Los ataques de Feijóo a Sánchez y Cataluña agrietan el frente de la España más envejecida

Fue el pasado miércoles desde la tribuna del Parlamento gallego y en pleno debate sobre el estado de la autonomía. El presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, anunció que el 2 de noviembre sería el anfitrión en Santiago de una reunión de ocho presidentes autonómicos del PP y del PSOE para pelear juntos por que el nuevo modelo de financiación autonómica prime a los territorios más envejecidos y de población dispersa. Lo hizo en un mar de críticas al Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusó de preparar “gratificaciones” al independentismo catalán en la negociación del nuevo sistema y de convertir a España en “rehén de las debilidades parlamentarias de su presidente”. Cataluña, dijo, es el “verdadero problema”. Sus ataques han irritado a sus invitados socialistas y ponen en peligro la cita.

Al día siguiente de estas palabras, la presidenta de La Rioja, la socialista Concha Andreu, dio marcha atrás a sus intenciones iniciales y anunció que no asistiría al foro. Ese mismo día, su homólogo en Extremadura y compañero de partido, Guillermo Fernández Vara, pidió en Twitter a Feijóo que aclarase “si la reunión de presidentes en Galicia es para atacar a otras comunidades autónomas y al Gobierno”. “No me gusta que me utilicen y más división no es buena para los que creemos en el diálogo, pero no en los frentes”, incidió Fernández Vara, quien fue aplaudido en la misma red social por el también socialista Adrián Barbón, presidente de Asturias: “Coincido con Guillermo. No participaremos de ningún frente contra el Gobierno u otras comunidades autónomas”.

El foro previsto para el 2 de noviembre en Santiago, en el que habían confirmado su presencia los presidentes de Asturias (PSOE), Castilla y León (PP), Castilla-La Mancha (PSOE), Cantabria (PRC) y La Rioja (PSOE), no va a ser suspendido, pero su fecha y listado de asistentes están en el aire. El presidente extremeño, que además acaba de ser nombrado secretario de Política Autonómica del PSOE, ha bajado el tono este lunes y le ha pedido a Feijóo que demore el foro “un par de semanas” porque quiere reunirse antes con el resto de presidentes de su partido. El presidente gallego ya le ha advertido de que solo se planteará un retraso si así lo decide la mayoría de los mandatarios invitados. El cántabro Miguel Ángel Revilla (PRC), ha avanzado Feijóo, prefiere que se quede como está.

Feijóo ha alegado este lunes que él no eligió la fecha de la reunión en Santiago, sino que fue pactada entre todos los presidentes autonómicos porque era el día en el que “encajaban todas las agendas”. El presidente de la Xunta ha insinuado que detrás de la rebelión de sus invitados está la mano de Pedro Sánchez. “Yo no di cuenta de esta reunión ni al PP, ni a Génova, ni al presidente de mi partido”, ha afirmado. La cita, añade, “no es una reunión de partidos” ni “de secretarios generales”.

De las críticas a Feijóo se ha desmarcado este lunes otro invitado socialista: Emiliano García-Page. “Esto no es una cuestión ideológica”, ha afirmado el presidente de Castilla-La Mancha, para quien la “única ideología” de la financiación autonómica que reclaman las comunidades invitadas al foro en Galicia es dotar de “fondos suficientes” a la educación, sanidad y servicios sociales. “No nos estamos juntando para repartir bases militares”, ha esgrimido.

En Galicia, el BNG, principal partido de la oposición, reclama a Feijóo que antes de convocar foros con otros territorios negocie primero con los demás partidos en el Parlamento gallego una postura común en la negociación por la nueva financiación autonómica. El PSdeG-PSOE, por su parte, insta al presidente de la Xunta a que aclare si pretende “mejorar” el reparto de fondos o solo hacer “frentismo” contra el Gobierno de Sánchez. El próximo viernes Feijóo viajará a Sevilla para reunirse con el presidente de la Junta de Andalucía y compañero de partido, Juan Manuel Moreno, informa Eva Sáiz. En la entrevista ambos políticos abordarán sus divergencias sobre el reparto de la financiación autonómica. Moreno coincide con el socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, en que en la distribución de fondos debe pesar la población.