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Cataluña busca blindar la educación de conflictos políticos y sociales con un gran pacto en el Parlament

La nueva consejera Anna Simó se muestra conciliadora en el pleno monográfico y escenifica su mano tendida a los sindicatos tras meses de confrontación

La consejera de Educación, Anna Simó, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a su llegada al pleno sobre educación del Parlament.
La consejera de Educación, Anna Simó, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a su llegada al pleno sobre educación del Parlament.Quique García (EFE)

El sistema educativo catalán tiene problemas graves que resolver. Las soluciones son complejas, no hay recetas mágicas. Los partidos con representación en el Parlament -especialmente los que tienen posibilidades de gobernar- son conscientes de que por separado no va a lograrlo -y la situación actual así lo demuestra-, así que admiten que deben trabajar conjuntamente, buscar soluciones de largo recorrido y blindar el sistema de los cambios de color político. De ahí que ERC, Junts y PSC hayan llegado este martes al pleno monográfico sobre educación poniendo sobre la mesa la necesidad de “un pacto educativo” amplio, una propuesta a la que podrían sumarse, en algunos aspectos, comunes y la CUP.

El debate en la Cámara ha servido para listar los problemas que arrastra el sistema: empezando por los malos resultados en comprensión lectora o en ámbitos como las Matemáticas; siguiendo por la segregación escolar; el abandono escolar (del 17%); el gran volumen de alumnos con necesidades especiales; la falta de profesores e incluyendo hasta los problemas de salud mental derivados de la pandemia. En el diagnóstico han coincidido los partidos, de ahí que la nueva consejera de Educación, Anna Simó (ERC), ha tendido la mano a y ha asegurado que ya se ha entrevistado con las diferentes formaciones. Lo desea hacer periódicamente, ha añadido, para encontrar “puntos comunes” en los que trabajar.

Precisamente, el mensaje de la necesidad de diálogo y de colaboración ha sido otro de los mantras del pleno, que debía celebrarse hace dos semanas, pero que fue aplazado tras la destitución del consejero Josep Gonzàlez-Cambray, justo el día antes del día del debate. El cambio de responsable se traduce en un cambio de talante, de la actitud mesiánica de Cambray –”He venido a transformar el sistema”- a una actitud conciliadora de Simó. “Hay que propiciar el diálogo que sume porque a la educación no le van bien las confrontaciones absurdas”, ha resumido Simó, cogiendo así el guante de una oposición que llevaba meses quejándose del talante del exconsejero.

La tensión con los sindicatos y con el profesorado es precisamente el primer frente al que tiene que enfrentarse la nueva consejera republicana. Simó ha anunciado que ya tiene cita con las diferentes organizaciones sindicales, empezando este viernes con la Ustec, la mayoritaria, y que como gesto la reunión se celebrará en su sede, y no en el Departamento, como es habitual. Simó también ha tenido palabras conciliadoras hacia las direcciones -con las que se reunió este lunes- y las familias y ha llegado a la sesión con un importante anuncio salido del Consell Executiu: la incorporación de 1.528 dotaciones, que incluyen tanto a profesorado como a personal de administración y servicios.

El propio president Pere Aragonès ha intervenido antes que Simó en el pleno para dar empaque al debate y dar relevancia a un ámbito muy importante para ERC -la educación-, ya que el profesorado es uno de sus nichos de votantes más importantes, y que en los últimos meses no han mostrado su conformidad con las políticas del Govern. Aragonès ha dejado claro que la primera prioridad es “fortalecer la confianza con todos los miembros de la comunidad educativa, desde los docentes a las familias”. Tampoco ha escondido que le encomendó a Simó “dar un nuevo impulso a las políticas educativas”, pero también “cuidar de la comunidad educativa”. “Eso quiere decir escuchar a todo el mundo, fortalecer la confianza y rehacer complicidades”, ha terciado Aragonès.

Durante el pleno también se escucharon promesas sobre aspectos que los profesores hace meses que alertan, como el exceso de burocracia, la falta de reconocimiento social del profesorado o los problemas de salud mental entre el alumnado. “La escuela no tiene la solución a todos los problemas, pero tampoco tiene que recibir todos los golpes de cosas que no funcionan en la sociedad”, ha resumido el president.

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Una de las pruebas de ese nuevo espíritu pactista de todas las formaciones llegará este jueves, con la votación de las propuestas de resolución presentadas por todos los partidos. De momento, el pleno si ha logrado escenificar un punto de inflexión en las relaciones con partidos y sindicatos, para que las rencillas no supongan un obstáculo en la mejora del sistema educativo.

La lengua continúa en el foco

La situación del catalán en la escuela ha vuelto a ser uno de los focos del debate. Los partidos contrarios al sistema de inmersión lingüística, como PP y Ciudadanos, han vuelto a reclamar más presencia del castellano en las aulas, mientras que Simó ha denunciado una “involución de los derechos lingüísticos en la Comunidad Valenciana y en Baleares, a raíz de los pactos entre PP y Vox. “Nos avisan que Cataluña será la próxima. Preparémonos para recibir una ofensiva”, ha lanzado la consejera.

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