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La diseñadora de Google que quiere sacar tu router del armario

Katie Morgenroth ha liderado el desarrollo de miles de prototipos antes de llegar al diseño final de los dispositivos Nest Wifi

En el centro de la imagen, router de Nest Wifi, el dispositivo desarrollado por Google con aspecto aséptico para que no haga falta esconderlo.
En el centro de la imagen, router de Nest Wifi, el dispositivo desarrollado por Google con aspecto aséptico para que no haga falta esconderlo.
Isabel Rubio

Google no quiere que tengas el router escondido o guardado dentro de un armario. Desea que lo enseñes. Que lo pongas en un mueble en el salón, en la cocina o en la mesilla de noche porque físicamente te guste tanto que elijas que esté a la vista. Katie Morgenroth, la responsable de diseño industrial de los dispositivos de Google para el hogar inteligente, es una de las encargadas de intentar conseguirlo. Esta diseñadora ha liderado el desarrollo de Nest Wifi, la apuesta de la compañía de Mountain View para aumentar la cobertura wifi en el hogar.

Cuando se esconde el router en un armario, según Google, la señal puede debilitarse hasta en un 50%. Nest Wifi tiene como objetivo solventar este problema y extender la señal wifi por todo el hogar para garantizar una buena conexión en cada rincón de la casa. El sistema, que sale a la venta este martes en España, consta de dos dispositivos diferentes: el router, que se enchufa directamente al módem, y los puntos wifi, que están pensados para ser colocados en diferentes habitaciones y ampliar así la cobertura por diferentes zonas del hogar.

Morgenroth ha explicado a través de una videoconferencia con un grupo de periodistas internacionales que el diseño es un aspecto fundamental para conseguir que los usuarios decidan poner estos aparatos “en sus espacios más sagrados”. Para llegar al producto final, el equipo liderado por esta diseñadora ha dedicado cerca de 18 meses y ha desarrollado “miles de prototipos”. “Incluso una vez que ya sabemos cuál va a ser la forma, hay que abordar otros aspectos como qué tamaño debería tener el logotipo de Google o cómo de separados deberían estar los micrófonos”, afirma Morgenroth, que también ha participado en el diseño de otros dispositivos para el hogar inteligente de la compañía como altavoces y pantallas inteligentes.

"Intentamos que fuera simple y discreto. Nos basamos en la cerámica y miramos tanto floreros como tazas de café o cuencos pequeños para replicar la curvatura natural”, afirma Katie Morgenroth.

Cada detalle es importante: desde la forma a la textura, los materiales utilizados, la iluminación, sus proporciones o los colores escogidos. Los dispositivos tienen un acabado con formas suaves y redondeadas. El equipo trabaja en un espacio con luz natural y busca inspiración en distintos materiales y colores, algunos provenientes de la naturaleza. “En el caso de Nest Wifi, intentamos que fuera simple y discreto. Nos basamos en la cerámica y miramos tanto floreros como tazas de café o cuencos pequeños para replicar la curvatura natural”, afirma.

En cuanto al material, Google ha explicado en varias ocasiones su intención de optar cada vez por más materiales reciclados para crear sus dispositivos. Por ejemplo, para los móviles Pixel, los Google Home, los Pixelbooks o accesorios como fundas. Nest Wifi está fabricado, en parte, con materiales sostenibles. La carcasa del router y del punto wifi están compuestas en un 45% y un 40%, respectivamente, por plásticos reciclados.

Llegar al producto perfecto “lleva mucho tiempo”, según la diseñadora. Lo define como un proceso de prueba y error. De experimentación. Y también de trabajo conjunto entre diferentes equipos para garantizar que un buen rendimiento sea compatible con un buen diseño. El tamaño de los dispositivos es un aspecto importante: “Por ejemplo, nos preguntamos, ¿si fuera un 15% más grande quedaría bien en una estantería o sería un poco imponente? Las proporciones de las estanterías o encimeras en todo el mundo fluctúan pero hay algunos estándares que tenemos en cuenta cuando pensamos en el diseño”. Otro aspecto a tener en cuenta es la iluminación. La diseñadora explica que “la contaminación lumínica puede ser una fuente de ansiedad y afectar a nuestro bienestar cuando tenemos demasiada tecnología en el hogar”. Por lo tanto, han tratado de buscar el equilibrio para que la iluminación “sea informativa y útil para el usuario, pero sin ser abrumadora”.

Uno de los principales desafíos de los gigantes tecnológicos es convencer al usuario de que es seguro meter estos dispositivos en su casa. En los últimos años Google se ha visto envuelta en múltiples polémicas relacionadas con la privacidad. Expertos en este ámbito y en inteligencia artificial como Ramón López de Mántaras o Paloma Llaneza desaconsejan el uso de este tipo de dispositivos conectados para el hogar.

En los últimos años Google se ha visto envuelta en polémicas relacionadas con la privacidad. Expertos desaconsejan el uso de este tipo de dispositivos conectados para el hogar.

¿Es peligroso que el gigante tecnológico controle el wifi de casa? La compañía asegura respetar la privacidad de los usuarios y no hacer ningún tipo de rastreo de los pasos que el usuario da en Internet. En la parte del diseño, también se piensa en este aspecto, tal y como subraya Morgenroth. Especialmente teniendo en cuenta que los puntos wifi tienen integrado el asistente de Google. Estos dispositivos cuentan con un botón físico que permite al usuario desactivar los micrófonos. Se trata de una medida que puede resultar tranquilizadora teniendo en cuenta que, aunque la compañía insiste en que el asistente solo se activa al pronunciar los comandos necesarios, no sería la primera vez que se activa por error.

Morgenroth se duerme muchas noches imaginando cómo será el hogar del futuro. “Las casas evolucionan muy lentamente. La casa en la que crecí es muy similar a cómo era hace 20 años”, explica. En este cambio progresivo, se debe de tener “mucho cuidado”, especialmente en la forma en la que evolucionan los productos para no moverse “demasiado rápido y evitar que estos sean demasiado modernos”.

Se trata, según explica, de ir integrando la tecnología en el día a día en objetos que quizás hoy no imaginamos. Eso sí, asegurándose de que la forma de interactuar con ellos sea cómoda y fluida: “La tecnología del futuro debería ser menos confusa y realmente fácil de usar”. También considera que un único dispositivo será capaz de hacer cada vez más acciones. Pone como ejemplo Nest Wifi, que además de ampliar la cobertura wifi tiene integrado el asistente de Google. Ahora, según sostiene, tocar hacerse las siguientes preguntas: “¿Cómo podemos hacerlo más? ¿Es posible combinar funcionalidades para necesitar solo un objeto en vez de dos?”.

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.

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