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La mesa del Parlament de Cataluña rehúye una propuesta para rebajar las dietas de los diputados

La CUP exige que las remuneraciones tributen IRPF e incorpora una demanda para que se abonen solo los kilómetros realizados

Sesión plenaria de la Cámara catalana, el mes pasado.
Sesión plenaria de la Cámara catalana, el mes pasado.Quique García (EFE)
Marc Rovira

Se alarga el debate en torno a las dietas que cobran los diputados del Parlament de Cataluña, y sobre si deben tributar IRPF. La mesa de la Cámara catalana ha descartado este miércoles posicionarse a favor de una propuesta de la CUP para que los emolumentos en concepto de dietas no se carguen íntegramente en el erario público, y se resten de la nómina de los parlamentarios los pagos correspondientes al IRPF. La cantidad supera los 1,1 millones de euros al año. La regularización comportaría, de hecho, una rebaja de entre 500 y 600 euros del sueldo de cada diputado. Además, la formación anticapitalista defiende que se deben regularizar los pagos por desplazamiento, y plantea que se abonen solo los kilómetros que puedan acreditar los diputados.

La CUP había propuesto que la mesa del Parlament se posicionara para poner coto a la exención tributaria de las dietas, pero se quedó sin apoyos. En su defecto, la mesa optó por derivar el asunto a un grupo de trabajo, donde se trata de alcanzar una posición de consenso entre todos los partidos. Los anticapitalistas protestan porque el asunto se ha alargado en el tiempo. Alegan que en 2020, durante los meses más duros de la pandemia, alcanzaron un acuerdo con Junts y Esquerra para racionalizar el salario de los parlamentarios. Los cuperos refieren que los diputados perciben de media 60.0000 euros, y el salario medio de Cataluña oscila entre los 23.000 euros las mujeres y 29.000 euros los hombres. La CUP justifica que, ante la inacción de los demás partidos, optó por elevar el tema a la mesa. No hubo acuerdo, y quedó patente la disparidad de criterios que tienen las distintas formaciones. Hay quien apuesta por reparar la falta de tributación, a costa de aumentar el salario bruto, costeado por la Cámara, para que los diputados no pierdan ingresos. Otra de las hipótesis es que la carga fiscal la asuman a medias el Parlament y los políticos.

Carles Riera, representante de la CUP en la mesa, lamentó que el asunto quedase finalmente orillado por falta de apoyos. Su antecesor en la mesa, Pau Juvillà, insiste en que “las dietas tienen que tributar y tener un coste 0 para el Parlament”. “Que cada uno se pague el IRPF de su bolsillo, y no a costa de dinero público, que ya ganamos suficiente”. Juvillà está inhabilitado como diputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, por haber cometido un delito de desobediencia al no haber cumplido la orden judicial de retirar los lazos amarillos del despacho que tenía en el Ayuntamiento de Lleida. Mientras estuvo en el Parlament, Juvillà hizo bandera del recorte de salarios, y puso énfasis en hacer eco de los privilegios que disfrutan los miembros de la Cámara. Su relevo, Carles Riera, apunta en la misma línea.

Además, la CUP también elevó a la mesa que “solo se abonen los desplazamientos justificados”. Es decir, que el Parlament pague solo por los kilómetros que efectivamente han realizado los diputados para desplazarse desde sus lugares de residencia. Este nuevo báremo rompería con la dinámica actual, según la cual cada diputado cobra una cantidad fija, en base a donde tiene fijado el domicilio. Lo mismo da si realiza verdaderamente el viaje o no. Durante la pandemia, cuando los plenos se realizaban de manera telemática, los pagos por desplazamiento se realizaban igualmente.

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