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El PSOE rechaza las enmiendas de Podemos y sus socios a la reforma de la ‘ley del solo sí es sí’ porque “no solucionan” el problema

El socio minoritario del Gobierno propone elevar las condenas cuando haya violencia, pero sin cambiar la definición penal de la agresión sexual. Irene Montero insta a los socialistas a “reflexionar” y evitar el acuerdo con el PP

La ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante una sesión de control al Gobierno, el 22 de febrero. Foto: EDUARDO PARRA (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Las presiones de Unidas Podemos al PSOE para consensuar la reforma de la Ley de Libertad Sexual, conocida como ley del solo sí es sí, no han hecho ninguna mella en el principal partido del Gobierno. Los socialistas han tardado apenas unas horas en anunciar su rechazo a las nueve enmiendas parciales que el socio minoritario de la coalición había registrado este lunes, el último día habilitado, a la propuesta de reforma de la ley que el PSOE presentó de forma unilateral en febrero. Esas enmiendas, ha dicho la portavoz socialista, Pilar Alegría, “no solucionan” el problema detectado en la norma y que ha dado lugar a “efectos indeseados”: desde que la ley entró en vigor el pasado octubre, más de 800 agresores sexuales han visto rebajadas sus penas y 70 han sido excarcelados. La reforma de la ley no va a poder revertir ya esa revisión a la baja de condenas pasadas, pero sí puede suponer que las condenas de casos futuros sean más altas.

Las enmiendas de Unidas Podemos van en la misma línea que las que ERC y EH Bildu registraron el pasado jueves: defienden elevar las penas a agresores sexuales en ciertos casos, pero con una fórmula distinta a la planteada por el PSOE. Al rechazar esa propuesta, Ferraz y La Moncloa mantienen el calendario y la hoja de ruta prevista, que depende por ahora del voto favorable del PP: la comisión de Justicia del Congreso debatirá en unos días la propuesta de reforma de la ley y el jueves de la semana que viene, 20 de abril, se debatirá en el pleno. Si las previsiones se cumplen y la reforma de la norma sale adelante, el día 26 se aprobaría definitivamente en el Senado, un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales. El PSOE no quiere dilatar más este proceso, consciente de sus costes electorales.

La ley del solo sí es sí agrupó en un único delito de “agresión sexual” lo que antes eran dos delitos distintos: abuso y agresión. Al hacerlo, para dar cabida en ese nuevo tipo penal las conductas más leves —los abusos—, se rebajaron algunas penas. Tanto el PSOE como ERC y Bildu, y ahora Unidas Podemos, proponen elevarlas en el caso de agresiones sexuales cometidas con violencia o intimidación, pero lo hacen con fórmulas diferentes. Los socialistas plantean crear un subtipo penal agravado en las agresiones sexuales cuando exista “violencia o intimidación”; Unidas Podemos, ERC y Bildu defienden que la violencia o intimidación sea una circunstancias agravante, recogida en el artículo 180 del Código Penal, pero no un elemento que defina un subtipo del delito de agresión.

“Respetamos todas las enmiendas. Las que hemos conocido de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu son muy similares, por no decir prácticamente idénticas, pero no solucionan el problema”, ha zanjado la socialista Pilar Alegría tras la reunión de la ejecutiva federal del PSOE. Alegría ha aprovechado para remarcar, en alusión al Ministerio de Igualdad, que quien plantea enmiendas “es porque reconoce que hay un problema, un error, y algo hay que cambiar”, pero ha añadido: “Lo que sucede es que estas enmiendas no evitan esos efectos indeseados, que es precisamente lo que evita la proposición de ley del PSOE, cuya toma en consideración contó con un amplio apoyo del Congreso”.

A primera hora de la mañana de este lunes, antes de que las enmiendas se registraran, la ministra de Igualdad, Irene Montero, había confirmado que los cambios que Unidas Podemos propone introducir en la ley son similares a los registrados por ERC y Bildu. “Nuestras enmiendas van en línea de lo que ERC y Bildu han planteado. La mayoría de la investidura, que es una mayoría plurinacional y progresista, llevamos muchos meses trabajando de forma coordinada”, ha dicho en La Hora de la 1 en TVE. “Vamos a hacer propuestas desde la autonomía de cada organización y de cada partido dentro de esa mayoría de investidura. Todas van en la misma línea, en reforzar [en el Código Penal] la violencia y las circunstancias agravantes. El hecho de que toda la mayoría de la investidura vaya en la misma línea tendría que hacer reflexionar al PSOE y tendría que hacer posible un acuerdo del PSOE con la mayoría feminista que sostiene al Gobierno”, ha enfatizado. Pero los socialistas han truncado esas expectativas en la primera ocasión que ha tenido: “No hay que confundir la cerrazón con el feminismo”, ha subrayado Alegría.

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Irene Montero ha expuesto que Unidas Podemos defiende una modificación puntual de la legislación para que la existencia de “violencia o intimidación” en la agresión sexual sea considerada “un agravante”, con penas algo superiores a las vigentes, pero sin que ello sea lo que determine que se ha producido una agresión sexual y sin rebajar la importancia del consentimiento.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, de UP, también ha incidido en la necesidad de encontrar un equilibrio entre las fuerzas de la mayoría progresista que sostienen al Ejecutivo de coalición.

Unidas Podemos manifiesta así su intención de negociar ahora, justo cuando se acaba el plazo, con los socialistas estas enmiendas. Dicen que ven posibilidades para el acuerdo, pero subrayan que ha sido el PSOE y, en concreto, el Ministerio de Justicia el que se levantó de la mesa de negociación el pasado 8 de diciembre. Los socialistas mantienen que ni Igualdad ni Unidas Podemos mostraron en todo este tiempo ninguna flexibilidad para cambiar sus posturas iniciales.

La propuesta de reforma de los socialistas pasaba por modular las penas del delito de agresión sexual atendiendo a si esta se produjo con “violencia o intimidación” o sin ella. Y no tocaba la definición del consentimiento, que en la ley figura así: “Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”. ERC y Bildu quieren añadir a esa descripción del consentimiento esta frase: “No se deducirá que hay consentimiento por la ausencia de resistencia física o el silencio de la víctima, ni por su conducta sexual previa”.

Además, ERC y Bildu proponen modificar el artículo 180 del Código Penal, que prevé actualmente un agravamiento de las penas cuando concurra “violencia extrema”: ellos defienden eliminar el calificativo de “extrema”, añadir ahí la “intimidación” e incorporar también como agravante la condición genérica de “allegado a la víctima” del autor de la agresión.

Unidas Podemos también propone incluir la existencia de violencia como agravante, con esta fórmula: “Cuando para la comisión de la agresión sexual se hubiera empleado violencia o intimidación, o la misma vaya acompañada de actos que revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio”.

El Congreso aprobó el 7 de marzo la toma en consideración de la reforma planteada por el PSOE con 231 votos a favor (PSOE, PP, Ciudadanos, PDeCAT, PNV, UPN, Coalición Canaria, PRC y Foro Asturias), 56 en contra (Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, la CUP y BNG) y 58 abstenciones, entre ellas la de Vox, que se permitió ese gesto simbólico cuando constató que la iniciativa iba a prosperar. Dos aliados habituales del Ejecutivo, Compromís y Más País, también votaron en blanco, al igual que Junts. El PSOE parte de esa misma mayoría para cerrar en dos semanas uno de los frentes por los que el Gobierno ha sufrido más desgaste: el de la alarma social por las rebajas de penas a delicuentes sexuales. Aunque sea con los votos del PP. “La minoría estaba en la no toma de consideración”, ha remarcado Alegría, en otro mensaje implícito pero clarísimo a Unidas Podemos.

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