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Feijóo sostiene que, tras el pacto con Bildu en Pamplona, Sánchez deja al PP como único partido de Estado y constitucional

El líder popular afirma que el PSOE representa “amnesia, mentira e indignidad”, acusa al presidente de terminar el año “brindando” con la formación de Otegi y deja sin aclarar si apoyará las medidas anticrisis

Alberto Núñez Feijóo, a su llegada este jueves al hotel VP, en Madrid, para ofrecer su balance del año.Foto: A. Pérez Meca (Europa Press)
Javier Casqueiro

El propio Alberto Núñez Feijóo anticipó que su balance político de 2023 iba a ser “intenso y no ligero” y cumplió su palabra. El presidente del PP compareció este jueves en Madrid para efectuar su “crítica política” de todo lo sucedido durante el último ejercicio en España y para ratificar que, efectivamente, su balance es mucho peor que agorero y que sus pronósticos para 2024 son algo más que sombríos. Feijóo resumió las crisis provocadas por Pedro Sánchez y su Gobierno en tres, la económica, la institucional y la ética. En el panorama económico no observa ningún índice medianamente positivo, y no aclaró qué hará el PP cuando el megadecreto anticrisis llegue al Congreso para ser convalidado. Sobre las negociaciones institucionales en marcha, fue igual de pesimista y confió todo a que el supervisor de la Comisión Europea logre doblegar las posiciones del Ejecutivo con respecto a la reforma y renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), incluso con expedientes. A su juicio, Sánchez “ha cruzado todas las líneas” con la moción de censura en Pamplona (que este jueves ha dado la Alcaldía a Bildu con el apoyo socialista), hasta el punto de llevar al PSOE actual a dejar de ser “un partido de Estado”, una responsabilidad que Feijóo cree que ya únicamente ejerce el PP.

El presidente del Gobierno había adelantado, el miércoles en La Moncloa, en su optimista análisis de la situación del país, que en el bando contrario proliferan “profetas del caos” que nunca llega. Feijóo obvió esa crítica y abundó en su cuestionamiento de todos los datos, índices y proyecciones positivas sobre la economía española. El jefe de la oposición tampoco comparte el modelo de medidas anticrisis que el Consejo de Ministros acordó prorrogar y que en un mes debe convalidar el Parlamento. Feijóo no aclaró qué votará el PP entonces, pero sí remachó que el Gobierno no les hace ningún caso para negociar y planteó que entre sus exigencias estaría la necesidad de una bajada de impuestos para las clases medias y más desfavorecidas.

En el apartado de la crisis institucional fue dónde Feijóo situó la negociación pendiente de retomar para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces, cuyo mandato lleva cinco años caducado, con cada vez mayores repercusiones en la judicatura por el boicoteo del PP. El líder popular identificó al CGPJ “como último dique de contención a los abusos del Gobierno” y recalcó que la formación “vigilará de cerca la renovación y el método de elección” de ese órgano.

Desde la izquierda, Rafa Hernando, Esteban González Pons, Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo.
Desde la izquierda, Rafa Hernando, Esteban González Pons, Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo.A. Pérez Meca (Europa Press)

PSOE y PP, según el principio de acuerdo que retomaron Sánchez y Feijóo en su reunión de la semana pasada, han pactado recurrir a algún representante de la Comisión Europea para resolver primero la renovación del Consejo y luego promover una nueva ley que rija ese órgano. Feijóo no quiso precisar cuál es ahora su modelo para esa ley. Al presidente popular solo le interesó subrayar que en ninguna nación europea se han “reescrito” sentencias en favor de delincuentes condenados, como retratan los objetivos del proyecto de ley de amnistía registrado, pactado entre el PSOE, Junts y ERC. Y denuncia que esa norma es “una anomalía” y que “el intento de dejar sin efecto la separación de poderes” así en España es “algo inaudito”.

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El presidente popular identifica todas esas actuaciones “con la ambición desmedida de Sánchez” y con su interés en “darles impunidad” a un amplio catálogo de socios radicales e independentistas con el único logro de conseguir su investidura. El dirigente popular sostiene que en España han ocurrido todas las indignidades imaginables “a la vez”, y elevó a la cúpula de esas denuncias la moción de censura en Pamplona. Feijóo concluye que con la entrega de esa Alcaldía por parte del PSOE a Arnaldo Otegi y Bildu y su “pacto del encapuchado”, “se han cruzado todas las líneas”, porque cree que se ha mentido y ocultado lo que los socialistas nunca habían estado dispuestos a hacer. Feijóo entiende que así “España no gana una alcaldía progresista, sino reaccionaria, y España pierde un partido de Estado. Sánchez ha elegido acabar el año brindando con Bildu en Pamplona”.

El líder del PP avanzó que en las elecciones gallegas, ya fijadas para el 18 de febrero, estará en juego lanzar el mensaje de “mantener la estabilidad y el rigor o que Sánchez use Galicia como otra de sus sucursales radicales”; que en las vascas, aún por agendar, “el PP es la única alternativa a las políticas de Sánchez, Bildu y sus socios”, y que en las europeas del 9 de junio se dilucidará “reconocer a los que defienden los valores de la Unión y censurar a los que los atropellan”.

Críticas y dimisión de Javier Ortega Smith

Feijóo, eso sí, fue nítido en sus críticas a Javier Ortega Smith, concejal de Vox en Madrid y diputado de la formación ultra en el Congreso, que la semana pasada agredió e intimidó en un pleno del Ayuntamiento de la capital a un edil de Más Madrid. El presidente del PP, partido socio de Vox en varios gobiernos autonómicos y municipales, señaló que comportamientos como el de Ortega “no caben” y son “inadmisibles”. Apuntó incluso que su partido debería forzarlo a dimitir y que sería lo que él haría. De camino rescató también un incidente violento que él sufrió en el Parlamento gallego durante una intervención, en abril de 2013, del entonces portavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), José Manuel Beiras, que se encaró con él cuando era presidente de la Xunta frente a su escaño y hasta llegó a golpear esa tarima con el puño cerrado. Feijóo incidió mucho este jueves que entonces militaba en esa formación con Beiras la actual líder de Sumar, Yolanda Díaz, y que no censuró ni reprochó aquella agresión, y le pidió coherencia.

Alberto Núñez Feijóo, durante la rueda de prensa.Foto: A. Pérez Meca (Europa Press)


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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.
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