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Imputado el exgerente de Convergència por el ‘pitufeo’ en el ‘caso del 3%’

El juez cita a declarar a Germà Gordó después de que lo señalara el extesorero Osácar, que también apuntó a Mas

J. J. Gálvez
Germà Gordó, exgerente de Convergència y exconsejero de Justicia de la Generalitat.
Germà Gordó, exgerente de Convergència y exconsejero de Justicia de la Generalitat.Albert García

La Audiencia Nacional suma una nueva imputación en la línea de investigación abierta por el presunto pitufeo ―técnica de blanqueo de capitales que consiste en ingresar en una cuenta corriente pequeñas cantidades de dinero para no llamar la atención de los organismos― dentro de la extinta Convergència. El juez José de la Mata ha llamado a declarar a Germà Gordó, exgerente de CDC y exconseller de Justicia, en esta pieza separada del caso 3% después de que lo señalara el extesorero Daniel Osácar. El magistrado acepta así la petición de la Fiscalía Anticorrupción en una causa donde se trata de dilucidar si la cúpula de esa formación, en connivencia con otros cargos públicos y funcionarios de distintas Administracione s e instituciones de Cataluña y empresarios, “pusieron en marcha una estructura para financiar ilegalmente a este partido de forma encubierta”.

De la Mata ha fijado el interrogatorio a Gordó, que podrá declarar desde un juzgado de Barcelona por videoconferencia, a las diez de la mañana del próximo 30 de octubre. Le atribuye un presunto delito de blanqueo de capitales después de que Osácar lo señalara como “la persona que directa y personalmente ideó esa operativa”. Aunque el extesorero no solo apuntó al exgerente, sino que puso la diana más arriba. Dijo que, tal y como estaba estructurado el partido, era posible que también supiera de las presuntas ilegalidades su entonces líder, Artur Mas. Unas acusaciones que él ya ha negado. El expresident asegura que nunca dio instrucciones en ese sentido: “Supongo que una persona mayor como él, que ha estado injustamente en la prisión y tiene injustamente amenazado su patrimonio, puede ser más vulnerable”, alegó en una rueda de prensa.

En esa misma convocatoria pública, Mas también exculpó a Gordó, que ya se encuentra procesado en la pieza principal del caso 3%: “Si yo no di las instrucciones, no las pudo dar nadie. El único que podía darlas era yo”. Pese a ello, De la Mata aprecia indicios de que Convergència puso en marcha una “estructura multicanal” para financiarse ilegalmente. En primer lugar, mediante pagos encubiertos como donaciones a través de fundaciones vinculadas a la formación, como Catdem y Forum Barcelona. En segundo, con la “recepción de grandes cantidades de dinero en efectivo”. Y, en tercero, “mediante la triangulación con empresas que asumían pagos directos a terceras personas por servicios prestados al partido”.

Evolución del sistema

El juez detalla que “algunas de estas vías de acceso no fueron sino la evolución sofisticada de otras anteriores más elementales, pasándose de modo paulatino de un sistema basado en mayor medida en la entrega de cantidades en metálico a un sistema más complejo”. Todo ello permitió a CDC, prosigue el magistrado, manejar grandes bolsas de dinero en efectivo no declarado, “procedente de empresas que buscaban, al entregarlas, ser beneficiadas en la contratación pública o congraciarse con los jerarcas del partido”.

Los investigadores sospechan que, con el objetivo de blanquear esos fondos, la cúpula del partido ideó un sistema para que personas próximas ingresaran en la cuenta de Convergència una cantidad que después se les devolvía. “Una conducta como la descrita, de quedar acreditada, tiene sin duda relevancia penal, en cuanto los supuestos donantes realizan esta actividad exactamente para ocultar el verdadero origen del dinero”, concluye el instructor.

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Osácar confirmó esa dinámica: “Afirmó en su declaración que la persona que directa y personalmente ideó esta operativa, la planeó y dirigió su implementación fue el entonces gerente del partido”, recalca el juez en un auto dictado este viernes, donde detalla que el extesorero explicó que Gordó “identificó cada año, al menos 2008 y 2010, una lista de potenciales donantes de entre miembros y simpatizantes de CDC, y encomendó a Osácar que les llamara personalmente, proponiéndoles que efectuaran una donación de 3.000 euros al partido mediante cheque bancario nominativo, a cambio de recibir la misma cantidad en dinero en efectivo de procedencia ilícita, que les entregaría en mano el propio Osácar”.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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