_
_
_
_
_
Diada
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La rehabilitación de Carles Puigdemont

La manifestación de la Diada permitirá ver qué piensan del giro negociador del ‘expresident’ los seguidores del Junts partidario del enfrentamiento

Albert Branchadell
El expresidente Carles Puigdemont, el pasado martes, en el Parlamento Europeo en Bruselas.
El expresidente Carles Puigdemont, el pasado martes, en el Parlamento Europeo en Bruselas.OLIVIER MATTHYS (EFE)

En su hoja de ruta para el curso 2023-2024, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) pidió que en las elecciones españolas del 23 de julio hubiera una candidatura independentista unitaria (o, en su defecto, un acuerdo entre candidaturas independentistas) que tuviese como objetivo explícito “bloquear el funcionamiento del Congreso español y votar en contra de cualquier gobierno español”. De momento, los dos partidos independentistas catalanes que obtuvieron representación no están haciendo caso de la ANC. Para empezar, han facilitado la constitución del Congreso, con la flamante elección de Francina Armengol como presidenta de la institución (a cambio de contrapartidas “comprobables”). Por otra parte, es notorio que tampoco se han comprometido a votar en contra de cualquier gobierno español.

Más allá de esta circunstancia concreta, las diferencias entre la última hoja de ruta de la ANC y los programas electorales de los partidos independentistas son más que notables. Mientras que la Assemblea sigue reivindicando la validez del referéndum del 1 de octubre de 2017 y apuesta por hacer efectiva la subsiguiente declaración unilateral de independencia, en el programa de ERC para las elecciones del 23-J se habla de “negociar” un nuevo referéndum, y en el de Junts per Catalunya ni siquiera aparece la palabra.

En esta tesitura, puede resultar interesante preguntarse cuál será la actitud de los asistentes a la manifestación independentista de hoy respecto a los partidos que, en el lenguaje de la ANC, “siguen bloqueando la independencia mientras gestionan la autonomía”. Sin duda, silbarán a Pere Aragonès, que ha decidido asistir al evento a pesar de que continúan vigentes las razones por las que se ausentó el año pasado (en algún momento acaso habría que recuperar la tradición presidencial de no asistir a las manifestaciones la Diada.) La pregunta es si silbarán también a Carles Puigdemont, o a quienquiera que le represente. En el hotel Thon de Bruselas Puigdemont no habló de levantar ni ejecutar ninguna DUI, sino de sentarse a negociar con el Estado. ¿Será suficiente para que entre a formar parte de la nómina de traidores?

Hoy se verá qué piensan del Puigdemont dispuesto a negociar los seguidores del Puigdemont partidario del enfrentamiento. Otra cosa es lo que piensen de Puigdemont los centenares de miles de catalanes que en julio entendieron que la verdadera elección no era entre Cataluña y España sino entre PP-Vox y una coalición plural liderada por el PSOE. Resurgiendo como interlocutor político del Gobierno español, Puigdemont también tiene la oportunidad de rehabilitarse ante el grueso de la sociedad catalana. Si la ardua negociación que se atisba surte efecto, la ANC —definitivamente fosilizada— excomulgará a Puigdemont para siempre, pero a cambio es probable que mejore su valoración por parte de la ciudadanía. En el último Barómetro de Opinión publicado por el CEO (junio de 2023) el adalid de la confrontación sacó un triste 3,99, muy por detrás de los “negociadores” Jaume Asens (4,82), Oriol Junqueras (4,81), Pere Aragonès (4,78), Salvador Illa (4,55) y Jéssica Albiach (4,43).

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_