_
_
_
_
_

Collboni corteja a los comunes al mantener parte de su equipo en el Ayuntamiento de Barcelona

El nuevo alcalde de la capital catalana gobernará inicialmente en minoría, pero no cierra la puerta a la incorporación del partido de Colau

Jaume Collboni, con varios vecinos durante un concurso de paellas el domingo en en Barcelona.Foto: PAU VENTEO (EUROPA PRESS) | Vídeo: EUROPA PRESS

Una de las primeras decisiones que ha anunciado el nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC) es mantener buena parte de la estructura gerencial y de directivos del Ayuntamiento, personal que ya trabajó a las órdenes de la exalcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú). En esta estructura, de decenas de personas, hay muchos funcionarios del Consistorio; pero también expertos o funcionarios de otras administraciones, como la Generalitat, fichados por Colau por su perfil profesional o por su afinidad política. La decisión es un gesto hacia los comunes y su gestión, pero también puede leerse atendiendo a la debilidad del nuevo ejecutivo socialista: con solo 10 concejales de 41, los socialistas necesitan apoyos y, en la práctica, dan por hecho que los comunes acabarán por integrarse en el gobierno pasado el vendaval de las elecciones generales. En realidad, han gobernado de 2019 a 2023 con 10 concejales Colau y ocho el PSC. Ahora la proporción es de 10 y nueva, con solo 350 votos de diferencia. Podrían casi calcar la estructura, con legitimidad del PSC para elegir áreas.

De hecho, en sus primeras declaraciones como alcalde, Collboni insiste en la idea de reforzar su gobierno. Antes de las elecciones, ofreció a los comunes entrar en él y mantiene que está abierto a hacerlo. Los comunes no cierran la puerta a un nuevo pacto, también pasadas las generales, aunque insisten en que su fórmula es a tres, con ERC. Juntos sumarían 24 concejales, tres más que la mayoría que necesitan, que está en 21. El número dos de Colau, Jordi Martí, afirmó el lunes que están dispuestos a hablar de un pacto de izquierdas y que el momento llegará después de las elecciones generales del 23-J.

Oficialmente, el discurso de Collboni sobre la estructura directiva y gerencial es que su obligación es que “la institución y los servicios públicos funcionen desde el primer día” y que su criterio es “la profesionalidad y valía, tengan o no adscripción política”. La experiencia lleva a pensar que mantendrá al grueso, prescindirá de los más significados políticamente y fichará otros. De momento, siguen todos trabajando: han sido ratificados en sus puestos porque son cargos que, en algunos casos, deben firmar cuestiones tan mundanas como las nóminas. En otros, tienen expedientes a medias que el próximo jueves elevarán a la comisión de gobierno. La máquina está engrasada y hay cuestiones que funcionan al margen de colores políticos.

Otra cuestión serán los eventuales, los cargos de confianza. Son unos 115 y que suelen desatar una batalla en cada relevo de partido en la alcaldía. De los del mandato pasado, algunos ya tenían previsto marcharse, otros se han marchado tras el resultado electoral… pero un buen número (sobre todo los partidos que tenían menos) se han quedado provisionalmente a la espera del reparto definitivo. En el mandato pasado, solo los dos partidos socios del Ejecutivo en funciones, BComú y PSC, suman al menos 90 altos cargos y asesores y seis millones anuales de euros en sueldos.

La figura de los comisionados

A este capítulo de cargos de confianza que los partidos designan a dedo también pertenecen los comisionados, una figura entre técnica y política (es más que un directivo, pero menos que un regidor) a la que los gobiernos recurren para estar al frente de áreas cuando no tienen suficientes concejales. Su número no tiene límite. Ha habido alcaldes que no han nombrado, mientras otros han designado una decena. En el pasado mandato eran ocho, con carteras como la Economía Social, Educación, Acción Social o Promoción Económica. Se da por sentado que Collboni recurrirá a esta figura.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Desde el gobierno saliente, Jordi Martí ha asegurado que su partido no ha dejado cargos intermedios en el Consistorio. El concejal, con una larga trayectoria en el Ayuntamiento, ha elogiado al centenar de personas, altos directivos y funcionarios, por hacer funcionar la máquina del Ayuntamiento con independencia del color político del alcalde. “Yo no prescindiría. Tienen un currículum extensísimo y experiencia”, ha afirmado señalando que muchos de ellos asumieron responsabilidades bajo el gobierno de Jordi Hereu, Xavier Trias o Ada Colau.

“Tenemos una estructura ejecutiva que no tiene la Generalitat y otros ayuntamientos. Es un pequeño milagro que nos acerca a las administraciones europeas”, ha afirmado Martí. Con ese discurso, Martí ha intentado rebatir la contradicción que supone afirmar que los comunes están en la oposición mientras cargos afines a ellos siguen en su cargo. En total, según sus cálculos, esa estructura ejecutiva lo componen un centenar de personas. Collboni ha defendido la continuidad de los cargos intermedios y de las personas afines a los comunes al alegar, entre otras razones, que él “no es sectario”. De momento, el alcalde ya ha nombrado a un nuevo gerente.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_