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Intervenido un alijo ‘parásito’ de 200 kilos de cocaína oculto en la parte sumergida de un barco

El navío procedía de Brasil y ocultaba la droga en los sistemas de refrigeración del casco bajo la línea de flotación

Agente del Grupo de Especialista de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas, en una imagen facilitada por el instituto armado.
Guardia Civil
Guillermo Vega

La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han informado este sábado del hallazgo en el Puerto de la Luz y de Las Palmas de 182 fardos con 198,35 kilogramos de cocaína ocultos en los sistemas de refrigeración de un navío, situados en la parte sumergida del casco. Este sistema de narcotráfico se conoce en la jerga policial conoce como “técnica de los parásitos” y consiste en ocultar el estupefaciente bajo la línea de flotación de las embarcaciones, en ocasiones en cilindros metálicos adheridos al casco con imanes o soldaduras.

En un nota, el Ministerio del Interior detalla que el pasado 6 de agosto agentes de ambos cuerpos desplegaron un dispositivo especial para inspeccionar las embarcaciones que atracan o fondean en la costa brasileña, punto de partida de una de las “rutas calientes” utilizadas por los narcotraficantes para hacer llegar droga a Europa. Tras el revisar varios navíos, localizaron el buque de bandera de Liberia que despertó sus sospechas.

Para la inspección de la quilla del buque, la Guardia Civil activó a especialistas de los Grupos Especiales de Operaciones Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de Las Palmas, que fueron apoyados con una embarcación del Vigilancia Aduanera. Los buzos localizaron siete bultos estancos ocultos en los sistemas de aspiración, asegurados con cuerdas y sobrepesos. Tras el hallazgo, los agentes procedieron a extraer lo fardos y llevarlos al puerto para su recuento y pesaje. Las diligencias han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Las Palmas de Gran Canaria.

Se trata de la segunda aprehensión de estas características en lo que va de 2023. La anterior se anunció a principios de enero, cuando se intervinieron dos bultos con 30 ladrillos de cocaína que alcanzaron los 42,45 kilos ocultos siguiendo el mismo modus operandi. Solo unos meses antes, a finales del año pasado, ya hubo otras dos aprehensiones similares en Canarias. Entonces, la Guardia Civil localizó en sendas partidas de cocaína ―una de 200 kilos y la otra, de 32,5 kilos― ocultas en las toberas situadas en las zonas sumergidas de los cascos de dos buques fondeados.

Un buzo de la Guardia Civil retira, en enero, un fardo de cocaína que iba oculto bajo la línea de flotación de un barco interceptado en el Puerto de la Luz, de Las Palmas.
Un buzo de la Guardia Civil retira, en enero, un fardo de cocaína que iba oculto bajo la línea de flotación de un barco interceptado en el Puerto de la Luz, de Las Palmas.

La ocultación de droga en las quillas de embarcaciones, lo que se conoce como alijos parásitos, constituye una práctica utilizada desde hace años por el narcotráfico. Por este motivo, el instituto armado ha adquirido 10 drones submarinos para mejorar su capacidad de interceptar estos alijos. Estos dispositivos deberán estar operativos antes de noviembre. Uno de ellos se desplegará, precisamente, en el Puerto de la Luz. Los otros nueve recalarán en Valencia, Barcelona, Bilbao, Málaga, Vigo, Algeciras, Santa Cruz de Tenerife, Alicante y Santander.

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En la memoria justificativa del concurso, el instituto armado detallaba que el crimen organizado usa dos sistemas para introducir alijos bajo el agua. Uno es, precisamente, “el empleo de un dispositivo o aglomeración de una carga ilícita que puede ser adherida en el casco mediante imanes o fijaciones a la quilla de balance de cualquier tipo de embarcación”. Otro es el denominado “torpedo”, por el que un barco que aparenta una actividad legal remolca un bidón con droga a gran profundidad para terminar soltándolo cerca de la costa. Entonces, otros integrantes de la mafia lo localizan y recuperan gracias a balizas de geolocalización. Las fuerzas de seguridad consideran muy difícil detectar estos narcotorpedos con los medios actuales.

La compra de los drones sumergibles por la Guardia Civil constata que parte de la lucha contra el narcotráfico se juega desde hace tiempo bajo el agua. Desde 2006, las fuerzas de seguridad conocen la existencia de embarcaciones semisumergibles que cruzan el océano Atlántico cargadas de droga hacia Europa. Desde entonces, se han apresado cuatro de estos ingenios en España. Dos de ellos ―uno en Galicia, precisamente en 2006, y otro en Málaga, en 2021― aún no había sido echados al mar cuando la policía los intervino. Los otros dos fueron localizados ya hundidos, ambos frente a las costas gallegas.

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Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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