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El juez absuelve al alcalde de Ourense de maltrato leve por haber empujado a una sindicalista, pero ve su reacción “desproporcionada”

La sentencia considera “brusca” la reacción de Jácome, pero no ve nada delictivo en los hechos

El País

Gonzalo Pérez Jácome, el polémico alcalde de Ourense, ha sido absuelto del delito leve de maltrato por el que fue juzgado por el empujón que le propinó en mayo de 2022 a una sindicalista que le gritó a corta distancia con un megáfono. El Juzgado de Instrucción número dos de la ciudad no duda de que existió el empellón a Lola Panero, una veterana sindicalista de CC OO, pero subraya que el regidor solo pretendía “apartar a la denunciante” y evitar que “utilizase el megáfono a escasos centímetros de su cara”. El juez entiende que la reacción de Jácome fue “un tanto desproporcionada” y que el empujón fue “brusco”, pero sentencia que en ningún caso fue un delito, por lo que no impone castigo alguno al regidor.

La sentencia, conocida hoy, da por sentado el relato del incidente del 3 de mayo de 2022 a las puertas del Ayuntamiento de Ourense, grabado en vídeo desde muchos ángulos y no cuestionado por ninguna de las partes. Aquella mañana, Jácome, que gobierna la ciudad con el respaldo del PP, se topó con Panero cuando bajaba las escaleras del edificio municipal y se puso frente a los manifestantes, trabajadores de los autobuses urbanos en huelga, a los que supuestamente pretendía arengar. Fue cuando la sindicalista le acercó el megáfono y el alcalde la empujó, visiblemente molesto, y la sujetó durante varios segundos.

El juez da por probado que aquel día el alcalde iba a dirigirse a los manifestantes también con un megáfono, pero aprecia que, antes de hacerlo, tuvo “un cambio de actitud” hasta aparentar “estar enfadándose”. Entonces se dirigió a Panero, a la que le dijo “no me toques”, según se recoge en la sentencia. Esto provoca que, sigue el relato de hechos probados, la sindicalista “se baje la mascarilla, tome el megáfono a escasos centímetros de la cara” del alcalde y le grite “la expresión fala [habla]”. Inmediatamente después, Jácome la empuja “de forma brusca” y sujeta a la mujer “durante varios segundos”, hasta que “varias personas se interponen entre ambos, iniciándose entonces una pequeña discusión” entre alcalde y sindicalistas.

El magistrado estima que “parece clara” la intención del alcalde de evitar que la sindicalista pudiese “utilizar nuevamente el megáfono cerca de su cara”. El alcalde subrayó en su declaración judicial que nunca quiso maltratar o agredir a la denunciante, sino que solo quiso quitarse el altavoz del rostro, ante el temor de que el alto volumen pudiera causarle una lesión auditiva. La sentencia afirma: “El hecho de que después de propinar el empujón la sujetase durante varios segundos [es una acción] con la que parece clara intención de evitar que la denunciante pueda utilizar nuevamente el megáfono cerca de su cara”.

Este hecho de que se entablase una discusión entre ambos tras el incidente, en el que el alcalde “parece estar reprochando alguna cosa” a la sindicalista, reafirma la postura del juez. “Bien es cierto que su reacción [del alcalde] quizás sea un tanto desproporcionada, pero en ningún caso la misma alcanza la intensidad suficiente como para ser considerada delictiva”, concluye el juez antes de decretar la absolución y declarar las costas de oficio. Contra esta sentencia cabe recurso.

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En junio pasado fue archivada la causa abierta contra Jácome por el supuesto desvío de casi 100.000 de su grupo político, Democracia Ourensana (DO) al canal de televisión del que es propietario, Auria TV.

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