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Tres cosas que puedes hacer con un plátano pocho mejores que tirarlo a la basura (y que son deliciosas)

Con estas recetas no volverás a desperdiciar esta fruta cuando esté muy madura

No somos conscientes de cuánta comida desperdiciamos. Olvidamos que hemos abierto aquel tarro de pimientos y acaban poniéndose malos. O compramos unos tomates para la cena pero acabamos pidiendo comida a domicilio, los tomates maduros empiezan a degradarse y, con ellos, nuestras ganas de utilizarlos. Nos pasa demasiado y, al final, tomate a tomate y pimiento a pimiento, tenemos un grave problema de desperdicio de alimentos.

Alrededor de un tercio de la comida que se produce mundialmente se pierde o se desperdicia, según la ONU. Si queremos impedirlo, cada gesto cuenta. Nosotros, desde casa, podemos evitar el desperdicio alimentario de manera radical. Aprovecha todas las sobras, planifica bien tus compras y tus comidas, utiliza el congelador y tu creatividad para aprovechar absolutamente todo lo que entre en tu cocina. Puedes empezar por los plátanos: sus aplicaciones culinarias son incontables, y podemos aprovechar los que se ponen pochos para hacer recetas deliciosas como estas:

Avena y plátano para desayunar tortinas sanas

Es uno de mis desayunos favoritos. Es una receta alucinante que da salida a los plátanos que están un poco pasados. Tu visión sobre las tortitas tradicionales cambiará radicalmente después de probarlas: son más fáciles, más sanas (no llevan ni un gramo de azúcar refinada ni mantequilla) y aprovechas unos plátanos que ya no ibas a comerte.

Solo hay que triturar 2 huevos, 1 plátano mediano, 40 gramos de avena y una cucharadita de canela. También se le pueden añadir algunos arándanos. Se trituran los ingredientes y se vuelca la pasta en la sartén, caliente y ligeramente engrasada. Lo suyo es hacerlas pequeñas, así parecerá que hay más y es más difícil que se rompan.

'Nice Cream' de chocolate, un helado de diez hecho con fruta

Es posible que al principio no te creas el resultado de esta receta: un helado suave, cremoso y ligero... sin azúcar, sin huevo y sin gluten. Pero es real. Se le llama Nice Cream en inglés y es una especie de helado saludable que deja sin palabras cuando ves la textura que tiene. ¿Dónde está el truco? El secreto está en congelar el plátano: una vez triturado, se convierte en la base ideal para tu helado favorito.

Es fácil hacer con él un helado de chocolate. Congela en rodajas dos plátanos y luego tritúralos con una cucharada o dos de cacao en polvo sin azúcar. Conseguirás una crema helada de chocolate que no sabe a plátano, pero con la que habrás aprovechado esa fruta que de otra manera habría acabado en la basura. Puedes hacerlo del sabor que quieras: si cambias el cacao por unas fresas ya tienes un rico helado de fresa. Hazlo con mantequilla de cacahuete para tener un combo espectacular. Solo hay que recordar una cosa, tener siempre plátanos pochos en el congelador.

'Banana Bread': pan parece, plátano es

El pan de plátano siempre es una buena idea para aprovechar las frutas que están dando vueltas en la cocina. Sirve como desayuno, de merienda e incluso como obsequiar al vecino del segundo, el que siempre te presta la sal. Además, es vegano: no lleva huevo ni azúcar.

Necesitarás estos ingredientes:

-200 gr de harina de trigo integral

-3 plátanos maduros

-8 dátiles naturales

-140 ml de leche de soja

-50 ml aceite de oliva virgen extra

-Una pizca de sal

-1/2 cucharadita de bicarbonato

-1 cucharada de levadura en polvo

-Canela en polvo

-Un puñado de nueces

Para prepararlo, hay dos opciones:

Tienes menos tiempo que los concursantes de MasterChef en el supermercado. Básicamente tendrás que triturar todos los ingredientes, poner luego las nueces y la masa en un molde y hornearlo a 180ºC hasta que pinches con un palillo y salga limpio.

Quieres hacer las cosas medianamente bien. Empiezas triturando los plátanos con los dátiles y la leche de soja. A esa mezcla añades los ingredientes secos y bates hasta integrar. Acabas con el aceite de oliva y las nueces. Lo metes todo en un molde y lo horneas a 180ºC hasta que pinches con un palillo y salga limpio.

Fabián León fue finalista de MasterChef. Es el autor del libro Cocina en 2 horas para toda la semana y comparte sus recetas en YouTube e Instagram.

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