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Feijóo se estrena con un giro y un acuerdo con el Gobierno

Tras el pacto con Vox en Castilla y León, el líder del PP defiende el apoyo a Sánchez en la crisis por Ucrania

Juan Manuel Moreno y Alberto Núñez Feijóo antes de la conferencia de presidentes en la isla de La Palma.
Juan Manuel Moreno y Alberto Núñez Feijóo antes de la conferencia de presidentes en la isla de La Palma.Miguel Calero (EFE)

Alberto Núñez Feijóo se resiste aún a hablar en nombre del PP. “No puedo hablar como líder de algo que todavía no lidero. Yo estoy como presidente de Galicia”, dijo cuando le preguntaron si el que hablaba en nombre del PP era él o Isabel Díaz Ayuso, mucho más dura. Pero todos los presidentes autonómicos, tanto los populares como los socialistas, vieron clarísimo en la conferencia de La Palma que él ejercía ya como líder de un partido que formalmente le elegirá para ese puesto en el congreso que se celebrará en Sevilla el 1 y 2 de abril.

“A falta del congreso, Feijóo hoy ya ha tenido la consideración que no solo le damos los presidentes del PP como futuro líder del partido. He notado que el resto de presidentes autonómicos, socialistas e independentistas, le han dado ese reconocimiento”, afirmó Juan Manuel Moreno. El presidente de Andalucía atribuyó a Feijóo la declaración unánime que dejó la conferencia y que incluyó, además del respaldo al Gobierno en las negociaciones para que la UE acuerde una rebaja de los precios de la energía, que La Moncloa no se cerrase en banda a posibles rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía.

“Ha sido el artífice en gran medida del acuerdo de la declaración, cada día que pasa internamente es evidente que, de facto, Feijóo se comporta y se reconoce como el líder del PP en España”, sentenció el presidente andaluz.

“Diría que le he visto muy bien. Feijóo en su actividad orgánica en el partido ha mostrado su voluntad de descentralizar mucho la toma de decisiones en el PP y así no los ha transmitido”, destacó el presidente murciano, Fernando López Miras, que fue uno de los más fieles a Pablo Casado hasta casi el último momento, aunque luego contribuyó como los demás a su caída.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, fue el más parco de los barones del PP. “Determinados presidentes autonómicos tiene por su antigüedad una opinión que es claramente respetada”, aseguró.

Varios presidentes regionales de diferente signo político y miembros del Gobierno abordaron a Mañueco en algunos recesos de la cumbre y le preguntaron sobre su pacto de gobierno con Vox. Será el estreno de la ultraderecha en su primer Ejecutivo de una región europea.

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Para el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, Feijóo ya ejerció este domingo como “auténtico prior” del PP sin esperar a su elección formal en el congreso extraordinario. “Pasaban todos a consultar y a recibir instrucciones”, aseguró el dirigente del PRC sobre los demás presidentes populares.

Ese cambio en el liderazgo del PP tuvo consecuencias inmediatas. El texto pactado entre el Gobierno y los presidentes, incluidos los populares, con Feijóo muy pendiente de la redacción final, es una enmienda a la totalidad de la línea seguida por Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso en un asunto tan sensible como la gestión de los fondos europeos. Si Casado habló de “pucherazo” y “corrupción”, Feijóo —y también Ayuso esta vez— firmaron que se “dejen al margen discrepancias partidistas”.

Sin embargo, Feijóo, en su estilo habitual de ambigüedad y de dar una de cal y otra de arena, que le permite en la misma semana apoyar la entrada de la ultraderecha en el Gobierno de Castilla y León y defender que en plena guerra es imprescindible apoyar al Ejecutivo de Sánchez, lanzó varios golpes al Ejecutivo en su rueda de prensa una vez concluyó la conferencia de presidentes.

“Lamentamos que no tengamos ya un plan para la acogida de los refugiados ucranianos”, explicó. “Tenemos un cierto desorden. Queremos un plan específico. Acoger no es una habitación, es educación, sanidad, hemos echado de menos un plan nacional”, señaló. Y también criticó al Ejecutivo por achacar los problemas económicos a la guerra cuando en realidad, según su opinión, “arrancan hace semestres y la guerra ha venido a agravarlos”.

Feijóo siempre deja mensajes en sentidos ambiguos o incluso contradictorios. Por ejemplo, no quiso seguir al 100% a Ayuso en sus críticas sobre el gasto en igualdad con el argumento de que “no conoce el plan” anunciado por la ministra Irene Montero, pero no dejó de dar un golpe en este sentido.

“Nos hemos enterado a través de una nota de que se van a destinar 20.000 millones a políticas de igualdad. No sabemos más. Pero sí digo que en un momento en que no podemos pagar los precios de la luz, en el que los barcos no pueden salir a faenar por el precio del combustible, en el que el sector agrario no puede pagar los fertilizantes, 20.000 millones para igualdad no nos parece acertado. Cada uno tiene sus prioridades, para nosotros la prioridad es la gente, para otros la prioridad es mantener un acuerdo de gobierno. Es legítimo pero ahora mandar un mensaje de que se le va a destinar 20.000 millones a igualdad no sé si es lo más adecuado”, aseguró el líder gallego.

La nueva línea del PP es por tanto muy diferente a la anterior, pero sobre todo porque nada será ya tan directo y habrá mensajes en todos los sentidos para tratar de contentar a la vez a todos los sectores, algo muy del estilo de Alberto Núñez Feijóo.

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