Muere un traficante tras chocar su lancha contra una patrullera de la Guardia Civil en Cádiz
Los cuatro ocupantes portaban garrafas de gasolina en la desembocadura del Guadalquivir cuando se produjo el accidente
Un hombre de 47 años ha muerto la tarde de este miércoles en Cádiz después de que la lancha semirrígida en la que viajaba chocase con una embarcación de la Guardia Civil en la desembocadura del río Guadalquivir. Junto a él viajaban otras tres personas que están detenidas. Los cuatro ocupantes portaban garrafas de combustible, una actividad conocida como petaqueo que habitualmente sirve para surtir de gasolina a las narcolanchas del hachís que esperan en alta mar para poder entrar río arriba y descargar la droga procedente de Marruecos.
El suceso se ha producido en torno a las 12.00, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Guardia Civil. La patrullera Río Agueda, del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz, divisó una lancha semirrígida de 12 metros de eslora que se encontraba al pairo en la desembocadura del río. Los agentes que pilotaban la lancha policial, que han resultado ilesos, pero están “afectados por lo ocurrido”, se acercaron hasta la neumática para comprobar si se trataba de una narcolancha del hachís. En ese momento, los cuatro ocupantes que se encontraban descansando pusieron en marcha la embarcación para emprender la huida, pero, por motivos que se desconocen, chocaron contra el frontal de la nave de los guardias civiles, según el relato del Instituto Armado.
No hay quien frene a los ‘petaqueros’ que abastecen de combustible a los narcos en altamar
Tras el accidente, los agentes detuvieron a tres de los ocupantes, pero las heridas del cuarto obligaron a su traslado al hospital de Sanlúcar. De ahí, el hombre ha sido trasladado al hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde ha fallecido pasadas las 18.00 como consecuencia de las lesiones sufridas en el choque. El hombre tenía 47 años y contaba con antecedentes policiales por contrabando, organización criminal y tráfico de drogas. Al menos otro de los detenidos también contaba con antecedentes policiales, según confirman las mismas fuentes.
En el momento del suceso, la semirrígida estaba cargada con una cantidad no precisada de bidones o petacas de combustible. La actividad ilegal de petaqueo a las narcolanchas del hachís es una actividad creciente en los últimos años. Ese crecimiento se ha producido después de que el cerco policial contra el narco les haya obligado a explorar nuevas rutas y alargar sus estancias en el mar, a la espera del mejor momento para introducir la droga en la costa. La actual normativa española no contempla como delito el almacenaje o transporte de grandes portes de gasolina, de ahí que la Fiscalía Antidroga ya haya reclamado una reforma legal para prohibir estos peligrosos movimientos de gasolina.
El cerco al narco en el Estrecho también ha tenido la consecuencia de que los traficantes hayan optado por nuevas rutas o recuperado otras, como es el caso del Guadalquivir. Las asociaciones de guardias civiles llevan meses alertando de este importante incremento de actividad en el río que desemboca en Sanlúcar de Barrameda, además de denunciar que apenas cuentan con medios para frenar este importante incremento. El pasado mes de diciembre, en apenas un día, la patrullera detectó hasta cuatro narcolanchas listas para alijar o cargadas de gasolina, sin que pudiese hacer prácticamente nada para evitar su actividad.
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