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PP y PSOE se abroncan por la amnistía y la tragedia de Barbate en el primer pleno en el Senado tras las gallegas

Bolaños afirma que piensa “lo mismo que Feijóo, que no hubo terrorismo en el ‘procés” y Marlaska acusa al PP de “hacer política con el dolor” de los guardias civiles

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (izquierda), junto al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, celebrada este martes.Foto: Kiko Huesca | Vídeo: EPV
José Manuel Abad Liñán

La línea de bajo en la primera sesión de control al Gobierno tras la victoria del PP y el batacazo socialista en las elecciones gallegas tenía que sonar a calidad de instituciones democráticas, pero lo que se ha oído esta tarde en el Senado han sido punteos desafinados de guitarra sobre la amnistía al procés, el cambio del PP acerca de su posición sobre los indultos y las responsabilidades en la muerte de dos guardias civiles en Barbate. Ni el viejo tiempo preelectoral ha muerto ni el nuevo postelectoral ha tardado en aparecer: broncas las palabras y broncas las bancadas, las acusaciones del PP se han dirigido al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por “insensibilidad” ante la tragedia de los agentes. Y también se llevó su parte de las andanadas populares el titular de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, por “irrelevancia” de su Ejecutivo que para el PP ya es “más independentista que socialista”. Tras el varapalo de las urnas en Galicia, los ministros han replicado a un PP crecido por su quinta mayoría absoluta consecutiva en esa comunidad.

El momento más acre lo han protagonizado Marlaska y el senador popular Alejo Miranda de Larra. “Ustedes hacen política con el dolor”, le ha respondido Marlaska al parlamentario popular, que lo acababa de acusar de impedir un homenaje de la Guardia Civil a los fallecidos —Marlaska dice “asesinados”— en la costa gaditana. “El mejor homenaje a los narcos que he visto yo es una giornata particolare en un barco con un narco con un presidente del Partido Popular”, ha zanjado el titular de Interior, tirando del título de la película de Ettore Scola en la que un intelectual homosexual y un ama de casa viven una pasión amorosa tan furtiva como breve el día en que la Roma fascista desfilaba en honor a Hitler en 1938. El senador Miranda de Larra había acusado a Marlaska de impedir homenajes y también de haber desmantelado la unidad OCON-Sur de lucha contra el narco en el Estrecho y ha culpado al Gobierno de reírse “a carcajadas”, “mientras España lloraba con los guardias civiles en Barbate”, sobre la alfombra roja de los premios Goya y de burlarse así de los agentes “que se juegan la vida”.

“¿Qué será lo siguiente, señor Marlaska, prohibir los funerales? ¿O lo siguiente serán homenajes a los narcos, como miran para otro lado con los homenajes que le gustan a Bildu? ¿Qué será lo siguiente?”, ha dicho, in crescendo, el senador popular; “¿amnistiar a los narcotraficantes para mejorar la convivencia en el Estrecho?”. Y conforme se acentuaban las preguntas lo hacían también los comentarios en los escaños populares jaleando a su senador.

La convivencia, pero no en el Senado, sino en la Cataluña posprocés, la ha sacado a colación antes Bolaños. Y lo ha hecho para responder al PP, que ha culpado al Gobierno de dedicarse “en cuerpo y alma a colonizar las instituciones”, una labor cuya última muestra, para la senadora Alicia García Rodríguez, se ha visto en el Congreso. “Ahí tienen a la ‘ministra 23′, la delegada del Gobierno en el Congreso, la señora [Francina] Armengol, y los ataques a los jueces, como hoy la ministra [Teresa] Ribera”. Félix Bolaños le ha replicado que España es una de las 24 democracias plenas del mundo, según el informe que publica The Economist. “Es un logro reconocido internacionalmente. En 2018, ¿sabe lo que era un problema para los españoles? La corrupción. Hoy ese problema ha desaparecido tan pronto como ha desaparecido el Partido Popular de los gobiernos”, ha recalcado el también ministro de Relaciones con las Cortes, que ha echado mano del argumento, oído muchas veces ya en la Cámara, de que aquel año, el último del PP en La Moncloa, España estaba sumida “en una crisis de convivencia, territorial, que afortunadamente estamos trabajando muy duro para superarla con políticas para normalizar la situación”.

Y ahí la senadora popular ha hecho sonar, en tono de triunfo, los ecos de la victoria popular en Galicia el pasado domingo. “No les quedó claro el mensaje de las urnas del pasado domingo. Los españoles no quieren muros, quieren puentes; no quieren amnistía, quieren Estado de derecho; no quieren socialismo, quieren más Partido Popular”, ha asegurado García Rodríguez. “Ustedes no se dan cuenta de lo más importante: el independentismo está fagocitando a Sánchez. Sánchez está jibarizando al Partido Socialista. Ustedes ya son irrelevantes, porque han obtenido el peor resultado de su historia en Galicia”. “40 escaños Feijóo; 9 Sánchez y Díaz”, ha dicho la senadora, citando sin mencionarla a Isabel Díaz Ayuso, que usó el mismo tanteo para resumir el domingo electoral en Galicia.

“Cuánta valentía tienen ustedes para defender a [Carles] Puigdemont y qué poco sentimiento y sensibilidad para defender a la Guardia Civil”, ha afirmado la senadora popular, respaldada por gritos de “sí, señora” de su bancada. “Este es el respeto que tienen ustedes por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el mismo que por las instituciones que asaltan, que por la Constitución que atacan y que tiene el señor Sánchez con su partido porque les pone al servicio del independentismo. Ustedes son cada vez menos socialistas y más independentistas”, ha asegurado.

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En ese punto del rifirrafe, el sarcasmo se ha hecho un hueco. “Como decía Sánchez, esto es imparable: su caída, como la mayoría absoluta del PP en Galicia”, ha ironizado la senadora García Rodríguez, que ha hablado de un hartazgo de los votantes por las ”humillaciones, cesiones y chantajes”, de las que culpa al Gobierno.

Si ella ha citado a Sánchez para zaherir, ironía mediante, a los socialistas, el socialista Bolaños lo ha hecho con las palabras de Feijóo en plena campaña gallega, en la que se mostró abierto a indultos a Carles Puigdemont en determinadas condiciones, lo que se interpretó como un giro de los populares en su política contra las medidas de gracia a los líderes independentistas encausados por el procés.

“Muchas veces tenemos debates, pero a veces también estamos de acuerdo”, ha asegurado Bolaños en tono suave. “A mí me parece muy importante para la salud de las instituciones que haya amplios lugares donde nos encontremos las dos principales fuerzas políticas de este país”, ha respondido el ministro, en el mismo tono aparentemente rebajado. Aparentemente, porque a reglón seguido ha dicho: “Cuando escuché lo que piensa de verdad el señor Feijóo sobre los indultos, sobre la amnistía, sobre la no existencia de terrorismo en el proceso independentista, entonces me di cuenta que la salud de las instituciones en nuestro país está cada día mejor”, ha proseguido el titular de Presidencia, para protesta creciente de los populares. “Ustedes reconocen que el camino de los indultos, del reencuentro, de la amnistía es algo que necesita nuestro país, que en su terminología es la reconciliación, en la nuestra es el reencuentro”, ha recalcado.

De los sones en apariencia conciliadores, en efecto, ya no quedaba nada. “Hagan ustedes público lo que en privado ya dicen: dejen de crispar con la gran mentira de lo que ustedes piensan de esta materia porque su propio líder les dijo a los españoles lo que piensa, y, por tanto, lo que dice públicamente es una gran mentira”, ha concluido Bolaños.

Marlaska ha vuelto después a ser objeto de las diatribas del PP. La senadora Marimar Blanco ha pedido la dimisión o el cese del ministro por las muertes de los “dos héroes de Barbate”, como los ha definido la popular, “por no garantizar la seguridad a la Guardia Civil” y “por su indignante connivencia con el entorno de los presos de ETA”. Blanco le ha espetado que es “un ministro al que ya solo aplauden los presos de ETA”, aunque ha reconocido que sí persiguió a la banda terrorista cuando ejerció como juez. Marlaska le ha respondido que no existe un acuerdo de investidura de Bildu con el PSOE, como había señalado Blanco, que ha dicho que el ministro le aseguró a las víctimas de ETA —como ella, hermana del concejal asesinado Miguel Ángel Blanco—, que “como mucho se iban a dar 20 acercamientos de presos y ninguno con delitos de sangre”. El vicepresidente primero del Senado, Javier Maroto, ha llamado a los senadores socialistas a guardar silencio, y a partir de ahí han comenzado los abucheos desde las bancadas. Fuentes del grupo socialista han anunciado que este registrará una queja por “la actitud de pasividad y permisividad de Maroto durante la interpelación del grupo popular ante los abucheos y los gritos de la bancada popular pidiendo la dimisión del ministro Marlaska”.

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José Manuel Abad Liñán
Es redactor de la sección de España de EL PAÍS. Antes formó parte del Equipo de Datos y de la sección de Ciencia y Tecnología. Estudió periodismo en las universidades de Sevilla y Roskilde (Dinamarca), periodismo científico en el CSIC y humanidades en la Universidad Lumière Lyon-2 (Francia).
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