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El Rey advierte de que la solución a los problemas de España vendrá “de la unidad, nunca de la división”

Felipe VI denuncia el “sufrimiento tan desgarrador” causado por el conflicto en Oriente Próximo y Leonor de Borbón afirma: “Soy consciente de cuál es mi deber y lo que implican mis responsabilidades”

Felipe VI aplaude a su hija, Leonor de Borbón, tras pronunciar esta su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias, en el teatro Campoamor de Oviedo. Foto: CHEMA MOYA (EFE) | Vídeo: EPV
Miguel González

El Rey ha aprovechado este viernes la entrega de los Premios Princesa de Asturias para hacer un llamamiento a la “responsabilidad” y advertir, en momentos de fuerte polarización interna, de que la solución de los “muchos problemas” que tiene España solo llegará “de la unidad, nunca de la división”. En su tradicional discurso en el teatro Campoamor de Oviedo, probablemente el más personal de cuantos pronuncia a lo largo del año, Felipe VI ha indicado a los responsables políticos, sin citarlos, que “es la hora del mayor sentido de la responsabilidad. Siempre lo es, ciertamente”, ha admitido, “pero en estas circunstancias ese deber debe extremarse. La paz, el bienestar económico y social de millones de personas y la preservación de los valores democráticos así lo exigen”, ha alegado.

En presencia de las primeras autoridades del Estado —los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente; del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; y del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Gilarte; o la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, entre otros— el Rey ha hecho una petición: “Conservar y preservar […] todo lo que hemos alcanzado como nación, con tanto esfuerzo, de aquello que lo pueda erosionar”. “Son muchos nuestros problemas y las soluciones llegarán, como siempre ha sucedido y demuestra la historia de España, de la unidad, nunca de la división”, ha dicho, provocando los aplausos del público.

Previamente, el jefe del Estado ha lamentado la convulsa situación internacional de un comienzo de siglo que “ha traído el regreso terrible de la guerra, de los conflictos bélicos en su versión más descarnada y brutal, así como del vértigo ante el riesgo de su extensión”. Por segunda vez desde que Hamás lanzó su ataque terrorista contra Israel, el día 7, se ha referido al conflicto árabe-israelí, aunque lo ha hecho de manera muy cuidadosa, evitando herir susceptibilidades en un asunto que divide a la comunidad internacional y a la propia sociedad española.

Si el día 9, en Bilbao, 48 horas después del ataque de Hamás contra Israel, Felipe VI lo condenó “con toda firmeza” y llamó a “hacer lo posible” para evitar “mayor sufrimiento, destrucción, desesperanza y la pérdida de más vidas humanas” en Oriente Próximo, ahora, ante las noticias de matanzas de civiles palestinos en Gaza, ha denunciado que el conflicto “está causando nuevamente un sufrimiento tan desgarrador”. No ha querido, sin embargo, señalar a los culpables ni reclamar un alto el fuego, que Israel y Estados Unidos rechazan, y se ha limitado a recordar que en 1994 el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional fue a parar al primer ministro israelí, Isaac Rabin, y al líder palestino, Yasir Arafat, por su “esfuerzo para crear las condiciones de paz en la región”.

El Rey, que en la recepción del 12 de Octubre tuvo un gesto hacia la embajadora israelí en España, Rodica Gardian-Gordon, con la que se demoró para darle el pésame, ha dicho ahora que la paz que se empezó a construir en la Conferencia de Madrid de 1991 “debe nutrirse, sustentarse y defenderse” y ha subrayado que las naciones deben “darse mutuamente garantías de respeto y seguridad” y cooperar entre sí para abordar “los grandes desafíos globales”.

Pero la protagonista de la ceremonia —con permiso de la actriz Meryl Streep, premio Princesa de Asturias de las Artes— ha sido Leonor de Borbón, de la que el Rey ha dicho que él y la Reina se sienten “profundamente orgullosos de su sentido del deber, de su entrega y de la ilusión con la que afronta su futuro”. Aunque es la quinta vez que la princesa de Asturias habla en la entrega de estos premios, esta vez su intervención se ha producido a solo 11 días de que alcance la mayoría de edad y jure la Constitución en una sesión conjunta de las Cortes Generales, como hizo su padre el 30 de enero de 1986.

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Por eso, al inicio de su breve discurso, la heredera ha recordado que hace dos semanas juró bandera en la Academia General Militar de Zaragoza, tras haber iniciado el 17 de agosto una formación militar que, según ha dicho, le “está permitiendo compartir el aprendizaje continuo con personas que han elegido una vida de servicio con grandes exigencias y renuncias personales”. A continuación, ha subrayado que el día 31 de este mes cumplirá 18 años: “Tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente”, ha afirmado. “Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades”, ha apostillado.

Leonor de Borbón, ataviada con un vestido azul (color de la bandera asturiana), ha estado acompañada en la mesa presidencial por los Reyes y la infanta Sofía, que ha regresado del internado donde cursa bachillerato en Gales para acompañar a sus padres y su hermana estos días en Oviedo. Desde un palco, como es habitual, ha seguido el acto la reina emérita, doña Sofía. A partir del próximo año, alcanzada la mayoría de edad, la princesa de Asturias podría presidir la entrega de los premios que llevan su nombre, pero La Zarzuela ha dejado claro que los Reyes regresarán en 2024. Por ahora, no tienen intención de dejarla sola en esta ceremonia como le sucedió a su padre.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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