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El tono “matón” del PP de Feijóo y Tellado en el Congreso es calificado de “bochornoso” en chats de su grupo parlamentario

“Nos dijeron que nos moderáramos, que bajáramos el nivel dialéctico, que nos relajáramos, que no hiciéramos aspavientos, que no interrumpiéramos intervenciones ajenas, que no molestáramos con gestos…”

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, en la sesión de control de este miércoles.Foto: GABRIEL LUENGAS (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Javier Casqueiro

No todo el mundo está a gusto en el grupo popular con las maneras y el estilo actual del líder del PP en el Parlamento. Ni con la forma extrema con la que Alberto Núñez Feijóo ejerce la oposición, ni con el tono áspero de los últimos meses y especialmente de estas últimas semanas. Varios miembros del PP en el Congreso lo tachan de “bochornoso” y propio de “matones de barrio”. Las críticas se han reflejado ya internamente en varios chats entre componentes de ese grupo en las Cortes. Algunos parlamentarios del sector moderado del PP, cada vez más escueto, han optado por la táctica del avestruz, escondiéndose de esas batallas dialécticas en las últimas filas del hemiciclo o abandonando el escaño para volver a sus actividades privadas. Son los menos. Otros se intercambian mensajes de este calado: “Nos dijeron que moderáramos el tono, que bajáramos el nivel dialéctico, que nos relajáramos, que no hiciéramos aspavientos, que no interrumpiéramos intervenciones ajenas, que no molestáramos con gestos… que a los nuevos no le gustaban esas cosas”. Y con malestar y decepción, otro integrante de ese grupo concluye sobre lo percibido en la sesión de control al Gobierno de este miércoles: “Es bochornoso lo de ayer. Si venía a cambiar la política, lo que está cambiando es la forma de percibirla por parte de la gente. Antes le daba pena. Ahora le da asco. 🤮”.

Alberto Núñez Feijóo ha validado la estrategia aparente de tierra quemada que el PP está siguiendo en el Congreso desde hace semanas. Con el ejemplo de sus intervenciones descalificadoras contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, y con su presencia y aplauso a los interrogatorios formulados por el sector más duro del grupo, en auge tras la nominación de Miguel Tellado como su portavoz, frente a otras opciones más calmadas que se barajaron. Al designar Pedro Sánchez como portavoz en la Cámara baja a Patxi López, Feijóo optó por el perfil más crudo de Tellado. El grupo popular, además, estaba diseñado para un Feijóo instalado en La Moncloa, y algunos de sus diputados más transversales y dialogantes preparados para gobernar han dejado ahora el escaño y retornado a sus profesiones o se han apartado de la primera línea de trinchera.

Miguel Tellado, Cuca Gamarra y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este miércoles en el Congreso.Foto: GABRIEL LUENGAS (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Miguel Tellado fue la mano derecha de Feijóo en Galicia durante su última etapa allí al frente del partido. En cada exposición que protagoniza en el Congreso (sea desde la tribuna de oradores; en la sala de prensa; en una declaración por un pasillo; o incluso dentro de la Junta de Portavoces para ordenar el calendario legislativo), repite que “el Gobierno de Sánchez es el más corrupto de la democracia”; que “está comprado y humillado ante el nacionalismo y Carles Puigdemont”; que es una banda y una “vergüenza”; y que, además, es el que peor ha tratado a la prensa de toda la etapa democrática.

Ese modelo de intervención de Tellado es el guion que siguió este miércoles en su interrogatorio al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y que resumió con esta idea: “Esta legislatura es un gran fraude que se ha fraguado a través de una transacción corrupta”. Bolaños optó por intentar mofarse de la falta de capacidad de compresión lectora del dirigente gallego. La catarata de descalificaciones que profirió Tellado agradó sobremanera al líder y a la teórica número dos del PP, Cuca Gamarra, ambos sentados a su izquierda, pero también a otros diputados de la dirección del grupo, como Macarena Montesinos o Álvaro Pérez, así como al escuadrón de los rescatados por ese equipo para endurecer cada semana esos enfrentamientos parlamentarios con el Gobierno, como Rafael Hernando, Cayetana Álvarez de Toledo, Esther Muñoz, Jaime de los Santos y Sergio Sayas.

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Un integrante de ese sector más conciliador, ahora a la baja, escribió este jueves en un chat interno este mensaje y lo envió a otro compañero del partido: “Recuerda cuando entró Feijóo. Nos dijeron que moderáramos el tono, que bajáramos el nivel dialéctico, que nos relajáramos, que no hiciéramos aspavientos, que no interrumpiéramos intervenciones ajenas, que no molestáramos con gestos… que a ‘los nuevos’ no le gustaban esas cosas. ¿Eso solo valía para los diputados elegidos por Pablo Casado? ¿Ya no vale? Es bochornoso lo de ayer”. La conversación no se detiene y otro miembro del grupo agrega: “Tras ver lo de ayer me acordé de todas aquellas instrucciones que recibimos repetidamente y que ya se han olvidado, porque cuando no gobiernas… la vida es diferente”.

Esas reflexiones llegaban tras haber escuchado a Feijóo cómo insinuaba muy claramente que el PP no se detendrá en este acoso al presidente e incluso a su esposa, a la que no citó por su nombre. Y que está dispuesto a articular todo tipo de acciones en esa línea. Un componente del grupo popular remacha: “Es bochornoso lo de ayer. Si venía a cambiar la política (en alusión a que Feijóo dijo cuando llegó tras la decapitación de Pablo Casado que él no venía a Madrid a insultar a Sánchez, sino a ganarle) lo que está cambiando es la forma de percibirla por parte de la gente. Antes le daba pena. Ahora le da asco. 🤮”.

Algunos diputados y diputadas del PP muestran en esas charlas internas su desconcierto con el contradictorio estilo actual de hacer oposición en contraste con los mensajes que les transmitieron cuando Feijóo irrumpió en la política nacional y se hizo cargo del partido tras la salida forzada de Casado: “Cuando alguno subía el tono te miraban mal y alguien de su equipo me decía siempre que moderara… que estos querían otra cosa”. El componente de ese grupo parlamentario remata: “Ahí tienes la otra cosa. Bochornoso Tellado ayer. Y todos. Matones de barrio”. Otros hablan de graves problemas de coordinación en la cúpula y de que falta estrategia de fondo, constructiva y alternativa, porque hay prisa por llegar al poder.

EL PAÍS ha solicitado a Miguel Tellado directamente y a su responsable de prensa un comentario al respecto: “¿El portavoz del PP en el Congreso cree y está seguro de que el estilo de hacer oposición de su partido en esta etapa de crispación máxima es compartido y respaldado por todos los diputados populares, y es el que se les dijo desde el principio que presidiría su labor en la oposición al Gobierno?”. No hubo respuesta.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.
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