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La Fiesta Nacional, escenario de la presentación en sociedad de la princesa de Asturias

Leonor de Borbón, con uniforme de cadete, participa “muy contenta” en la ofrenda a los caídos y en el besamanos con más de 2.000 invitados al Palacio Real

La princesa de Asturias saluda a un militar de la Academia de Zaragoza en presencia de los Reyes, este jueves en el Palacio Real en Madrid.Foto: JESUS BRIONES (GTRES) | Vídeo: EPV

Con uniforme de gala de dama cadete del Ejército de Tierra —camisa blanca y corbata, fajín dorado y boina roja—, la princesa de Asturias ha sido la imagen de la Fiesta Nacional de este año. Antes de la pandemia y de que se marchara a estudiar el bachillerato internacional en un internado de Gales, se la vio en la tribuna de este desfile junto a su hermana Sofía detrás de sus padres. Pero esta vez era diferente. A menos de tres semanas de que cumpla la mayoría de edad y jure la Constitución en una sesión solemne de las Cortes Generales, el Rey aprovechó la celebración del 12 de octubre para presentar ante la sociedad española a su futura heredera.

Antes de comenzar el acto castrense, en la plaza de Neptuno, la princesa de Asturias saludó junto a los Reyes y al presidente del Gobierno en funciones a las principales autoridades del Estado, que aguardaban al pie de la tribuna. Luego, acompañó a su padre a depositar la corona de laurel en la emotiva ofrenda a los caídos. Durante la parada militar, permaneció a la derecha de Felipe VI, con uniforme de capitán general del Ejército del Aire y del Espacio, quien de vez en cuando le comentaba al oído algún aspecto del desfile; y se puso en pie cada vez que él lo hacía para saludar a las tropas, mientras la reina Letizia permanecía sentada, dada su condición de civil.

La princesa de Asturias, Leonor y el rey Felipe VI, este jueves en el desfile del Día de la Fiesta Nacional en Madrid.Foto: CHEMA MOYA | Vídeo: EPV

Tras el desfile, en el Salón del Trono del Palacio Real, la princesa de Asturias se estrenó junto a los Reyes en el tradicional besamanos: el protocolario paso en fila de los más de 2.000 invitados, no solo altos cargos sino también, en teoría, una muestra representativa del conjunto de la sociedad española. De uno en uno —con una genuflexión, una inclinación de cabeza o un simple apretón de manos—, se detuvieron ante sus anfitriones para saludarles. Algunos, ignorantes de la novedad, pasaron de largo sin saludar a Leonor de Borbón; mientras que la reina Letizia presentó a otros por su nombre a su hija. El ritual es tan prolongado que, en varias ocasiones, se interrumpió para que los Reyes abandonaran momentáneamente el Salón y, en esos momentos, se vio cómo Felipe VI, ya con traje, tomaba paternalmente por la espalda a su hija, aún de uniforme, pero con la cabeza descubierta y el pelo recogido en un moño como dispone la etiqueta militar.

Los Reyes se detuvieron especialmente en algunos de los saludos, como los protagonizados por Miguel Herrero de Miñón, uno de los padres de la Constitución que jurará la princesa de Asturias el día 31; la cantante Luz Casal o la embajadora de Israel en España, Rodica Gardian-Gordon. Pero el que más agradó a Leonor de Borbón, a juzgar por las sonrisas de toda la familia, fue el de un grupo de compañeros de estudios, vestidos como ella de uniforme. En la recepción, la primogénita de los Reyes aseguró estar “muy contenta”, tras haber iniciado el pasado 17 de agosto una formación militar de tres años que debe compaginar con las obligaciones cada vez exigentes de su papel de heredera: la próxima cita será el 20 de octubre, en la entrega de los premios Princesa de Asturias.

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