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Málaga intensifica los controles sobre las motos de agua tras la muerte de una mujer

Policía Local, Guardia Civil y Capitanía Marítima se coordinan en un dispositivo en el que, en apenas cuatro días, han vigilado 45 de estas embarcaciones y han puesto 31 denuncias

Motos Agua Malaga
Operativo de control de motos acuáticas de la Policía Local de Málaga y la Guardia Civil.POLICÍA LOCAL MÁLAGA
Nacho Sánchez

El pasado 16 de julio una mujer de 32 años falleció en Málaga tras caer de una moto de agua. Viajaba junto a otras dos personas en el vehículo —habilitado para tres plazas— cuando se soltó de sus acompañantes y cayó al mar. Permaneció inconsciente en el mar y, aunque fue trasladada con rapidez hasta la orilla y atendida por los servicios sanitarios, falleció horas más tarde en el hospital. Ahora, Guardia Civil, Policía Local y Capitanía Marítima han comenzado una campaña de especial vigilancia sobre estas embarcaciones, que en verano multiplican su presencia en las costas malagueñas. De los 45 controles realizados en solo cuatro días, hasta un tercio (16) de las motos náuticas circulaban infringiendo alguna normativa, con un resultado de 31 denuncias. La mayoría por fondear en zonas prohibidas, porque los ocupantes no llevaban el chaleco salvavidas o por exceso de velocidad.

Cualquiera puede alquilar una moto acuática. Sus precios rondan los 40 euros por un paseo de 15 minutos, pero también hay excursiones por el doble o la posibilidad de conducir una durante una jornada completa por 150 euros. La mayoría de las que se ve a toda velocidad —pueden superar los cien kilómetros por hora— durante la temporada estival son propiedad de quienes las conducen, que las adquieren por precios que van de los 9.000 a los 30.000 euros. En cualquier día playero es fácil observar cómo estos vehículos viajan por zonas demasiado cercanas a la playa a pesar de la señalización mediante boyas o cómo se acercan a la orilla fuera de los canales de entrada y salida específicos para ello con más rapidez de la permitida —3 nudos, 5 kilómetros por hora—, poniendo en peligro a bañistas, buceadores y otras embarcaciones de recreo. Es algo que no solo ocurre en Málaga. Salvamento Marítimo ya avisó en 2022 de la peligrosidad de las motos náuticas en otros puntos del litoral y la importancia de implementar más controles, sobre todo porque en muchas ocasiones son manejadas por personas sin suficientes conocimientos náuticos.

Su vigilancia no es fácil. De ahí que en la costa malagueña la Policía Local y la Guardia Civil se coordinen y tengan el apoyo de Capitanía Marítima. Así pueden desarrollar campañas de control desde tierra y mar. Agentes de ambos cuerpos de seguridad permanecen en la orilla de diversas playas mientras una patrullera del instituto armado se acerca desde el mar hasta las motos de agua. Estos operativos se realizan con el apoyo de radares para medir la velocidad y también se realizan controles de alcohol y drogas. La mayoría de quienes conducen estas embarcaciones acceden a ofrecer su documentación a los agentes, aunque en los últimos días uno de los conductores intentó escapar mar adentro. Fue perseguido por la Guardia Civil hasta que le dieron alcance unos kilómetros más al este, a la altura del municipio de Rincón de la Victoria. El conductor fue identificado y denunciado.

El dispositivo, puesto en marcha durante dos fines de semana —cuatro días— desde finales del mes de julio en las playas de la zona este de la capital malagueña como las de El Balneario, Pedregalejo y El Palo, ha servido para realizar inspecciones a 45 embarcaciones. De ellas, 29 circulaban correctamente y otras 16 han sido denunciadas por incumplir la normativa. Las infracciones más comunes son el fondeo del vehículo en una zona de canal marítimo balizado (9), no llevar chaleco salvavidas homologado (7) y exceso de velocidad en los canales náuticos (3). Circular sin permiso homologado, navegar con tres ocupantes cuando la moto está habilitada solo para dos plazas, circular a más de una milla de la costa, carecer de seguro obligatorio o no colaborar en la inspección son las causas del resto de multas. Uno de los pasajeros que carecía de chaleco salvavidas fue también denunciado por portar dos trozos de hachís, que le fueron incautados. Ninguno de los conductores dio positivo en los controles de alcoholemia.

Quien sí dio positivo en alcohol y drogas es el hombre que dirigía la moto acuática de la que cayó una mujer el pasado 16 de julio a la altura de las playas de El Palo, quien falleció horas más tarde en el hospital Virgen de la Victoria de la ciudad de Málaga. “Hay constancia de que la persona que pilotaba esa moto acuática había arrojado tanto en alcoholemia como en sustancias psicotrópicas; tenía restos de haber consumido y había dado en alcohol también un nivel por encima de lo permitido”, dijo días después el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández. La Guardia Civil abrió una investigación del suceso y tomó declaración —en calidad de investigado— al hombre que conducía el vehículo. La causa sigue abierta.

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