Alberto Núñez Feijóo pidió el jueves pasado a Pedro Sánchez “no esconderse” y dar explicaciones sobre el caso Koldo. Pero desde entonces, había dejado que otros altos cargos del PP sacudieran al PSOE por la supuesta trama de corrupción. Hasta este miércoles, durante la sesión de control, cuando el jefe de la oposición señaló directamente al presidente del Gobierno. “Usted lo sabía y lo tapó”, lanzó Feijóo, desde el escaño y sin pruebas. El líder del PP no se pronunció el martes sobre la marcha del exministro José Luis Ábalos al Grupo Mixto y esperó al pleno en el Congreso para acaparar así todo el foco en el enfrentamiento a cara de perro con Sánchez. En la dirección nacional del PP no creen que hacer de la investigación de la compra de mascarillas un arma de destrucción pueda volverse en su contra. Y ven en el nuevo frente que se le ha abierto al Gobierno por un caso de presunta corrupción, una oportunidad de desgaste electoral en los comicios europeos y vascos, mayor incluso que la amnistía, señalan fuentes de la dirección del partido y del PP vasco.

En su estrategia de oposición —reorientada por completo tras la detención de Koldo García Izaguirre, excolaborador de Ábalos—, el PP ha creado un grupo específico de trabajo para analizar las vías de ataque. Los populares se han personado además como acusación popular en la instrucción que investiga la Audiencia Nacional, por lo que tendrán acceso al sumario, del que se valdrán parar cargar reiteradamente contra el Gobierno. “El horizonte es bueno pase lo que pase. Empieza el rock and roll”, anticipa un miembro de la ejecutiva. La ofensiva del partido de Feijóo se centra ahora en erosionar al Gobierno con el “calvario” del caso Koldo desde todos los frentes y fijan el marco del debate “en la corrupción del PSOE”, añaden otras fuentes del entorno de Feijóo. “Esto acaba de empezar”.

La nueva táctica se vio reflejada ya este miércoles, pues la mayoría de diputados populares dispararon en sus preguntas planteadas durante la sesión de control con asuntos relacionados con la presunta red corrupta. Una escalada de decibelios en la que vertieron también acusaciones sin fundamento. Sánchez y los ministros socialistas del PSOE se defendieron rememorando la contabilidad en negro del PP probada en el caso Bárcenas o la caída del exlíder del PP Pablo Casado tras la polémica en torno al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el cobro de comisiones en la compra de mascarillas. Un “bumerán” al que se refirió el ministro de Transporte, Óscar Puente, durante su intervención.

Pero en el cuartel general de Génova no temen que del caso Koldo afloren derivadas en las que puedan verse salpicados gobiernos autonómicos del PP. Tampoco consideran un arma de doble filo martillear con la corrupción al PSOE, considerando las sentencias que han afectado a miembros del partido o los juicios aún en curso, como la causa sobre la Operación Kitchen. Fuentes de la dirección popular aducen que esos procedimientos forman parte del pasado, cuando Feijóo no estaba al mando, e insisten que la acusación contra el hermano de Díaz Ayuso no fue a más. La Fiscalía no vio delito y un juzgado lo archivó. Los socialistas sí entienden que hubo responsabilidad política, como sostienen respecto a Ábalos. En la cúpula popular subrayan, por otra parte, que Ábalos tendrá presencia mediática en los pasillos del Congreso mientras el excontable del PP Luis Bárcenas está al margen.

Los populares no dejarán de lado, en cualquier caso, la confrontación por la amnistía. La proposición de ley sobre la medida de gracia se vota otra vez la semana que viene en el Congreso, pero en el gabinete de Feijóo calculan que el caso Koldo puede restar más votos al PSOE que la amnistía en los comicios europeos por la gravedad de los supuestos delitos y por la “imagen zafia” mostrada por los socialistas. En la misma línea, otras altas fuentes del PP vasco apuntan a la posibilidad de que el escándalo desemboque en un mayor nivel de abstención entre el electorado del PSE-EE en la cita con las urnas del 21 de abril.

Iniciativas parlamentarias

Además de la comisión de investigación registrada en el Senado, el grupo parlamentario del PP en la Cámara alta ha presentado una batería de preguntas escritas sobre la trama y una solicitud de información dirigida al Gobierno sobre los contratos suscritos entre la empresa del caso Koldo y ADIF, Puertos del Estado, Correos y Renfe.

En paralelo, el grupo parlamentario del PP en el Congreso registró este miércoles otras 25 preguntas más, a lo que sumó dos peticiones de comparecencias urgentes en pleno dirigidas al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños y al de Transporte, Óscar Puente; y otras seis solicitudes para que comparezcan en la Comisión de Transportes y en la de Hacienda varios altos cargos de la Administración socialista, entre los que incluyen a los presidentes de ADIF, de Puertos del Estado y de Correos.

A su vez, los populares han comenzado a actuar en las comunidades con más iniciativas parlamentarias en las asambleas autonómicas donde gobiernan. Y denunciarán los hechos ante la UE.