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CARTA BLANCA
Columna
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A Jesús Santos, lo que necesita ser dicho

El PP clamó por la ley del matrimonio homosexual, pero poco tiempo le supuso a la derecha que los suyos se casaran tiernamente

El amor libre y devoto es parte del libro que acabo de publicar devotamente: Todo lo que necesita ser dicho. Porque ser maricón desde la pura infancia podría conducir a ser muñeca, o bien a reprimirse como macho; sentirse una muñeca buscándose la hombría serviría a la hembra para jugarse el sexo o se guardaría el sexo y ocultaría el sentimiento masculino. A unos y a otros los fustigaron bien, le metieron a Dios en puro sexo o se ocuparon de que Dios los trabajara, acaso Dios dispuso una alternancia. Pero les dieron leña a los ocultos y ocultas muy prudentes. Y hasta de frailes y monjas los quisieron. Y si no de tales, de ocultos estudiosos reprimidos. Otra cosa es que el macho y la hembra tan pequeños se pasaran por imprudentes de hembra a macho puro y que sus padres no se vieran en sus propias imágenes como escultores píos. Tal vez esos malditos escultores dieron buena leña a sus propias estatuas y perdieron de una manera u otra sus ocultas devociones parentales. Sea como fuere, de viejos tiempos vino tanto la humilde mariconería despechada como la oculta y solemne homosexualidad de los esposos monárquicos a cuyos amantes llegaba a detener la policía española por portar relojes regios. Todo aquello era raro, pero la democracia vino, y si por maricones ocultó la derecha maricones, no digamos los que en la izquierda tendenciosa mantuvieron sexo oculto. Años más tarde creo que fue Felipe González el que irónicamente había dado por ministro gay a Jerónimo Saavedra. Pero ya Saavedra se había dado por presidente del Gobierno de Canarias.

El PP clamó ante el PSOE por la ley del matrimonio homosexual, impuesta por quien fue tu marido, Pedro Zerolo, y Zapatero, pero poco tiempo le supuso a la derecha del PP que los suyos se casaran tiernamente, mientras en la sociedad actual seguía vivo y despierto el matrimonio gay con la derecha a sus anchas.

Fernando Delgado es autor de Todo lo que necesita ser dicho (Planeta).

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