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harry pater
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Encuentros en la tercera fase’ | En la semana de abuelos contra bares, otra vez, pierden los niños

Once semanas de confinamiento infantil: ¿cómo puede ser que una niña de cinco años vea claro que hay que seguir las medidas de higiene y los adultos y adolescentes no?

Si los extraterrestre vienen al encuentro en esta fase, no encuentran una sola terraza libre.
Si los extraterrestre vienen al encuentro en esta fase, no encuentran una sola terraza libre.

Este año no veremos toros corriendo en los sanfermines, pero tranquilos que no se va a perder la tradición: después de unas semanas de encierro la gente ha salido corriendo a la calle como animales.

Esta semana (de fase uno o dos según donde estéis confinados) para muchos ha sido directamente de fase tres, pero tres plus premium. Es lo que pasa cuando te importa una mierda el resto de la gente. Ha sido una semana de abuelos contra bares.

Muchos esperábamos esta apertura para reunirnos con la familia. Con mascarillas y distancia, a ser posible al aire libre o con ventilación, y dudando si abrazar o no, si llorar de emoción o de alegría, y también con ese puntito de aburrimiento de no tener nada nuevo que decirnos porque nos hemos agotado a llamadas diarias.

Para muchas familias que han parido en los últimos meses, incluso habrá sido la primera vez que abuelos y tíos habrán visto a esas criaturas.

Y todo esto, contando que tengas a la familia en la misma ciudad o área sanitaria, que si no, aún toca esperar. (A nuestro sobrino de ocho meses aún tenemos que verlo crecer por FaceTime).

Volviendo para casa de la ruta abuelil, mi hija veía las terrazas y las calles llenas de gente apelotonada sin distancias ni mascarillas. Y con tristeza ella nos soltó: “vamos a estar mucho tiempo sin poder ir al parque porque estos no hacen caso”. (Os aseguro que la frase es auténtica y suya, no la típica ocurrencia que los políticos oportunistas se inventan en comparecencias y tuits.)

¿Cómo puede ser que una niña de cinco años lo vea claro y cientos de adolescentes, adultos y runners no? ¿Será que ella todavía se fija en las normas y las respeta? ¿Será que sirve de algo educar bien?

¿Qué mensaje les está dando la sociedad a nuestros críos? ¿Qué solo funcionamos con miedos y castigos y multas? ¿Qué cuando nadie nos ve hacemos “un poco de trampita porque total no pasa nada”?

Los niños son el futuro y tienen que luchar por sus sueños y tal pero al final los encerramos y reprimimos con restricciones bestias, mientras que a los adultos les importa más tomarse una cerveza con los colegas que poner en riesgo a padres y abuelos y a ellos mismos.

Celebro que miles de autónomos puedan salvar su negocio pero con prudencia y organización, que el confinamiento era obligatorio, llenar las calles a lo loco no. Y qué casualidad que las librerías, ese lugar de peregrinación tan deseado por todos los que querían quedar bien en redes, sigan vacías.

El póster de la película Alien versus Predator decía: “gane quien gane… nosotros perdemos”. Y en “abuelos contra terrazas” también.

Si los extraterrestres de Spielberg nos visitaran ahora, pensarían que somos una especie bastante suicida. Pero si por casualidad quisieran abducir a unos cuantos terraceros, nos quedaría un planeta más amable.

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