_
_
_
_
_

Castilla-La Mancha decreta cuarentena para todas las ganaderías de ovejas y corderos por el avance de la viruela ovina

La enfermedad, que no se contagia al ser humano, sí es muy contagiosa entre el ganado y amenaza a productos típicos de esta comunidad como el queso o el cordero manchego

Explotación ganadera en Castilla-La Mancha vacía por un brote de viruela ovina.
Explotación ganadera en Castilla-La Mancha vacía por un brote de viruela ovina.

La Junta de Castilla-La Mancha ha ordenado la puesta en cuarentena de todas las explotaciones con ganado ovino o caprino de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real por el avance de la viruela ovina. Se excluye Guadalajara porque hay poco ganado. La medida afecta a 6.000 explotaciones ganaderas y a una cabaña de tres millones y medio de ovejas y corderos. La enfermedad ha obligado ya a sacrificar a casi 40.000 animales, según la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural. Hasta el momento solo se han detectado brotes en dos provincias: Ciudad Real y Cuenca. En esta última es donde comenzaron los primeros brotes a finales del año pasado, con seis focos en Villaescusa de Haro y cuatro en Tébar y La Alberca de Záncara. Sin embargo, la detección de un posible nuevo brote en Ciudad Real en una gran explotación ha hecho saltar las alarmas por si se estuviera produciendo una transmisión comunitaria entre los rebaños.

La directora general de Agricultura, Cruz Ponce, ha firmado una orden que ha entrado en vigor este martes y que prohíbe los desplazamientos de animales entre explotaciones. El objetivo es claro: evitar que se mezclen unas reses con otras y que pueda extenderse el contagio. “Es algo parecido a lo que se hizo con la covid, pero con los animales”, explica la directora general castellanomanchega. Solo habrá una excepción: las reses podrán acudir a los mataderos para el sacrificio. La leche de las ovejas también podrá recogerse porque estamos hablando de la materia prima del producto estrella de esta comunidad autónoma: el queso manchego. El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, justificaba este lunes la toma de esta medida en proteger la producción, que batió récord el año pasado.

No hay riesgo para el ser humano

El Gobierno castellanomanchego ha querido ser tajante a la hora de explicar que la viruela ovina no es una enfermedad que se transmita al ser humano. “No es una enfermedad zoonótica”, dice la directora general de Agricultura, por lo que “no hay posibilidad de contagio a las personas”. Añade que “uno sí que puede llevar el virus, por ejemplo, en la ropa y trasladarlo de una explotación a otra, pero no se puede contagiar”. De ahí que se extremen las medidas de seguridad en los traslados de animales de unas explotaciones a otras. Una práctica muy común era que los ganaderos se vendieran reses entre ellos, algo que ahora estará prohibido porque solo podrán ir al matadero.

La medida, además, no tiene vigencia temporal. “La idea es que los cebaderos terminen su ciclo de cebo —desde que reciben al animal y lo llevan al matadero—, para que se vacíen las explotaciones y poder desinfectar las instalaciones”, ha contado esta alto cargo del Gobierno regional, por lo que se estaría pensando en un par de meses.

El principal destino de este ganado va a dos productos típicamente castellanomanchegos: el queso y el cordero. La Denominación de Origen Queso Manchego no está preocupada por la medida tomada por la Junta porque no afecta a la recogida de leche, aunque ya avisa que se reducirá la producción de queso por el sacrificio de 20.000 ovejas de raza manchega afectadas por la viruela ovina, de los 40.000 animales que han tenido que pasar por el matadero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El director de certificación de la Fundación Denominación de Origen Queso Manchego, Santiago Altares, ha explicado que en torno a tres millones de litros de leche se dejarán de producir por la muerte de estos animales, lo que representa sobre el 3,5% del total de leche destinada a la producción de queso manchego, unos 87 millones de litros al año. Cada oveja produce en un año 160 litros de media.

Por su parte, la interprofesional del ovino y del caprino de carne (Interovic) respalda la decisión anunciada por el Gobierno de García-Page. A través de un comunicado, reconoce que las medidas son “drásticas” pero confía en que den resultado. La erradicación de la viruela ovina, una enfermedad que se creía eliminada desde finales de los años sesenta, es “una prioridad”, añade.

“La medida llega cuatro meses tarde”

El confinamiento de las ganaderías de ovino y caprino no ha cogido por sorpresa a algunos ganaderos que ya se vieron afectados por los primeros brotes. Es el caso de Antonio González, que tiene su explotación en Villaescusa de Haro (Cuenca). Es la más afectada de Castilla-La Mancha, donde se han tenido que sacrificar 20.000 ovejas. Actualmente se encuentra en proceso de recuperación de su cabaña ganadera. “Tenemos 180 centinelas [ganado que se analiza para comprobar si la enfermedad todavía continúa o no en la explotación] y esto no sabemos si va a retrasar o no nuestra recuperación”, explica González, que aguarda a que el 24 de febrero se hagan los análisis que determinarán si puede recuperar o no su actividad. “La medida llega con cuatro meses de retraso”, lamenta. En la comarca donde se encuentra su explotación se ha decretado una zona de restricción en 10 kilómetros a la redonda donde solo pueden pastar las ovejas de una granja. En el resto de Castilla-La Mancha se pueden compartir pastos.

Otro ganadero, de la localidad toledana de Guadamur, opina que esta medida “puede sonar un poco alarmista”. Adolfo Sánchez tiene una explotación de 2.000 cabras y se verá afectado en que las crías macho no podrán ser vendidas a un cebadero, con lo que tendrá que cebarlas él y dice que no le interesa.

La Junta de Castilla-La Mancha promete ayudas para los ganaderos afectados. De momento, ha pagado cuatro millones de euros en indemnizaciones a los que han tenido que sacrificar a sus animales, como el caso de Antonio González, quien lamenta que apenas cubren lo que han perdido. “Me dan 90 euros por res cuando en el mercado valen 400 euros”, dice. A esto se suma la pérdida del valor genético porque, como recuerda este ganadero conquense, el sector lleva “en muchos casos 40 años seleccionando a las mejores reses y ahora se empieza de cero”.

Castilla-La Mancha es la única región de la Unión Europea que tiene actualmente brotes de viruela ovina. La enfermedad llegó a la provincia de Cuenca procedente de un cebadero de Granada, donde ya se ha dado por controlada. La viruela ovina está incluida en la categoría A dentro del reglamento de enfermedades animales de la UE, lo que implica tomar medidas en caso de detectarse focos.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_