Después del directo, vino un programa musical de vídeos. Miki Núñez dijo que lo presentaba, pero, en la hora que vi, se limitó a introducirlo para desaparecer después. La primera media hora estuvo dedicada a grupos que cantan en catalán. El primer vídeo en otra lengua corrió a cargo de Shakira y su ‘homenaje’ a Piqué. Había discos solicitados de famosos y famosetes y se insertaban faldones con frases supuestamente graciosas. Para eso, mejor irse a La 2, que daban el original, Cachitos. Era una producción de APM que, sin embargo, se había lucido unas pocas horas antes con una divertida antología televisiva.

El fin de semana en TV3 estaba casi todo en el congelador. El sábado ensartaron tres obras de teatro, del género ligero. Y para la tarde del domingo habían programado reponer cuatro horas de capítulos del mítico Plats bruts. Ya es triste pensar que fue la mejor idea del fin de semana.

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