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Clientes de la discoteca incendiada en Murcia en la que murieron 13 personas dicen que nadie los avisó del fuego

La última persona en salir con vida del local asegura que cerraron la puerta y que tuvo que alertar de que aún quedaba gente dentro

La testigo Ámbar Estefanía, que estaba en la discoteca Fonda Milagros la noche del pasado octubre en que un incendio arrasó con esa sala y su anexa, Teatre, provocando la muerte de 13 personas, a su salida del juicio este martes en Murcia.
La testigo Ámbar Estefanía, que estaba en la discoteca Fonda Milagros la noche del pasado octubre en que un incendio arrasó con esa sala y su anexa, Teatre, provocando la muerte de 13 personas, a su salida del juicio este martes en Murcia.Marcial Guillén (EFE)
Virginia Vadillo

“Fueron momentos terroríficos”. Así han definido el incendio que asoló el pasado 1 de octubre dos discotecas de Murcia los cuatro testigos que han prestado declaración ante la jueza que instruye el caso. Todos ellos estaban en los palcos reservados de Fonda Milagros, la sala en la que se registraron las 13 víctimas mortales del incendio, y fueron las últimas personas que lograron abandonar el local de forma, aseguran, “milagrosa”, ya que nadie las alertó del fuego y tampoco había señalizada ninguna salida, por lo que todo el desalojo lo hicieron por sus propios medios, según han señalado este martes.

Uno de los testigos, Efraín M. M., ha explicado a los periodistas tras comparecer ante la jueza que las ocho personas que se encontraban en el reservado del local lograron abandonar a la sala en llamas porque eran clientes habituales y conocían el local. En el palco anexo al que ellos ocupaban se encontraron los cadáveres de las 13 víctimas mortales.

Efraín M. M. ha narrado los momentos de angustia que vivió aquel 1 de octubre: “Estábamos superbién y de pronto se apagó la música”, ha dicho, pero como eso había ocurrido ya otras veces no le dieron ninguna importancia, ha asegurado. Sin embargo, pronto comenzaron a “oler a quemado” y decidieron abandonar el reservado, que estaba en una planta superior, en forma de U, sobre la pista de baile. Salieron de la sala “tranquilamente”, pero, segundos después, se fue la luz y comenzó el caos: a tientas y guiándose por el mapa mental de local que recordaba, llegaron a la pista de baile, pero allí “ya no había nadie”.

“Nadie avisó”, ha denunciado Efraín M. M. “Eso es lo más duro, porque fuera había bomberos, policía, mucha gente. El desalojo fue todo por parte nuestra”, ha lamentado. Su compañera, Ámbar Estefanía D. N., fue la última persona en salir con vida de Fonda Milagros y este martes ha asegurado, entre lágrimas, que “alguien” cerró la puerta tras ella, y que tuvo que alertar de que todavía había personas en los palcos reservados. Ha afirmado a los periodistas que tras aquella noche todavía está recibiendo tratamiento psicológico.

La abogada que representa a estos dos testigos y a otros cuatro supervivientes que compartían con ellos el palco de la discoteca, además de a los familiares de un fallecido, Rosa Egea, se ha limitado a confirmar que todos ellos se personarán como víctimas en el procedimiento judicial, en el que hay investigadas actualmente seis personas por posibles delitos de 13 homicidios por imprudencia.

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Para el abogado Pedro López Graña, que representa a los familiares de dos de las víctimas mortales y que ha estado presente en la vista, las declaraciones de los cuatro testigos que han pasado este martes ante la jueza desmienten las versiones que en las últimas semanas han ido dando los responsables tanto de Fonda Milagros como de Teatre, donde la policía considera que se originó el fuego, ya que todos ellos afirmaron que las salas cumplían con las medidas de seguridad. Sin embargo, los testigos han corroborado la ausencia de salidas de emergencia y su señalización, o de alarmas anti incendios. Otros ocho testigos están llamados a declarar el próximo 1 de marzo en esta fase de instrucción del procedimiento.

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Sobre la firma

Virginia Vadillo
Es la corresponsal de EL PAÍS en la Región de Murcia, donde escribe sobre la actualidad política, social y medioambiental desde 2017. También trabaja con la Agencia EFE en esa comunidad autónoma. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo de Agencias por la Universidad Rey Juan Carlos.
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