ERC rechaza la unidad de voto en el Congreso que pide Junts
Los republicanos reivindican su autonomía en plenas negociaciones para formar Govern
Esquerra no está de acuerdo con que la hoja de ruta independentista que negocia con Junts para formar Gobierno en Cataluña incluya la unidad de voto en el Congreso. Y añade que su pacto con los anticapitalistas de la CUP, del que sus futuros socios recelan, no es modificable. Los republicanos lanzaron el jueves ambos mensajes antes de comenzar la pausa vacacional de Semana Santa. Junts insiste en que hay todavía serias diferencias en el proyecto, tantas como para comprometer la formación de un gobierno.
Tanto en ERC como en una parte de Junts preocupa que se transmita el mensaje que, tras dos votaciones de investidura frustradas y en plena emergencia de la pandemia, el independentismo se toma con calma la formación del nuevo Ejecutivo. El diputado de ERC y miembro de la comisión negociadora con Junts Sergi Sabrià intentó en una entrevista con Efe quitar hierro a las especulaciones sobre un nuevo pleno el Día de Sant Jordi (23 de abril) y aseguró que ellos están preparados para celebrarlo pronto. “Cuando nos volvamos a reunir les pediremos ir al grano”, dijo.
El diputado de Junts Joan Canadell reivindicó el jueves en Twitter que el fracaso del primer debate demuestra que falta un proyecto que “interpele a los 74 diputados” independentistas. A esa falta de sintonía, por ahora, entre el proyecto de Junts y ERC se refería explícitamente Albert Batet, el líder de Junts en el Parlament, al afirmar este jueves, en una entrevista al diario Berria, que “si no nos ponemos de acuerdo con el proyecto, el gobierno no avanzará”. Una entrevista en la que Batet se refería al “empate técnico” de ambas formaciones, un argumento que esgrime repetidamente Junts para enfocar las negociaciones con los republicanos a los que coloca en un plano de igualdad pese a que los de Pere Aragonès tienen un escaño más.
Frente al escepticismo de Junts, Sabrià mantiene que tienen ya ocho documentos preparados para el último tramo de las negociaciones, y cuyo contenido abarca “desde el que define la mecánica del nuevo Govern hasta el del Consell por la República”. ERC reconoce el papel de esta entidad privada, que pilota desde Bruselas el fugado Carles Puigdemont, pero insiste en que la necesaria unidad de acción no debe confundirse con uniformidad. “¿Apostamos por la coordinación? Sí. ¿Esto quiere decir supeditar las decisiones de cada grupo en el Congreso? No. Cada uno debe respetar las dinámicas internas”, ha defendido por su parte la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una entrevista a Europa Press. “Hay que encontrar el equilibrio”, dijo.
Los republicanos tienen 13 diputados en el Congreso (y por tanto grupo propio) mientras que Junts tiene cuatro. La propuesta de Junts es que los votos en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo sean decididos dentro de la coordinación del independentismo. La apuesta de los republicanos es hacer valer su peso en las Cortes para forzar cuestiones como el referéndum.
Cuevillas y la monarquía
Al malestar entre ERC y Junts se sumó este viernes otro, entre las filas de la formación que lidera Carles Puigdemont, a cuenta de unas declaraciones del secretario segundo del Parlament y diputado de Junts, Jaume-Alonso Cuevillas, que se mostró a favor de que la Cámara catalana no admita a trámite propuestas de resolución contra la monarquía y a favor del derecho a la autodeterminación. Cuevillas sostuvo, en una entrevista a VilaWeb, que ese tipo de pronunciamientos no llevan “a ningún lugar” y, por contra, tramitarlas puede significar la inhabilitación de los miembros de la Mesa del Parlament. Josep Costa, que la anterior legislatura fue vicepresidente primero de la Mesa por Junts, le contestó en Twitter: “Pienso que ir a prisión o ser inhabilitado por hacerlo en una cosa dignísima. Y pienso que si alguien no puede o no quiere asumir ese riesgo no debería estar en la Mesa del Parlament”.
Cuevillas, que como abogado de Carles Puigdemont mantuvo diversos contenciosos contra la Mesa de Parlament cuando la presidía el republicano Roger Torrent, se desmarcó de la posición de Junts y se abstuvo en la aceptación del voto delegado de Lluís Puig, el exconsejero huido de la justicia en Bruselas y diputado de Junts desde el 14F.
El acuerdo con la CUP “no se toca”
Para Sergi Sabrià, diputado de ERC, la línea roja de las negociaciones con Junts es apartarse del acuerdo alcanzado con la CUP, que ha votado favorablemente a Pere Aragonès en los dos debates fallidos de investidura. “Estuvimos muy vigilantes que nada hiciera imposible otros acuerdos porque había que sumar una mayoría. Ahora este acuerdo está cerrado y no está en disposición de ser retocado”, ha dicho.
“Advertimos a Junts que íbamos mucho más rápido con la CUP”, ha recordado. En Junts, donde creen que la independencia puede tirar adelante con un 51% de votos, lamentan el menosprecio de ERC al negociar primero con la CUP. Republicanos y anticapitalistas aglutinan el 58% del voto independentista en el Parlament. Junts tiene casi el 42% (y 43% en diputados).
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