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La pugna entre China y Estados Unidos centra el debate geopolítico de la Fundación Olof Palme

El organismo internacional celebra en el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, en Badalona, el tercer seminario de geopolítica con el telón de fondo de la guerra en Ucrania

El País
Fundación Internacional Olof Palme
La presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, Anna Balletbò, junto con el general Miguel Ángel Ballesteros.

En el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, en la sierra de la Marina que se alza detrás de Badalona, los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón cuando este regresó de su primer viaje a América. Este complejo eclesiástico, construido en el siglo XV —que en la actualidad, entre otras actividades, acoge a personas que quieren hacer retiros de silencio— fue un nodo de la geopolítica de ese momento, y es el lugar en el que este miércoles se ha celebrado el tercer seminario de geopolítica organizado por la Fundación Internacional Olof Palme, presidida por Anna Balletbò, en colaboración con Esade y EL PAÍS. “Estamos en el sitio en el que España cambió de potencia europea a potencia global, y lo hizo porque tenía la tecnología para lograrlo, la navegación transoceánica. La tecnología es lo que ha hecho que los imperios sean imperios, y Europa, ahora, no es un actor importante ni en la revolución digital ni en la de la inteligencia artificial”, ha resumido Álvaro Nadal, exministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, encargado de cerrar la jornada.

El título de la jornada, Un mundo en cambio: nuevas hegemonías, da cuenta del momento político, económico y social que atraviesa el planeta. Tras la pandemia, la guerra en Ucrania ha puesto aún más de relieve la fragilidad de la globalización, la dependencia energética y la necesidad de Europa de lograr cierta autonomía, y la pugna que enfrenta a Estados Unidos y China por el control de la tecnología y, por ende, del poder. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha inaugurado la sesión con una intervención telemática en la que ha defendido los valores ciudadanos de Europa: “Debemos expandir este modelo al exterior, para lograr influencia”, ha destacado.

La primera conferencia presencial ha ido a cargo del general Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional, que se integra en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España. Tras repasar la historia reciente —el paso de un mundo bipolar a uno unipolar capitaneado por Estados Unidos, que ha dado paso a un mundo en el que el hegemón lidera un sistema de seguridad cooperativa— Ballesteros se ha centrado en los dos grandes retos actuales: Rusia y China. “China tiene el objetivo estratégico de ser en 2049 una potencia económica, tecnológica, política y militar, quiere ser la potencia imprescindible sin la que no se puede llegar a acuerdos para mantener la seguridad. Rusia es una potencia de segundo nivel pero que se ve favorecida por las estrategia híbridas”, ha expresado. ¿Y Europa? “Hay una enorme fragilidad del multilateralismo, y Europa no puede ser irrelevante geopolíticamente. La única solución es el rearme moral, y la autonomía estratégica, sobretodo militar”, ha apuntado.

El periodista Joaquín Luna y los diplomáticos José Antonio Zorrilla y Eugeni Bregolat han profundizado en el papel de China en la situación geopolítica actual. Luna ha resaltado que la integración de Taiwán que pretende China puede ser un próximo punto de conflicto, sobre todo después de que la experiencia en Hong Kong no funcionase bien, mientras que Zorrilla ha destacado que “China tiene una ventaja terrible, y es que tiene estrategia, al contrario que Estados Unidos y Europa”. Bregolat, quien fue embajador en el país asiático en tres ocasiones, ha explicado que su fulgurante crecimiento ha logrado una gran adhesión de la población al Gobierno, y que China ha entendido que tiene que apostar en tecnología, en especial en el diseño y fabricación de microchips: “Ha aprendido que la seguridad depende de que estés en la vanguardia tecnológica”.

La emergencia climática y la necesidad de encontrar espacio para crecer en un mundo con recursos finitos son transversales a cualquier conflicto, y tienen un impacto en la geopolítica. El ingeniero José María Fernández Alcalá y el economista ambiental Alexander Boto, ambos al frente de IHOBE, la agencia ambiental del Gobierno vasco, han debatido con Frederic Martens (profesor de relaciones internacionales en la Universidad Europea de Valencia) y Silvia Organista (experta en desarrollo sostenible y en responsabilidad social en Acciona) en dos mesas redondas sobre la sostenibilidad y las energías alternativas. “La factura de la emergencia climática la están pagando los países en vías de desarrollo”, ha recordado Organista. La jornada la ha cerrado el exministro Nadal, quien ha afirmado que son China y Estados Unidos los que buscan ser hegemónicos mediante tecnología sin dar importancia al territorio, mientras que Rusia actúa como “un imperio anticuado al que le importa el territorio”. Con todo, ha lamentado que las sanciones y los embargos no estén funcionando: “Yo no veo que la economía vaya a tumbar la guerra, porque Putin está debilitado pero Europa también. La Unión Europea necesita más unión política y económica”. Cinco siglos después, la geopolítica ha vuelto al monasterio y las soluciones siguen siendo inciertas.

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