Aragonès endurece el tono sobre el espionaje: de pedir transparencia a la dimisión de Robles

Este jueves se cumplen 11 días desde que Citizen Lab, un grupo de estudio canadiense sobre ciberseguridad, revelara el espionaje a al menos a 60 líderes políticos y sociales del independentismo mediante un programa al que solo tienen acceso Estados soberanos. En ese lapso de tiempo, el discurso del president Pere Aragonès, uno de los afectados, se ha ido endureciendo hasta que este jueves pusiera nombre y apellidos a sus peticiones de encontrar un responsable. Unas duras declaraciones de Margarita Robles en el Congreso, ministra de Defensa y máxima responsable del CNI, la ha puesto en la diana del independentismo, que unánimemente pide su dimisión.

Aragonès finalmente ha abandonado la cierta contención que había mostrado desde se conoció el monitoreo a los móviles de los independentistas. Tras conocerse la noticia, el lunes de Pascua, el president pidió en Twitter “transparencia y asunción de responsabilidades por parte del Estado español”, una idea que estuvieron repitiendo toda la semana pasada, tanto él como otros dirigentes de Esquerra, socio del PSOE en el Congreso.

Había sido un tono que contrastaba con el de algunas voces autorizadas de su socio en el Ejecutivo catalán, Junts per Catalunya. El miércoles de la semana pasada, yendo incluso más lejos que el propio expresident Carles Puigdemont, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, pidió la cabeza del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez. Aunque en el independentismo ya se señalaba claramente al CNI como responsable, los acentos eran distintos en lo que a asunción de responsabilidades se refería.

“Yo creo que en estos momentos lo que se precisa de Sánchez son explicaciones, si va a aportar transparencia. Explicaciones, transparencia y después será el momento de pedir las responsabilidades”, había asegurado Aragonès en una entrevista a Cadena SER, hace una semana, cuando se le preguntó por las declaraciones de Borràs.

Pero el paso del tiempo y la falta de movimientos visibles por parte de La Moncloa añadieron más presión a Aragonès. Mientras los equipos trabajaban de cara a un encuentro entre ambos Ejecutivos para intentar bajar la presión, el jefe del Govern advirtió ante el Congreso de los Diputados, ese mismo jueves: “Esto no se soluciona con una reunión [entre él y Sánchez]. Alguien debe asumir responsabilidades, y es el Gobierno el que debe decidir el nivel. La confianza en estos momentos es cero. A partir de las decisiones que tome o no tome el Gobierno, decidiremos qué pasará con el resto de la legislatura”. Se hablaba de que “rodaran cabezas”, pero sin especificar el alcance.

Finalmente, la reunión del pasado domingo, en Barcelona, entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y su homóloga en la Generalitat, Laura Vilagrà, abrió una ventana de oportunidad para comenzar a aclarar el supuesto espionaje. La promesa del Gobierno de desclasificar documentos, facilitar la labor de la justicia y que se colaboraría en las investigaciones que abrirá el Defensor del Pueblo y a nivel interno en el CNI (eso sí, sin una auditoria externa, como pedía la Generalitat) no fue completamente satisfactoria, pero al menos era un comienzo. El tono conciliador de Bolaños también fue valorado en las filas de ERC, que insistían en pedir más medidas pero valoraban la actitud del ministro.

Las declaraciones, este miércoles, de Robles, han hecho saltar por los aires unos puentes ya de por sí muy endebles. “¿Qué tiene que hacer un Estado, un Gobierno, cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia, corta las vías públicas, cuando realiza desórdenes públicos, cuando alguien está teniendo relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania?”, le respondió la ministra a la diputada anticapitalista Mireia Vehí.

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Margarita Robles responde en la sesión de control en el Congreso

Aragonès aprovechó la sesión de control en el Parlament de este miércoles para responderle y ponerle nombre a su petición de una cabeza que responda por el escándalo. Para el republicano, Robles está “incapacitada políticamente para seguir en el cargo”. Desde Estados Unidos, donde se encuentra de viaje oficial, el vicepresident Jordi Puigneró, voz cantante de Junts en el Ejecutivo catalán, dijo que la incógnita con Robles ya no es si “dimitirá o no, si no cuándo dimitirá”.

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