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El plan de cogobernanza de Sánchez

El Gobierno ofrecerá proyectos comunes a las autonomías. El PP insiste en atacar al presidente y sus cesiones al independentismo

Anabel Díez
María Jesús Montero y Pedro Sánchez, este domingo en la convención política de los socialistas, celebrada en A Coruña durante el fin de semana.
María Jesús Montero y Pedro Sánchez, este domingo en la convención política de los socialistas, celebrada en A Coruña durante el fin de semana.ÓSCAR CORRAL

Una docena de ministros expondrán a lo largo de esta semana en el Congreso sus planes para la legislatura: desde lo inmediato hasta sus proyectos en agenda más ambiciosos. Lo hacen a petición propia, como es el uso habitual tras la formación de un Gobierno, pero también porque la oposición exige que se personen. Se trata de comparecencias muy trabajadas por los asesores de cada ministro, con anuncios y exposiciones de planes ambiciosos. Pero solo en la primera parte. En la segunda, entrará de lleno la oposición al ataque, con el rotundo reproche de que esos ministros, al final, harán “lo que diga y les deje Puigdemont”.

El martes, además, la Comisión de Justicia debatirá y aprobará la proposición de ley de amnistía, que pasará el jueves al pleno, antes de un largo tránsito en el Senado, tal como pretende el PP. Este es el marco político. Aun así, el presidente del Gobierno, sus ministros, el PSOE y Sumar tratarán de no quedar atrapados en las difíciles e imprescindibles relaciones con los independentistas catalanes, especialmente con Junts. La cogobernanza con las comunidades autónomas y la plasmación en políticas económicas del discurso de Pedro Sánchez en el Foro de Davos, socialdemócrata clásico, componen el marco alternativo al del independentismo y del PP.

El fin de semana del PSOE y del Gobierno en A Coruña, en su convención política y electoral gallega, ha estado planificado al máximo. El discurso del presidente en Davos —la máxima expresión del capitalismo, en el que año tras año se debate para reafirmar la vigencia y supervivencia de la economía de libre mercado, con el concurso de políticos, el mundo empresarial y financiero— ha tenido continuidad en Galicia. La reunión del fin de semana anterior, en un retiro del Gobierno en Quintos de Mora (Toledo) con todo su Gabinete, sirvió para poner los deberes a los ministros del PSOE y de Sumar.

Los socialistas creen que han logrado los objetivos en los tres actos o reuniones citadas. Se trataba de demostrar que “hay proyecto y hay equipo para llevar adelante un programa que concierne a la inmensa mayoría”, una frase en la que coinciden distintas fuentes gubernamentales y de partido. Ninguno de los interlocutores ignora que la estrategia del adversario se centra casi en exclusiva en remachar permanentemente que Pedro Sánchez no mira por España ni por los españoles, y que para ser presidente cede al desguace del país que impone el líder sin cargo de Junts, Carles Puigdemont.

Los socialistas en A Coruña y los populares en Ourense establecieron este fin de semana sus estrategias. Los segundos tratarán de desbaratar la de los primeros. El PSOE, en su conjunto, con la colaboración activa de los líderes territoriales, reavivó el concepto de cogobernanza, impulsado por Sánchez en plena pandemia de la covid. Fuentes socialistas rememoran que la propuesta de cogobernación entre la Administración central y las autonómicas tiene más de una década, como reflejan los documentos del partido. En 2013, el entonces secretario general, el ya fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, la defendió y se aprobó, dejando claro que la pluralidad de España y sus singularidades identitarias encajan dentro de un proyecto común, que es “España y Europa”. Así lo señaló este fin de semana el presidente de Asturias, Adrián Barbón, defensor a ultranza del candidato socialista gallego, José Ramón Gómez Besteiro y del aspirante a lehendakari, Eneko Andueza. La frase de Pedro Sánchez de hacer de la necesidad virtud, para mostrar que trataría de sacar los mejores réditos para todos de las negociaciones con los independentistas, va en la dirección de la pretendida cogobernanza, en el sentido de que se pacta con los independentistas, pero también con todos los demás gobernantes autonómicos. La posibilidad de que las autonomías gobernadas por el PP no faciliten esta relación es un riesgo, pero el Gobierno repite que los presidentes populares no querrán dar la espalda a propuestas que beneficien a los conciudadanos. Esta misma semana podrá verse qué respuesta tiene la decisión del Ejecutivo central, anunciada la mañana del domingo, de incluir en los Presupuestos Generales del Estado una cantidad estimable para el refuerzo de Matemáticas y comprensión lectora destinada alumnos desde tercero de primaria hasta cuarto de la ESO.

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Además, algunos lazos que se aflojaron la legislatura pasada entre el Gobierno y empresarios y representantes del sector financiero están en vías de reforzarse, por necesidad mutua. La reunión de Sánchez con los representantes del Ibex 35 en Davos fue una muestra. Las relaciones se han estabilizado, señalan fuentes financieras, aunque los empresarios nunca aplaudirán los impuestos a los beneficios a los que el Gobierno no renuncia en absoluto. En principio, no son estos los asuntos por los que el PP quiere transitar, que prefiere la denuncia aquí y en Bruselas de que el Gobierno golpea las libertades y el Estado de derecho, como han reafirmado este fin de semana en Ourense.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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