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Sant Adrià rebaja la protección de las Tres Chimeneas para facilitar futuros usos

Mediapro pretende ubicar en la antigua térmica una de las sedes de un parque tecnológico audiovisual

Las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs, ayer sábado.
Las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs, ayer sábado.Albert Garcia (EL PAÍS)
Clara Blanchar

El Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs (Barcelona) ha aprobado esta semana una modificación de las condiciones de la declaración de Bien Cultural de Interés Local (BCIL) con la que en 2016 se protegió las Tres Chimeneas, la antigua térmica del Besòs. El objetivo del cambio es relajar las restrictivas condiciones de la anterior declaración de BCIL, por las que las tres torres y la sala de turbinas eran casi intocables, para facilitar futuros usos.

En los últimos años han sonado varios proyectos para dar utilidad a las Tres Chimeneas: usos universitarios y científicos, un centro cultural promovido por un empresario egipcio o un hub del conocimiento vinculado a universidades y con temática como el cambio climático o una universidad de la paz. Se suma ahora un proyecto de Mediapro para hacer un parque tecnológico audiovisual que optaría a fondos Next Generation de la Unión Europea, y que ha sido presentado a la Generalitat.

Ante el cambio en la condición de bien protegido del conjunto, la plataforma vecinal para la protección de las Tres Chimeneas ha puesto el grito en el cielo: por la modificación y porque no se ha aceptado ninguna de sus alegaciones. El Consistorio subraya que la nueva declaración estipula que cualquier proyecto deberá ser evaluado por el área de Patrimonio del Departamento de Cultura de la Generalitat, “atendiendo a la singularidad histórica y paisajística”. La documentación de la modificación señala que si las Tres Chimeneas se quieren conservar, hay que darles uso, lo que requiere flexibilizar la protección: “Posibilitará asegurar la preservación y conservación para las generaciones futuras”.

Dos fuentes expertas en rehabilitación de conjuntos patrimoniales advierten de que la declaración de BCIL de las Tres Chimeneas era más restrictiva que otras declaraciones de rango superior, como son los bienes culturales de interés nacional (BCIN). Las novedades son la “admisión de cuerpos añadidos, de manera respetuosa, con proporcionalidad y harmonía”, la posibilidad de “abrir aperturas y cerrar existentes” y “ocupar espacios vacíos” en los que el primer BCIL no permitía ubicar nada. La declaración deja claro que “habrá que mantener la morfología de las Tres Chimeneas para asegurar el mantenimiento de su silueta y su imagen a lo lejos, en el marco de la silueta urbana característica de la fachada litoral”.

El cambio en la protección de las Tres Chimeneas fue impulsado por el propio Ayuntamiento, explican fuentes municipales, para facilitar los futuros usos que contempla el Plan Director Urbanístico (PDU) aprobado inicialmente hace un año por la Generalitat. El plan fija qué, cuánto y dónde se puede construir en la antigua térmica y los solares que la rodean, 32 hectáreas en total. A favor del cambio del BCIL votaron los concejales del gobierno (PSC) y Ciutadans. En contra, Sant Adrià en Comú, MES y ERC. Y Movem se abstuvo. La plataforma para la protección del conjunto rechaza la revisión “cuando no hay ninguna propuesta concreta aprobada”.

La complejidad del futuro de este espacio tan singular es que funciona como el pez que se muerde la cola. Porque, para decidir cualquier inversión, es necesario saber qué se podrá hacer. Lo primero que un promotor pregunta es cuántos metros podrá construir en un solar. Y al mismo tiempo, el PDU que contempla los futuros usos debe ser suficientemente flexible como para que alguien decida intervenir en el espacio.

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La entidad que luchó por la protección del edificio en 2016 denunció en verano que el Consistorio “recibió llamadas del subdirector general de Actuaciones Urbanísticas de la Generalitat y de la Gerente del Consorcio del Besòs” afirmando que la modificación “es un paso necesario e imprescindible para poder aprobar el PDU”. La plataforma asegura también que “la rebaja responde a los intereses de los actuales propietarios privados para conseguir el máximo de metros cuadrados de techo con vistas al mar, como si se tratara de un hotel”.

Actividad económica

El plan aprobado en el verano de 2020 prevé que la sala de turbinas sea un equipamiento. Y el uso de las Tres Chimeneas está calificado de actividad económica. Ante la dificultad de que las administraciones públicas puedan mantener su conservación, la idea es que el conjunto pase a manos públicas, pero se exploten en régimen de concesión para usos económicos que podrían ser oficinas o un hotel. La mayoría del suelo, ahora industrial, pertenece a la sociedad Front Marítim del Besòs, formada por Endesa y Metrovacesa. El PDU contempla que en las nuevas construcciones haya un 65% de vivienda (1.800 pisos; el 40% de ellos, públicos) y un 35% dedicado a actividad económica. Del total del espacio, el 76% será de uso público, entre zonas verdes y equipamientos.

Durante el debate en el pleno municipal de Sant Adrià, la alcaldesa, Filo Cañete, se mostró partidaria del proyecto por un “hub del conocimiento”, informó de que están pendientes de reunirse con la Generalitat y negó que “haya ningún proyecto escondido, ni contubernio con nadie, no hay nada concreto”.

Sobre el proyecto de Mediapro, fuentes de la empresa informan de que la idea es la creación de “un Parque Tecnológico Audiovisual Multisede que lidere la transformación tecnológica y digital del sector audiovisual en España y lo sitúe en la vanguardia mundial, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo e integrando las innovaciones tecnológicas con la producción y la distribución de contenidos y las nuevas tendencias en la creación”. Tendría tres sedes físicas en Madrid, Alicante y Barcelona, donde la apuesta son las Tres Chimeneas, indican las mismas fuentes. Y señalan que el proyecto se ha planteado a la Generalitat y a los ayuntamientos de Sant Adrià y Badalona. El Departamento de Políticas Digitales y Territorio no ha respondido a la petición de valorar el proyecto de la empresa audiovisual.

La iniciativa requeriría una inversión de 400 millones de euros, mitad aportación pública y mitad privada, y la empresa ve el plan susceptible de optar a los fondos europeos Next Generation. Mediapro cree que en los primeros cinco años se podrían crear 5.000 empleos.




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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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