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La Fiscalía italiana investiga la muerte de la joven hallada en Portbou hace tres décadas

La hermana de Evi, identificada después de 32 años de su desaparición, ha declarado ante la policía de su país

Rebeca Carranco
Evi Anna Rauter
Hermann y Karolina, los padres de Evi, el pasado mes de mayo, en su casa de Lana.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

La Fiscalía italiana investiga la muerte de Evi Anna Rauter, la joven de 19 años hallada muerta en Portbou hace 32 años. Para su familia estaba formalmente desaparecida; para las autoridades españolas era un cadáver anónimo. Gracias al trabajo del programa Crims de TV-3, el cadáver fue finalmente identificado el 23 de abril, tres décadas después. En el segundo episodio sobre la joven de Portbou, emitido este lunes, el programa ha desvelado que su hermana, Cristina, ha declarado ante las autoridades italianas. En España, la muerte se archivó como un suicidio y, en todo caso, aunque se hallasen pruebas de que alguien mató a la joven, el delito ya ha prescrito.

Un joven halló a Evi muerta, colgada de un pino, en Portbou el 4 de septiembre de 1990. Su caso fue un misterio sin resolver, al que periodistas locales e incluso novelistas dedicaron durante años atención. ¿Quién era esa cría muerta a la que nadie reclamaba? Mientras, en Italia, Hermann y Karolina, los padres de Evi, y su hermana Cristina, empapelaban las ciudades por donde podía haber pasado en busca de la joven de 19 años. Estaba pasando con su hermana unos días en Florencia, se despidieron la mañana del 3 de septiembre, Evi dijo que iría a visitar Siena, y ya nunca más supieron de ella. No lo sabían, pero había sido hallado ahorcada a 1.000 kilómetros, 23 horas después.

El interés de Crims por la joven ahorcada en Portbou les hizo contactaron un medio de casos sin resolver austríaco, Ungelöst. Sospechaban que la chica era de ese país. Emitieron un especial sobre la joven, con fotos en primer plano de la autopsia, y una vecina de la zona italiana de Bolzano, en el Tirol del Sur, fronteriza con Austria, reconoció a Evi de los carteles que difundió la familia cuando desapareció. Evi era de Lana, en Italia, un municipio muy cercano a Bolzano, la capital de la zona.

Cuando fue hallada muerta en Portbou, el forense Rogelio Lacaci decretó que se había suicidado. Tres décadas después, el forense ya jubilado, que admite que nunca acudió a la escena del supuesto ahorcamiento, piensa lo contrario. Analizó el cuerpo directamente en la sala de autopsias. Al ver las fotografías de la escena del ahorcamiento, considera que de ningún modo pudo ser un suicidio: la cuerda era muy corta, no había señales en su cuerpo de haber trepado al árbol, estaba de cara al pino... Considera que al menos participaron dos personas en su muerte. Ahora la policía italiana, donde los casos graves no prescriben, ha pedido a Crims el vídeo con el testimonio de Lacaci. Se han dado seis meses para seguir adelante o archivar el caso.

Además, el programa ha entrevistado a una vecina que vivía a 20 metros del pino donde fue hallada muerta la joven en Portbou. La mujer, que ahora tiene 92 años, asegura que la madrugada del 4 de septiembre durmió mal porque escuchó a un grupo de jóvenes “gritar”, que se “peleaban”. Y entre ellos, oyó a “una chica que lloraba”. “Me despertaron ellos de los gritos que pegaban y una chica que chillaba y lloraba”, ha explicado. La mujer se lo contó a su familia y vecinos, pero a nadie más. La Guardia Civil, que sigue sosteniendo que la joven se suicidó, nunca preguntó a los vecinos si habían oído algo.

El programa de TV-3 sospechó que Evi era austríaca porque la noche en la que murió un grupo de jóvenes de ese país estaban acampados en Portbou, a 50 metros de donde fue hallada ahorcada. De los seis jóvenes (cinco hombres y una mujer), Crims ha logrado contactar con uno, de quien aseguran que fue esquivo. Del resto no hay rastro en las redes sociales. Tampoco desde el programa austríaco Ungelöst han podido localizarles.

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Para la familia y los investigadores, de manera informal, no cabe duda de que la joven de Portbou es Evi Anna Rauter. Las fotografías son elocuentes: tiene el mismo lunar que tenía Evi, el pelo, las facciones. Son primeros planos. Además, la ropa que llevaba (un peto tejano, una camiseta turquesa, y unas bambas) es la misma que le día que desapareció, tal y como consta en la denuncia que puso la familia en 1990. Para sus padres, otro detalle clave los sujetadores, de una marca concreta que le habían comprado en una tienda de Lana. La identificación oficial por el juzgado que en su día investigó el hallazgo de una joven de 19 años hallada ahorcada en Portbou aún sigue pendiente.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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